➳ C H A P T E R T W E N T Y S E V E N

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Esa misma noche la casa de Gryffindor celebraba sin parar. La sala común estaba llena de estudiantes que festejaban sin problema.

No era tarde, aún se podía caminar por el castillo. El juego fue una buena distracción para los exámenes que vendrían dentro de una semana.

Beomgyu estaba feliz pero tanto ruido y gritos lo incomodaban así que decidió salir de la sala común para tomar un poco de aire. 

Una vez fuera camino por el ancho pasillo escuchando que el bullicio dentro se volvió lejano.

— Beomgyu…

El niño levantó su vista encontrándose con la persona menos pensada del momento. Yoongi estaba ahí.

— Yoongi hyung. ¿Qué hace aquí?.

El mayor se acercó a él feliz y le extendió una bolsa de regalo.

— Felicidades por ganar.

Algo desconcertado agarró la bolsa, cuando la abrió vio que dentro de ella había una remera negra muy conocida para él. La sacó de ahí viéndola detenidamente.

— Hyung. — dijo sorprendido abriendo exageradamente los ojos.

— Te prometí que te lo iba a dar cuando ganes tu primer trofeo.

Los ojos de Beomgyu se aguaron. La promesa que le hizo su hyung cuando tenía siete años, la cumplió.

Lo que Yoongi le dio a Beomgyu es nada más que una remera del equipo de Nacional de Quidditch Bulgaro, autografiada por la leyenda Viktor Krum.

Cuando Yoongi tenía 14 años viajó a Japón en donde de casualidad se encontraba el jugador en una firma de autografos asi que no dudo en pedir una firma. 

Beomgyu siempre acompañó a Jimin cuando este iba a la casa de Yoongi. Nunca fue su decisión el acompañarlo, prácticamente era obligado por sus padres con el único objetivo de que los preadolescentes no cometieran “accidentes”, como le decían, ya que siempre que ambos se juntaban provocaron grandes catástrofes, como esa vez que explotaron una bomba de acrílico que pintó todas las casas del valle. . 

Un día en el que Jimin y Yoongi estaban en el baño sin salir por casi una hora, ando de curioso. Empezó a inspeccionar cada rincón del cuarto de su hyung, era muy pequeño para que tres personas durmieran ahí. Las fotos con Jimin estaban enmarcadas sobre una pequeña repisa, al igual que sus amigos y una que otras pequeñas banderas de países.

Vio el gran armario de su Hyung así que quiso revisarlo pero tenía modales. Beomgyu era un niño de buenos modales, porque "los modales hacen al hombre" según le decía su papá.

Después de acercarse a la puerta del baño para pedir permiso, recibió un extraño, pesado y jadeante “Si~” en respuesta.

Creyó que los preadolescentes eran unos tontos por no darse cuenta de que él sabía la verdad.

Dos personas no iban por una hora al baño y se encerraban con llave solo para hacer pis.

En el fondo del armario encontró la remera firmada por su ídolo, se asombro a más no poder creyendo que era un sueño

Se la pidió ese mismo día al instante en que salió del baño con Jimin, aunque Yoongi se negó, se negó miles de veces hasta que un día llegaron a un acuerdo. 

Yoongi sabía la pasión que el niño tenía por el Quidditch.


Cuando ganes tu primer trofeo como parte de un equipo te la regalaré Beomgyu-ssi. Ahora déjame dormir.

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