XIV

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"¿tarea?"

Hacía unas semanas atrás había llegado una carta del ministerio para ella. En la misma le informaban que habían capturado a su hermano, estaría en juicio hasta que su sentencia estuviera hecha.

Le aseguraron de informarle acerca de todo y hasta el momento el heredero de todo el legado que había dejado su padre seguiría siendo Barty. Algo injusto teniendo en cuenta que estaba encarcelado, pero obvio ya que era el hermano mayor.

[...]

Su tarea de "cuidar" de Thomas seguía, ella parecía no notarlo, pero su autocontrol se trizaba por cada acto que él llevaba a cabo. No entendía cuanto había cambiado, o tal vez Tom siempre fue así, solo que no había sentido tanta confianza.

Las dudas se acumulaban en su garganta y no podía entender ni siquiera lo que sentía. Porque muy en lo profundo, sentía un cosquilleo en su estómago cada vez que hablaban de temas triviales, podían llegar a tener conversaciones extensas que la hacían realmente feliz.

Como no estaba de acuerdo con esto, lo reprimía. Con el tiempo era lo mejor que sabía hacer.

Estaba en la cocina haciendo un poco de café para él, se había vuelto un completo adicto a la bebida.

Buscó en uno de los estantes una bandeja, no quería que ensuciara, había aprendido que el café hace manchas asquerosas.

Una mano se posó en su espalda, giró la cabeza y sonrió.

—Bárbara —el joven Malfoy le devolvió la sonrisa. Sentía cierta empatía por él, ella mas que nadie sabia lo que es que tu padre apenas se interese en lo que te pasa. —¿Podrías ayudarme en una tarea? —sus ojos suplicaban.

Sonrió con ternura— Por supuesto, espera que le de esto a tú primo. —levantó la bandeja y Draco movió su mano. Ella salió de la cocina en dirección al comedor de la mansión, ahí estaba Thomas con un libro en sus manos. Dejó la bandeja frente a él y se acercó al otro lado de la mesa donde estaba sentado el menor de los Malfoy. Tenía un pergamino y dos libros frente a él.

—¿Qué haces? —Thomas había soltado el libro y su atención estaba en ellos dos sentados. Estaban muy juntos para su gusto.

—Me va ayudar con la tarea de Defensa Contra las Artes Oscuras —Draco reprimió una sonrisa y se volvió a ella mostrándole su pergamino.

—Eso es lo que no entiendo —murmuró mientras señalaba algo, el azabache pensó que se había acercado demasiado, invadía su espacio personal, pero ella pareció no darle importancia. Eso lo enojó, él debía ser el único que la tuviera lo suficientemente cerca como para sentir su aroma, ella olía a todo lo que quería. Usaba un perfume que no conocía, pero era realmente adictivo.

—¿Te dejaron tarea? —levantó una ceja interrumpiendo. Bárbara frunció levemente el ceño y lo miró esperando la respuesta.

Draco se vio algo nervioso y eso fue suficiente para que Thomas sonriera. Aunque su primo replico de inmediato— Si. Hubieron cosas que no me quedaron muy claras y sé que Bar ama esta área, y decidí preguntarle.

Maldito rubio, sus puños se apretaron sobre su regazo viéndola sonreír. ¿Eso le había parecido tierno? Era la peor excusa que había escuchado.

Además la había llamado Bar. Su nombre sonaba mejor de sus labios, por un momento se vio capaz de levantarse y cruciar a su primo, pero tomó una respiración y bebió de su café.

No debía de perder su autocontrol y menos ahora, había pasado tanto tiempo reprimiéndolo, podía aguantar un poco más.

Pero no eternamente.

eternally; tom riddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora