III. annoying talkative boy.

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Taehyung se sentó en el suelo, dando un largo suspiro y echando su cabeza hacia atrás. Ya había luchado contra esas cosas incontables veces, pero aún no se acostumbraba a esa sensación de miedo y a su corazón acelerándose cada vez que los enfrentaba.

Era jodidamente exhaustivo.

Recorrió el lugar con sus ojos, parecía una especie de almacén, no era muy grande ni espacioso y había un par de estantes al rededor. El lugar se veía limpio, al menos más que en el resto de la tienda, que estaba polvorienta y sucia, y ahora llena de esas cosas.

También miró al chico que estaba parado recargado en los estantes, se veía asustado y como si aún estuviera procesando todo.

— Más te vale que aquí sea donde tienes la comida, o te sacaré y te tiraré a los muertos-vivientes y no me importará si te devoran. — Dijo Taehyung entre dientes, esas cosas si que lo irritaban.

Jungkook salió de su trance y enfocó de nuevo su vista en Taehyung. — Bueno, tampoco hay que ser tan extremistas. — Dijo mientras se sentaba sobre el suelo y acomodaba el vendaje de su pierna. Taehyung lo miró casi perforándolo con su mirada. — ¡Estoy bromeando! Por supuesto que tengo las cosas, si no no te habría arrastrado hasta aquí.

El pelinegro bufó y siguió con la mirada los movimientos del castañito, quien tanteó el piso hasta dar con un pedazo de mosaico que sonaba hueco, quitándolo después para sacar lo que le había prometido a Taehyung; comida y agua.

Eran dos latas de Yoo-Dong. Una botella de agua y algo que parecía ser un tipo de pan envuelto en una servilleta de papel.

Taehyung observó la comida y después al chico frente a él. — ¿Porqué tienes esto escondido aquí? — Frunció sus cejas con duda. — ¿Aquí vives?

Jungkook negó con la cabeza, abriendo las latas y entregándole una a Taehyung. — Ya te dije, vengo aquí cuando veo a alguno de esos monstruos come cerebros por aquí. En este lugar usualmente no hay muchos, pero me gusta venir aquí, es seguro. Por eso lo limpié y guardé esto, por si alguna vez pasaba algo así. Aunque la verdad no esperaba que pasara tan pronto.

— No habría pasado si nos hubiéramos quedado en el restaurante. Podríamos habernos quedado ahí, tapar la puerta rota y haber esperado hasta que se fueran para irnos, no eran muchos. — resopló.

— Bueno, tú fuiste el que decidió venir, yo sólo estaba sugiriendo, pudiste haberte negado. — Jungkook alzó sus hombros.

Lo miró con los ojos entrecerrados. — Pero tu sugerencia se escuchaba muy tentadora y fácil, también pudiste haberte negado y no lo hiciste.

Jungkook lo volvió a observar, pero no dijo nada más. Mordiendo su labio inferior y volviendo a comer.

Taehyung bajó su vista y tomó el pan que estaba ya desenvuelto de la servilleta, y a pesar de que estaba un poco duro, cuando lo probó estaba delicioso, hace mucho no comía algo que no fuera comida enlatada, y a pesar de que no siempre había sido un fan del pan, se sentía bien comer otra cosa.

— ¿Tú hiciste el pan? — preguntó intrigado. Encontrar pan en buen estado era prácticamente imposible, al menos que tú lo hicieras, obviamente.

El muchacho dudó por un momento, pero después asintió. A Taehyung eso le pareció extraño. — Sip, yo lo hice. Me tomó bastante tiempo y esfuerzo hacerlo, ni siquiera debería estarte compartiendo de eso.

Taehyung alzó las cejas. — Yo te salvé el trasero dos veces, creo que me merezco un poco más que un pan duro.

El castaño lo observó y ladeó la cabeza, viéndolo casi con timidez y con sus largas y oscuras pestañas enmarcando sus grandes ojos marrones que lo observaban con detenimiento. — Gracias por no abandonarme en esa piedra y cargarme hasta aquí. — dijo con una sonrisa apenada.

Stay Alive || Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora