eternally; tom riddle

I

"una despedida muy lamentable"

1986

—Padre, debo decirte algo —sus manos sudaron por el nerviosismo que sentía.

En su cabeza había planeado una pequeña charla, debía decirlo rápido e irse.

—¿No puedes esperar? Estoy muy ocupado en este momento —el hombre estaba en su oficina, tenía un escritorio lleno de papeles.

Definitivamente la organización no era lo suyo.

—Es importante —dijo firmemente, desde que había llegado no le había prestado atención en lo más mínimo.

—Bueno, pero rápido hija —dejo de buscar entre los papeles y se acomodó es su silla.

—Yo... voy a mudarme.

Frunció el ceño en confusión— ¿Dónde?

—A la mansión Malfoy —tenía que responder rápido sin hacer ningún tipo de expresión extraña.

—¿Pero por qué? ¿Acaso aquí no te atienden bien?

—No, no es eso, es porque... bueno la señora Malfoy, Narcissa, necesita mi ayuda.

—¿Pero volverás?

—Si, por supuesto, es solo una temporada —sonrió a medias.

—Okey, la verdad no puedo hacer mucho ya eres mayor de edad, ahora déjame terminar mi trabajo.

—Me voy ahora —soltó esperando que el se levantara abrazarla y le digiera que la iba a extrañar, pero lo único que consiguió fue un asentimiento.

Salió de la habitación con cuidado, la mansión estaba en un silencio lúgubre.

Las cosas habían cambiado tanto, pero no le importó, no quería estar un minuto más en este lugar.

A su cabeza venían tantos recuerdos horrendos, que prefería reprimir y no traerlos a la vida de nuevo.

[...]

Las apariciones no eran de su agrado, pero lo bueno era que había dejado de vomitar cada vez que las hacía.

Estaba justo enfrente de la mansión Malfoy, tan elegante, oscura y hermosa.

Siempre consideró que la oscuridad era hermosa a su manera.

Tocó la gran puerta y a los minutos un elfo le hizo una reverencia. —¿Señorita Crouch?

—Si —asintió con la cabeza y sonrió amable.

Los elfos les resultaban unas criaturas demasiado tiernas, una lástima que los consideraran unos animales de carga.

El pequeño elfo la hizo pasar y la guío hasta el salón.

—Espere aquí, voy a informar a la señora Malfoy que usted ya llegó.

Sin más desapareció por uno de los oscuros pasillos.

Notó que el lugar estaba repleto de pasillos, la sala estaba cubierta por un papel verde y pequeños dibujos plateados.

Los muebles oscuros haciendo contraste, le recordó a la mansión de los Black pero esta le trasmitía un aura diferente... más activa, como si la familia decorara todo el tiempo o cambiara los objetos de lugar.

—¡Oh, querida Bárbara! —la suave voz de Narcissa llego a sus oídos haciendo que se volteara.

Con sus brazos cálidos la sujetó con fuerza, pocas veces había recibido abrazos. Pero si tuviera una lista, estaría segura que los de la mujer tendrían el primer puesto.

Su calor emanando de su cuerpo la hizo sentir protegida y segura.

—No sabes cuanto te extrañé —murmuró alejándose suavemente.

Se mordió la lengua reprimiendo las lagrimas— Yo también a usted Cissy —sonrió genuinamente.