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Inmediatamente suben al tejado, no sin antes asegurarse de que los secuestradores estaban bien atados. A lo lejos podían escucharse el eco de disparos y algunos otros estruendos que no resultaban normales en una ciudad tranquila como Trost.
-¿Lo escuchan? ¡Suena más de uno! -exclama Sasha con preocupación.
-Entonces, sucedió algo. -expresa Jean consternado.
Bruno comparte miradas con Mikasa, luego del mensaje que les había dejado Levi, no les sorprendía escuchar ese ajetreo e imaginarse lo que estaba pasando. Pero aún así, temían por la integridad y seguridad de sus dos amigos.
-Probablemente.
-El mensaje del capitán era: "A partir de ahora nos enfrentaremos a humanos, no solo a titanes" -repite el rubio, alarmando a sus amigos.
-¿Qué significa eso? -Elias se acerca a su hermano, mirándole con confusión. Pero Mikasa se moviliza rápidamente, avanzando sola a pesar de los gritos de Jean.
No tardan en seguirla, el almacén estaba alejado de la ciudad, casi al límite del muro exterior, por lo que estaban seguros de que nadie llegaría allí.
Recorrieron las calles por encima de los tejados, utilizando el equipo de maniobras para desplazarse en busca del capitán Levi y el resto, pero antes de encontrarlos, bajo sus pies la carreta que llevaba a Historia y Eren se movía a gran velocidad, manejado por una mujer que les resultaba desconocida y sus dos amigos inconscientes.
Fue suficiente para saber que las cosas se habían salido de control, habían sido descubiertos o simplemente fueron emboscados de vuelta por el enemigo. Sea cual sea la razón, se apresuraron en un intento por recuperar el carro.
Levi apareció rápidamente siguiendo el mismo, alzando la mirada por un breve segundo encontrándose con el resto de su escuadrón.
-¡Capitán! ¡¿Qué?! -Jean no salía de su asombro, no solo por ver al capitán con rastro de sangre en su rostro, sino por el hecho de que se encontraba igualmente escapando de unos tipos que poseían un equipo similar al suyo, pero a la vez muy diferente.
Levi con su equipo, esquiva la bala que fue dirigida hacia él y clava su arpón en el pecho del hombre, matandolo al instante al atravesar su abdomen con las cuchillas.
En cuanto estuvieron a una distancia prudente del pelinegro, éste les ordenó seguir el carro con prisa.
-Están acostumbrados a enfrentarse a otros humanos. -musita colocándose junto a su escuadrón.- Mataron a tres de los nuestros. Para recuperar a Historia y eren, no pueden dudar. Si tienen la oportunidad, mátenlos.
-Recibido. -Bruno y Mikasa fueron los primeros en responder. A la Ackerman no le temblaría la mano al matar a quienes querían quitarle a Eren de su lado, y Bruno ya tenía sus manos manchadas de sangre, así que por sus amigos estaba dispuesto a cualquier cosa.
