Epilogo 1: De amores verdaderos y cuentos de hadas...

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29 días después de la lesión. Hotel Four Season. Nueva York, Estados Unidos.

Valentia caminaba con su brillante placa de policía en el cinturón, lentes de sol y pasos firmes a la puerta de la suite presidencial del famoso hotel de la ciudad, abrió la puerta con la tarjeta que llevaba en bolsillo interno y le sorprendió ver a la mujer frente a ella en bata de seda.

Porque ella sabía perfectamente que debajo de aquello no debía llevar nada.

Tienes más vidas que un gato al parecer...

Conseguí un excelente trato con el FBI por información, a cambio de una nueva actuación de muerte. - Dice la mujer dando un sorbo a su bebida. - Mis negocios siguen pagando mis lujos y digamos que estoy bendecida.

Estoy empezando a creer que si eres una reina malvada de cuentos de hadas. - Responde Valen riendo mientras se sentaba frente a la mujer en el sofá y desabotonaba el único botón de su traje que seguía colocado.

¿Lo dudabas? - Preguntó la mayor saboreándose antes de levantarse a buscar la botella y dejarla en la mesa de centro de aquella sala.

Realmente no.

¿Qué haces aquí? - Pregunta la mujer desajustando el amarre de la bata de seda dejando claro que debajo de aquella fina tela no había nada más que desnudes. - ¿Ahora no te molesta estar en una habitación de hotel conmigo?

Necesito tu ayuda. - Responde la capitana dejando sus lentes de sol en la mesa, abriendo la carpeta que llevaba junto a ella e ignorando la última pregunta de la mujer, para encontrar algo más interesante que ver que los sensuales pechos al aire de Alba.

¿Por qué no me miras? - Dice la mayor en la sala logrando que la chica vuelva a mirarla bastante molesta.

Necesito infiltrar a alguien en un lugar y tú eres mi mejor opción. - Responde sin dejar de verla a los ojos estirando la carpeta hacia ella.

¿Ahora me vas a volver de tu equipo? ¿En serio? No me hagas reír Valentia....

Esto significa un trato colaborativo Alba, dile a tu abogaducho que te lo explique. - Responde la más joven volviendo a estirar la carpeta hacia ella.

Alba no puede evitar sorprenderse al escucharla y se acerca, hasta sentarse en el mismo sofá que Valentia revisando los documentos dentro de la carpeta que acababa de entregarla. Mientras los revisaba Valentia no pudo evitar detallar a aquella mujer, era perfecta, por donde se mirara.

Después de mirarla volvió en sí y descubrió que 1: Alba se había dado cuenta, 2: Estaba comenzando a hacer más calor del normal en aquella habitación. Así que se levantó para servirse un trago de lo primero que consiguió en aquel bar.

¿Una escuela? Tiene que ser una broma, ¿no?

No - Dice Valentia negando con la cabeza mientras hablaba y terminaba nuevamente sentada frente a Alba pero en otro sofá. - Serás la directora del internado de la familia Beetle Luthor, la dueña es Lena pero aparece bastante poco por ahí, con ese CV nadie podría rechazarte.

Me vas meter en un internado para adolescentes, ¿después de conocerme? - Responde sarcástica nuevamente. - ¿Dónde está la cámara escondida? Dejó de ser gracioso ya honey...

Precisamente necesito tu lado sádico esta vez...

Se está poniendo interesante. - Dice sentándose nuevamente al lado de Valen. - ¿Y yo que gano con todo esto?

Mi confianza.

Esa ya la tengo cariño. - Dice bastante firme. - ¿Qué gano realmente? Tú no le consultaste esto al FBI, es una decisión arbitraria, quieres que entre a un lugar donde solo el olor de hormonas me excitaría, esto es demasiado tentador para que ellos estén involucrados...

La última obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora