XVI

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"solo aviso..."

El joven de los Malfoy estaba en su habitación, mirando a través de su espejo y acomodando su traje meticulosamente. Una vez su aspecto le agrado lo suficiente se dispuso a salir de su cuarto.

Pero no dio un paso fuera, una fuerza lo empujo justo en el pecho, llevándolo a golpearse la espalda contra su armario.

—Con tu permiso —una voz masculina y áspera murmuró. Draco estaba aturdido y no lograba enfocar con claridad hacia el rostro de su primo, quiso buscar a tientas en sus pantalones su varita, pero un hechizo silencioso lo inmovilizó por completo.

—Joder... —siseó. La espalda le ardía, pero poco a poco pudo distinguir los rasgos afilados y duros de su primo.

—Debería conservar tu inocente vocabulario, no creo que a tu madre le agrade las palabrotas que dices. —su burló.

Thomas cerro la puerta tras de él y se apoyó en ella con una sonrisa en los labios y jugando con su varita entre los dedos.

Draco pensó que este estaba desquiciado, ¿Qué podrían haberle provocado terrible arranque a su primo?

¿Te digo que me pasa? —inquirió, sin esperar una respuesta. Lo observó inmóvil en el suelo de su habitación, una sensación extraña de gusto lo recorrió. — Quiero algo muy simple. —se acerco hasta él, y se puso de cuclillas para bajar el tono e su voz y que sonara más amenazante, quería romperlo. Que realmente tuviera miedo de lo que Thomas le haría. — No te acerques a Bárbara. —los ojos del joven azabache se iluminaron disfrutando saborear el nombre de ella en sus labios.

El joven estaba aturdido, no lograba comprender por que debia de atacarlo o si quiera le decia esas cosa.

—Primo, yo sé que tu no eres tan estupido como te hace ver tu padre. —entonó perfestamente cada paabra para que ninguna se le olvidara. — Hago esto, para que al menos tengas una minima idea de hasta donde soy capaz de llegar por ella. Que no te quepa duda —se acerco un poco mas, para poder escupir cada parabra sobre su rostro. — Cruzare todas las lineas. 

Detecto que en sus ojos grises azulados mosraba la vulnerabilidad, unas chispas de miedo ante lo amenazante que estaba siendo probocó una sonrisa en sus labios, era algo torsida.

Draco odiaba su posicion actual, sentirse bulnerable ante él, quien siempre abia parecido el favoito de su padre, porque avalaba lo que hacia, no lo demostraba porque no era el estilo de Lucius Malfoy, pero estaba seguro que debia de pedirle a Merlín que su hijo se pareciera más al azabache frente a él.

—Ella no lo sabe... Pero es mia. —susurro. — Necesito que te alejes de mi chica, no tengo que darte ninguna explicación —se levantó y empezó a dar pasos lentos con cansancio, alrededor de la habitación.

Thomas sabia que por la mente de Draco en ese momento, ni siquiera tenia que leerle la mente. — Ella es mia y siempre lo fue, es estupido que piense eso... —jugó con su varita y permanecio frente a el joven Malfoy. — Y debo protegerla. Aunque eso implique matarte, así que por tu bien, te aconsejo que no me retes.

—Haría cualquier cosa por ella, eso tampoco lo dudes. —se inclina un poco y lo mira fijo a los ojos. Inpira miedo en Draco. La risa que solto hizo que se le erizará la piel.

Pasar el tiempo con el auror Alastor Moody, lo había cambiado. No comprendía como él siendo un auror podría haber hecho tantas maldiciones inperdonables. Le dio turtorias a escondidas de estudiantes y profesores, en la noche, cuando la mayoria dormia. Le habló con detalle de cada cosa que había logrado su padre, parecía admirarlo.

"Debes de ser igual a tu padre... Pero yo se que vas a ser mejor que él."

"No debes defraudar a los tuyos."

Queria igualar la cantidad de personas que habia asesinado su padre, era algo que se proponia, pero no estaba muy seguro, porque cuando vio a Bárbara, en ese momento, todo pensamiento se disperso, no queria matar a nadie, no queria hacer ninguna maldición.

Pero deseaba saber que se sentía ver en los ojos de las personas perder la vida, como su alma se salía de ellos con simples palabras.

La paciencia no era su fuerte, pero el auror le había recomendado que la tuviera. Muy pronto su padre volvería y todo en el mundo mágico y no mágico, cambiaría. Las personas lo alabarían y respetarían.

Pero de nuevo volvio a su mente el rostro de Bárbara, lo golpeo con tanta fuerza que llegó a dolerle el pecho. No estaba seguro, pero tenia la teoria de que ella no estaria muy de acuerdo con querer parecerse a su padre.

Algo que tampoco lo convencia a si mismo.

eternally; tom riddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora