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Bruno sacó una manzana de su bolso y lo acercó a la boca de su yegua, viéndola comer mientras acariciaba su melena oscura

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Bruno sacó una manzana de su bolso y lo acercó a la boca de su yegua, viéndola comer mientras acariciaba su melena oscura. Habían pasado algunas semanas desde aquella fatídica misión y se encontraba en perfectas condiciones, algo que no le sorprendía. En cuanto la fruta desapareció de su mano, se alejó del animal para cargar algunas de las provisiones que recogieron en una carreta.

Bolsas de harina, canastas repletas de pan y algunos litros de leche. Llevaban dos semanas habitando una cabaña de dos pisos a los límites del muro Rose, por orden directa del comandante, Historia y Eren estaban bajo vigilancia por los mejores soldados de la legión, incluyendo a Hange y Levi.

Los últimos dos decidieron crear un nuevo escuadrón, aunque el pelinegro había puesto muchas quejas en el proceso, los novatos de la tropa ciento cuatro ahora formaban parte del escuadrón de operaciones especiales; no solo por el increíble talento y valía de todos esos niños, sino también para reconocer el estupendo trabajo que habían realizado en la última misión.

Pero obviamente, detrás de aquellas nobles razones, la verdadera intención se escondía entre las sombras. Tanto Levi como Hange, además de proteger a Historia y Eren, tenían como orden directa del comandante Erwin vigilar a los hermanos Krieger. Aunque solo uno de ellos estaba bajo la mirada crítica de ambos capitanes.

—Sasha, te arrepentirás si comes sin permiso. —Jean, quien cargaba las bolsas de harina, le advierte a su amiga que miraba con deseo la comida.

—El capitán Levi te cortará en pedacitos para cocinar estofado si te descubre. —el rubio se acerca a sus amigos, cargando, junto a la castaña y el peliblanco a su lado, una canasta de pan.

—No comeré, creo.

Al adentrarse, se detiene unos segundos para limpiar sus pies en la alfombra de la entrada. Connie y Eren se encontraban aseando la cabaña por dentro desde temprano por la mañana, le extrañó verlos cepillando el suelo, ya que cuando se habían ido a buscar las provisiones, ellos ya se encontraban acomodando algunos muebles y limpiando las superficies.

Suelta un suspiro, el polvillo podía notarse a simple vista en el aire. Aún no comprendía cómo era posible que tantos años con él no fueran suficientes para aprender a limpiar correctamente.

Bruno, al enterarse de que formaría parte del escuadrón del capitán Levi, sintió mucho miedo. No era alguien que se intimidaba fácil, únicamente los titanes habían sido capaces de doblegar su coraje. Pero habían tantos rumores sobre los métodos de disciplina que aplicaba el capitán en sus subordinados que simplemente quiso echarse a correr.

Eso fue al menos hasta que los obligó a limpiar. Quedó absolutamente maravillado con su superior, sus técnicas de limpieza, fregado y desinfección lo deslumbraron por completo. Y Levi no había tardado en sentir un poco de satisfacción al ver que, dentro de esa manada de mocosos desordenados e inútiles, había solo uno que tenía un mínimo grado buen gusto.

❛SACRIFICE❜ ⸺ 𝗔𝗧𝗧𝗔𝗖𝗞 𝗢𝗡 𝗧𝗜𝗧𝗔𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora