Capítulo 20: La vida es corta y la noche es larga.

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55 días antes de la lesión. Bar Chateau de Lucioles. Salón Principal. París, Francia.

Las personas a su alrededor las hicieron separarse lo suficiente para que la complicidad de aquel momento desapareciera por un momento, cuando de volvieron a unir al final hasta sus manos terminaron entrelazadas (solo buscando no volver a separarse), antes de que la situación se tornara incomoda y ya muy cerca de la barra, Éve comienza a hablar luego de escuchar a la mayor pedir algo.

Quisiera quedarme todo el crédito pero La señora Van Asten me envió a ayudarte. – Dice recibiendo y automáticamente dando un sorbo al coctel frente a ella. – Supongo que le gusta hacer de celestina...

Si eso creo. – Habla ahora Valentia dando un sorbo bastante largo a su propia bebida. – ¿Solo por Agnes fuiste a buscarme? – Finaliza luego de varios minutos en el que el silencio reinó en el lugar.

El traje de Éve era de Harley Queen, realmente la pequeña chica se veía maravillosa con aquel disfraz. Valentia era una de las personas menos arriesgadas del mundo, definitivamente en valentía le ganaba su hermana, aquello lo preguntó con los labios temblando, casi temiendo la respuesta.

Si me debes un trago...

Y tu unos cuantos secretos...

Entonces podemos comenzar, que la noche es larga y la vida es corta. – Termina diciendo la menor levantando su copa para chocarla con la de Valen que no dejaba de sonreír al verla.

Fiorella Valentia MacQuoid Lordache, está perdida y nunca pensé decir aquello.

Entre las personas las risas y los secretos no faltaban, todos en aquella sala como en la vida tenían algo que oculta, unos cuantos secretos como bien saben. Yo estaba junto a mis compañeras de equipo y desde que estaba aquí Agnes no dejaba de verme, algunas bromas recibí de Sabana por realmente la mujer de mis pesadillas no se preocupó por disimular.

Así pasé varios minutos viendo como Éve y Valentia no dejaban de interactuar, incluso como se les unió Agnes para hablar con ellas. Tampoco pasó desapercibida la cara de Alba viendo a las mujeres interactuar mientras estaba con Salma y Emily, esta última que a su vez tampoco dejaba de ver a Ava.

Me alejé un poco del grupo, fui por una copa e intenté ir a ala de fumadores para encender un cigarrillo, pero al final no pude entre tanta gente. Al parecer el hecho de que DZA viniera a cantar esta noche había llenado el castillo como nunca antes. Iba a intentar devolverme pero tropecé con alguien que sorpresa, llevaba un disfraz de Evil Queen y una sonrisa capaz de terminar guerras o curar el cáncer.

¿Puedo mostrarle algo señorita del Castillo? – Dice bebiendo de su copa luego de terminar aquella pregunta. – ¿O su novia no la deja moverse? – Intenté responder y sus dedos terminaron en mi boca mientras ella continuó. – No hables déjame enseñarte lo que quiero, después hablas si quieres.

55 días antes de la lesión. Bar Chateau de Lucioles. Terraza. París, Francia.

No digo nada solo asiento y me dejo guiar por ella hasta llegar a las escaleras que daban a su oficina, creí que este lugar sería nuestro destino pero la vi seguir de largo por la puerta de su despacho a una al final del largo pasillo. Por mi mente pasaron catorce millones seiscientos cinco posibilidades, pero ninguna ni se parecía al lugar al que llegamos.

Estábamos en la torre más alta de este castillo, que definitivamente si yo lo hubiese construido tendría aquella forma, era un lugar que se veía a medias sin duda, solo estaba lleno de colillas e incluso estaba como ¿abandonado? Pero tenía una increíble, indescriptible y maravillosa vista de todo el centro de París, era literalmente el sueño de cualquiera al visitar la ciudad del amor conocer un sitio desde donde se lograra ver la ciudad de esta forma.

La última obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora