˜"*°•.˜"*°• My lady •°*"˜.•°*"˜ [Black Butler & Tokyo Revengers]

Cap 16

Narra Vanessa Sano.

Agarro la chaqueta del brazo de Akkun, me despido de todos y voy a la casa de Takemichi, para buscar mi moto. Subo a mi motocicleta, prendo el motor y arranco, yendo al puente.

Cuando llego, estaciono debajo. Subo y apoyo mis codos en el barandal, mirando el atardecer. Alguien me ofrece un cigarrillo.

-¿Quieres...?~

-No, gracias, Hanma- Miro a un costado y Hanma apoya sus codos en el barandal.

-¿Segura? Son tus favoritos.

-Si, gracias.

-Oye, ¿en serio la gente se sigue creyendo que intenté violarte?- Yo asiento- No jodas...

-No jodo, Hanma. Aunque si me golpeabas.

-¡Oye! Tú eres la masoquista, ¿sabes?- Ambos reímos- Te extraño. Y mucho.

-Lo sé, pero no puedo hacer nada.

-Me enteré que estás con Baji- Dice Hanma y yo vuelvo a asentir- Espero que pueda darte lo que yo no.

Miro a Hanma, tiene la vista aguada, así que lo abrazo. Él parece sorprendido por mi acción, pero corresponde y me aprieta más contra sí.

-¿Cuándo vas a crecer?- Yo lo miro, enojada.

-No es mi maldita culpa que midas dos metros, ¿sabés?- Yo uno mis cejas. Él ríe.

-¿A dónde le llegas a Baji?

-Al hombro- Murmuro apenada- Parece que él es mayor que yo y no al revés.

-¿Te acuerdas cuando fuimos al cine y me detuvo la policía cuando nos besamos, porque pensaron que era mayor de edad?- Yo suelto una carcajada.

-Ese fue el mejor día de mi vida- Ambos seguimos abrazados y yo no me doy cuenta. Seguimos hablando, hasta que una llamada llega al teléfono de Hanma. Él atiende.

-¿Hola? Ya veo, enseguida voy- Hanma cuelga- Me tengo que ir, escríbeme, ¿si? Me gustaría reunirme contigo, algún día.

-Claro, lo hago- Ambos nos separamos del abrazo y se va.

La verdad, extrañaba pasar el tiempo con él. Podía ser un idiota, tóxico, posesivo, celoso. Pero si había veces que era muy bueno conmigo. Yo me imaginaba una vida con él, pero, claro está, no se logró.

Bajo del puente y voy a mi moto, para poder irme a la mansión. Mañana volveré a mi casa. Con mis hermanos.

Llego a la mansión, estaciono y bajo de la moto. Entro y siento que no hay nadie, así que voy en puntas de pie a mi habitación, para que Sebastián no me diga nada por llegar tarde. Pero ahora sé que está detrás de mí, con los brazos cruzados. Yo resoplo y me doy la vuelta. Como supuse, está detrás de mí.

-¿Que son estas horas de llegar?- Yo me pongo en la misma posición que él.

-"¿Que son estas horas de llegar?"

-No me haga burla, señorita Vanessa.

-"No me haga burla, señorita Vanessa."

-Le puede ir mal- Yo trago en seco.

-"Le puede ir mal"- Arrepintiendome de cada palabra que dije hace dos minutos, él se acerca cada vez más a mí. Sebastian huele mi cuello.

-¿Con quién estabas?

-"¿Con quién estabas?"- Vuelvo a arrepentirme. Yo camino para atrás, hasta chocarme contra la pared. Él vuelve a acercarse a mí y pone una mano en la pared.