V. questions.

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Por suerte esta vez si recordó el camino al pueblo sin desviarse.

Y tampoco se había encontrado con tantos muertos-vivientes, sólo con un par de ellos, pero había sido muy fácil matarlos ya que estaban distraídos gracias a un ciervo que intentaba escapar de ellos.

Se preguntó que pensarían los animales de los muertos-vivientes. Tal vez no notaban las diferencias a los humanos, a pesar de todo, ambos buscaban cazarlos para comerlos.

Pensó en dejar que atraparan al ciervo para después tomarlo y llevárselo a su casa. Pero después se retractó, no quería arriesgarse a comer algo después de ellos y que lo dejaran infectado. Aunque dudaba que los animales pudieran infectarse ya que nunca había visto a uno hacerlo, pero aún así.

Decidió dejarlo ir, ya después buscaría otro cuando tuviera tiempo, y definitivamente cuando no estuviera tan lejos de su casa, no podría cargarlo él solo hasta allá.

Ahora ya había llegado al comienzo de la calle del pueblo, y como era costumbre, entró a pasos lentos mientras apuntaba hacia el frente con su estaca, que había vuelto a fabricar, por cierto, y caminó entre los carros.

Pero no había ninguno, o al menos no en esa calle.

Se acercó hasta la tienda ya conocida y la revisó, pero nada más se encontró con los cuerpos de los caminantes que había matado la semana pasada, y se acercó hasta la puerta del almacén.

Se asomó por la pequeña ventana, pero no se encontró con nadie, y también intentó abrirla pero no pudo, parecía tener seguro.

Al parecer el chico no estaba ahí como pensó, tal vez no era tan ingenuo como creyó.

— ¿Estabas buscándome? — dijo una voz conocida. Oh, ahí estaba.

Taehyung volteó y lo miró. Estaba parado en la puerta de la entrada, y vestía con unos pantalones de mezclilla negros, junto a una sudadera azul marino.

Viéndolo a simple vista, parecería que de alguna manera pertenecía a otra realidad donde todo seguía normal. Incluso su rostro estaba limpio y no había rastros de sangre ni su ropa ni manos.

Qué raro. Ahora Taehyung estaba más que intrigado.

— Sabía que vendrías, — Jungkook habló de nuevo, sacándolo de sus pensamientos. — y a juzgar por la manera en que me miras, creo que tenías ganas de verme, ¿No es así?

Y ahí estaba el chico molesto que había conocido la semana pasada, pero tendría que tratar de soportarlo esta vez si es que quería averiguar algo.

— Tú fuiste quien me dijo que estarías aquí sin que yo te lo preguntara, ¿quién tiene ganas de ver a quien?

Alcanzó a ver un sonrojo en las mejillas del castaño, que evidentemente trató de ocultar rodando los ojos.

— Solo se me escapó, pero aún así, yo no te obligue a venir, tú viniste por tu cuenta. Me extrañaste, admítelo. — persuadió con voz cantarina.

Taehyung reprimió sus ganas de salir de ahí cuanto antes, y en cambio sólo mantuvo su mirada impasible. — Siempre vengo por aquí a cazar, y como ya estaba en el pueblo, decidí venir a buscar provisiones o algo que me sirviera.

Jungkook alzó una ceja. — ¿Entonces venías a robarme?

— ¿Y qué te robaría, exactamente? — dijo Taehyung mirándolo aburrido y recargándose en la pared.— Vine aquí para que me dijeras si podría conseguir algo útil por aquí, dijiste que siempre vienes, así que supuse que sabrías en donde sería más conveniente buscar.

Stay Alive || Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora