Stay Alive || Vkook

X. food, holy food.

Jungkook salió de la ducha.

Ahora sólo debía ponerse algo de ropa e iría a hablar con Taehyung.

Por suerte no se lo topó cuando llegó a su casa, aunque él tampoco lo había buscado aún. Así que supuso que seguramente todavía estaría revisando cada rincón de la casa en busca de alguna trampa o algo así.

Después de revisar su armario por varios minutos por fin se decidió a simplemente ponerse una camisa negra y un pantalón del mismo color. Al igual que sus clásicas botas también negras. 

Bajó hasta la parte baja de la casa y tomó sólo un vaso de agua y una manzana verde, no teniendo muchas ganas de prepararse algo de comida elavorada, a pesar de que su estómago ya comenzaba a pedirle algo de alimento. 

Pero Yoongi era el encargado de hacer la comida y aún seguía en la enfermería, así que mejor optó por esperarlo.

Así que salió de su casa y caminó hasta la de enseguida, la casa que recién les había asignado.

Sólo bastaron dos golpes en la puerta y pronto Taehyung apareció detrás de ésta.

Y esta vez vestía con una camisa blanca limpia y pantalones de mezclilla azules también limpios. Y supo que acababa de tomar un baño, ya que su cabello aún estaba húmedo y caía sobre su rostro también notablemente limpio.

— Buenas tardes, Taehyung-ssi. — saludó Jungkook haciendo una reverencia. — ¿Puedo pasar?

Taehyung lo miró por unos segundos y asintió, haciéndose a un lado para dejar pasar a Jungkook. — ¿Vives enseguida? — preguntó recargándose en la puerta una vez que la cerró.

— ¿Cómo lo supiste? — preguntó, según él nadie lo había visto cuando entró a su casa. 

— Te miré cuando venías, las ventanas son grandes. — respondió simple. — ¿Porqué nos diste una casa junto a donde vives?

Jungkook se sentó en uno de los sillones. — Yo... creí que sería mejor si estaban junto a alguien que conocen.

— No te conocemos. — espetó mientras cruzaba los brazos.

— Uh, bueno, pero al menos si un poco más que los demás de la comunidad.

Taehyung no dijo nada más y sólo lo observó, aún con los brazos cruzados y recargado en la puerta, observándolo como si quisiera leer hasta sus más profundos pensamientos.

Jungkook estaba comenzando a incomodarse, así que se aclaró la garganta y volvió a hablar. — ¿Ya revisaste toda la casa? — preguntó mientras se acomodaba en el sillón.

Pero Taehyung sólo asintió con la cabeza.

Jungkook comenzó a jugar con sus manos. — Eh, ¿Y q-qué te pareció? — balbuceó. ¿Porqué estaba tan nervioso de repente?

— Me pareció impresionante, a decir verdad. — caminó hasta el sillón frente a Jungkook y se sentó. — Ahora entiendo porqué actúas como lo haces.

Jungkook ladeó la cabeza. — ¿Y cómo actúo?

Taehyung lo miró y se inclinó hacia el frente, recargando sus antebrazos en sus rodillas. — Como una persona que ha vivido toda su vida en una burbuja de privilegios. — dijo simple y sin alguna expresión.

Y bueno, Jungkook de verdad no podía negarlo, porque era verdad. Así que solo contuvo su impulso de agachar la cabeza y en cambio, sostuvo la mirada.

— Es por eso que te necesito. — mordió el interior de sus mejillas y juntó sus manos. — Necesito pedirte un favor.

Taehyung lo miró fijamente. — ¿Qué favor?