Cap 12

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Narrador omnisciente.

Vanessa ataba su cabello rojo en una coleta alta y escupe al piso. Se pone en posición de pelea, Osanai se levanta con los ojos en blanco y un hilo de sangre saliendo de su nariz. Pero algo ocurre. Pah se levanta y apuñala a Osanai. El sonido de la policía suena por el lugar. Unos brazos bastantes fuertes agarraron a Vanessa y la cargaron, esa persona corría con ella encima.

-¡Pah! ¡Sueltame, idiota! ¡PAH!- Vanessa golpeaba la espalda de aquella persona, con lágrimas en los ojos. La pelirroja se rindió y lloraba en el hombro de Draken. Unas cuadras después, Draken bajó a Vanessa. La fémina se sienta en el suelo y abraza sus rodillas. Draken y Mikey empezaron a discutir.

-¡Él decidió entregarse, Mikey!- Draken miraba al rubio de pelo largo.

-¡Hay que sacarlo de ahí, Kenchin! ¡No podemos dejarlo!

-Manji, Pah decidió entregarse- Vanessa se para y se limpia las lágrimas.

-¡Encima te pones de su lado! ¡Eres mi hermana!

-Lo sé, rubio. Pero no podemos hacer nada. Él quiso entregarse- Vanessa se deshizo de la coleta y miro a su mellizo sin emoción alguna.

-¿Por qué te pones de su lado?

-¡Acéptalo, Mikey! ¡Él quiso entregarse, no podemos hacer nada, idiota!

-¡Podemos sacarlo de la cárcel!

-¡No, no podemos!- Le grito Vanesa a su hermano. Pehyan miraba el suelo, mientras ambos comandantes y el subcomandante discutían- ¿Saben que? Me voy. Voy a pasar en la casa de Hina, no pienses ir a buscarme.

Vanessa se va, dejando a un Mikey con la mirada perdida y un Draken enojado. Sebastián sigue a Vanessa, junto con Ciel. El peliazul agarra del brazo a Vanessa y la abraza.

200 años antes.

-¡Ciel!- Una peliceleste de cabello largo abre la puerta de la oficina de su hermano menor. El menor de los Phantomhive mira a su hermana, Vanessa.

-¿Qué pas...?- Una explosión sonó por la mansión.

-¡BARD! ¡Te dije que con dinamita no se cocina!- El mayordomo de los Phantomhive va hacía la cocina, retando al cocinero, como siempre. Ambos hermanos salen de la oficina y van a su cocina, viendo todo destruido. Por tercera vez en la semana, y eso que recién es martes. Un rubio hacía una reverencia.

-Perdón, Sebastián- Mei-Rin y Finnian se aguantaban la risa, al igual que Vanessa. La peliceleste no se aguanta, suelta una carcajada y se vuelve a tapar la boca con la mano. Ella recibe una mirada del mayordomo y de su hermano. Ahí se fue todo a la mierda y la mayor de los Phantomhive se ríe como si no hubiera un mañana.

200 años después.

La pelirroja se aparta de Ciel. Tuvo un recuerdo, donde aparecía Sebastián, Ciel y unas tres personas más, que no sabía como se llamaban. Mira a su alrededor, buscando algún indicio de aquella mansión o de esas demás personas. Pero no había nada.

-Perdón, me tengo que ir- Le dice Vanessa a Ciel y hace una reverencia. Unos segundos después, ella se alejaba, yendo a la casa de su mejor amiga.

-Sabes lo que le pasó, ¿verdad, Sebastián?- Ciel pone ambas manos en sus bolsillos y su mayordomo asiente.

-Está recordando.

Narra Vanessa Sano.

Golpeo la puerta de la casa de Hina desesperadamente. Naoto abre la puerta y me mira.

˜"*°•.˜"*°• My lady •°*"˜.•°*"˜ [Black Butler & Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora