➳ |Capitulo 1. El niño curioso

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“El nuevo Ministro de Magia,Choi Min Ho, implementará un nuevo reglamento en el área de seguridad para Magos y Brujas en el Mundo Muggle…. Además, aparecen nuevos casos de usurpación de identidad gracias a la Poción Multijugos...”



La señora Choi apago inmediatamente el televisor al oír los pasos de su hijo bajando las escaleras.

— Listo mami. — Soobin piso la sala bien arreglado y con el casco de su bicicleta en manos. Su madre se levantó del sofá en donde estaba ordenando la ropa limpia.

— Prepare unas galletas de avena para Go Eun. — la fémina corrió hacia la cocina de donde trajo un topper conteniendo el alimento.

Soobin ataba los cordones de sus zapatos hasta que su madre le arregló la vestimenta.

— Cuidate eh. — Nayeon le coloco el casco amarillo a su hijo. — Saludas a todos de mi parte. Y no te saltes la comida, por favor amor— fue lo último que dijo antes de darle un toque tierno en la nariz a su hijo que en tan solo dos meses había crecido casi una cabeza y enflaquecido, era notable su pérdida de peso.

Soobin salió de la casa encaminandose hacia la cerca, que dividía su hogar del vecino, en donde se encontraba encadenada su bicicleta amarilla.

— Binnie...— Soobin casi se lleva un susto al oír al señor Maickol.

— Señor Lee…. Me asusto.

— Lo siento. — esbozo con una sonrisa. al otro lado de la reja — Veo que vas de paseo. — el niño asintió. — Es bueno que disfrutes tus últimos días de vacaciones.

— Volveré un poco tarde hoy señor, así que creo que Ha Eun lo molestara todo el día. — Luego de una lucha con el candado por fin liberó su bicicleta. — Perdón anticipadamente.

— No te preocupes Binnie. Tu hermana me ayuda mucho con mis flores.

Maickol iba vestido con un extravagante sombrero de jardinero que de no ser millonario, Soobin creería que es solo un simple sombrero, pero en realidad solo aquella prenda valía mucho más de toda la vestimenta y bicicleta del niño.





[…]





Soobin montaba su bicicleta, el viento corría y soplaba todo rastro de pequeños pelos que sobresalían del casco. La sonrisa de su rostro no desaparecia e incluso saludaba a cada anciano que tenían sus propias tiendas en el camino que él hacía a destino. 

Las veces que recorrió ese camino eran muchas, por lo que las personas ya lo conocían y era llamado ”El niño sonriente andante”.

Se detuvo en un restaurante de buen prestigio. Había mesas fuera del local con sombrillas cubriendolas y todas con una hermosa decoración de flores en el centro, era hora del almuerzo por lo que el lugar estaba lleno y había una gran fila de personas.
Sin dudarlo paso directamente por sobre ellas yendo hacia el recepcionista.

— Niño. Tienes que hacer fila. — le dijo un nuevo empleado del lugar que se encargaba de las reservaciones.

— No vengo a comer. — contestó bajo.

— Será mejor que se retire y lleve su bicicleta. — Soobin se quedó mudo ante el tono dictatorial del hombre — Mira niño. Tengo trabajo y no estoy para aguantar a un puberto con su bicicleta.

Se encogió en su lugar y por instinto se aferró hacia su transporte. Era entendible para él, el nuevo empleado no sabía quién era y por lo visto era un muggle. — Yo-

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