Cap 5

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Narrador omnisciente.

El día de la fiesta llegó. Había muchas decoraciones en la sala y por toda la mansión. Vanessa ya estaba "casi" pronta, según ella. Aún le faltaba peinarse, vestirse, arreglarse y ponerse sus accesorios. Vanessa suelta un suspiro, luego de ponerse el corsé. Ahora necesitaba ayuda para ponerse el maldito vestido. Quería pedirle ayuda a Agni, porque Sebastián estaba ocupado. Vanessa se asomó por la puerta, y Agni estaba justo caminando por ese pasillo.

-¡Ah! Señorita, ¿necesita ayuda?- Pregunta el alto, recibiendo un asiento de la condesa. Agni pasa a la habitación, encontrándose a una Vanessa en corsé y un vestido colgado en un perchero al lado de la peliceleste.

Vanessa baja al comedor, ya vestida, encontrándose con Soma y Sebastián hablando. Cuando entra, Soma voltea hacia Vanessa. Ella está vestida con un vestido azul, muy bonito. [Vestido de referencia en multimedia]

-¡Woah! Estás muy linda, Vanessa- Dice Soma, con una sonrisa.

-Gracias, Soma- Le agradece la condesa.

-Si me permites, iré a recibir a los invitados- Dice el príncipe, y sale del comedor. Apenas sale, Sebastián se acerca Vanessa y hace una reverencia.

-My lady, estás muy hermosa esta noche.

-Gracias, Seb- Sebastián levanta la cabeza, con una ceja elevada.

-¿Seb?

-Te voy a llamar así a partir de ahora, y no me importa si no te gusta- La condesa cruza sus brazos sobre su pecho, recibiendo una risa de parte del contrario.

-No, no. Se podría decir que me gusta- Luego de esa conversación, ambos salen del comedor, yendo hacia el lugar dónde sería esa especie de fiesta. Ya hay bastantes invitados, entre ellos el conde de Alemania. Con una gran sonrisa el conde se acerca a Vanessa, apenas la ve.

Narra Vanessa Phantomhive.

Hago una sonrisa falsa apenas se acerca el conde. Sebastián tiene una gran cara de irritación, que el conde no nota.

-¡Ah! Vanessa, que bonita estás esta noche- me dice, y yo le agradezco- Permíteme, quiero presentarte a unos amigos

El conde me arrastra hacía un montón de gente. Esto me incómoda. Necesito a Sebastián, lo miro, pidiéndole ayuda. Él se da cuenta de esto y le dice algo en el oído al Alemán y este asiente, soltándome. Camino con Sebastián hasta una esquina de la sala, alejándome de ese idiota. Allí ví a alguien familiar. Me acerco lentamente y puedo ver a Ciel. Ese parche y el color de su cabello, se me hacían conocidos.

-¿No era que no ibas a venir?- Digo, agarrándolo de una oreja.

-¡Au! ¡Oye! Tuve que hacer unas cosas antes, no es mi culpa.

-Me hubieras avisado, idiota- Le suelto la oreja y lo miro con cara de enojo.

-Ya te dije, tuve que hacer unas cosas. Tres días después de que te fuiste, Sebastián fue por mí y me trajo- Replica Ciel y yo miro a Sebastián.

-¿Tú lo sabías, Sebastián?- Él asiente y yo lo miro con el ceño aún más fruncido.

-En fin. Mi queridísima hermana, ¿bailas conmigo como cuando éramos niños?- Dice ofreciendo su mano, la cuál acepto y el me lleva hacia la pista. Suena una canción bastante lenta. Lo abrazo por el cuello y él me abraza por la cintura. Moviéndonos al ritmo de la música- ¿Te acuerdas que papá siempre ponía esta canción?

-Si... Y se ponía a bailar con mamá en la cocina- Ambos reímos, nostálgicos- Extraño esos tiempos.

-Yo también, Vanny- Yo sonrío. Él me decía así cuando éramos muy pequeños. La canción termina y siento que nos observan de todos lados. Miro a un balcón cercano y hay alguien. Me suelto de mi hermano y me acerco a Sebastián, señalando a esa persona con la cabeza. Él me entiende y nos vamos. Ciel nos mira con una cara de confusión. Llegamos a una escalera desierta y yo levanto mi vestido hasta mi rodilla, para poder sacar una navaja de un arnés de mi pierna.

Subimos muy lentamente los escalones y llegamos a una cortina. Sebastián mira por una rendija. Saca tres cuchillos de la nada y abre la cortina. Hay un hombre con un arma apuntandome.
Dos segundos después, veo negro y escucho gritos por todos lados.

Narrador omnisciente.

Sebastián tira los tres cuchillos al hombre, dándole en el pecho y en la yugular. El mayordomo, desesperado, empieza a fijarse la respiración de la muchacha. Ella respira entrecortado. Sebastián empieza a decirle cosas como "no te vayas", "no me dejes solo, por favor".

-Prometo buscarte en otra vida, my lady- Y así, Sebastián suelta la primera lágrima de su larga vida.

( ˶ ❛ ꁞ ❛ ˶ )

Tranquilo, Charlie, vengo inspirado😃
Igual ojo, porque es un capítulo más corto 🤨
En fin
Espero que les haya gustado :D
Y si no, una lástima
Dea
Bueno, adiós
Nos vemos en el próximo capítulo.

˜"*°•.˜"*°• My lady •°*"˜.•°*"˜ [Black Butler & Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora