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<<Un paso al pasado.>>

He decidido una cosa mientras pasan los días en New York, ya no habría una segunda oportunidad, no volvería a L.A. ni por error, no podría volver después de lo desastroso que resultó mi estadía ahí, en el lugar donde había vivido toda mi vida, a él intentaría olvidarlo, intentaría... ¿a quién le voy a mentir? Lo amo.

Han pasado cuatro semanas, he comenzado a estudiar aquí y trabajar para no pensar en sus palabras o si quiera recordar los momentos juntos, es la única manera de no pensar, cambie de número cuando pise la gran manzana y solo llame a mi familia, a Ed y Marina, y Lucas, ellos son los únicos que quiero en mi vida, son los únicos que jamás me harían daño.

—Hola, Lev.—dice Lucas abriendo la puerta con unas fundas en sus creo que es comida china por el empaque.—¿Ya tienes todo en orden?

—Sí, ya tengo todo como quiero, menos mal tengo este fin de semana libre, últimamente me he sentido cansada y con mucho sueño, creo que bajaré el ritmo las siguientes semanas.—dije con un bostezo atravesandome el sistema.

Lucas deja las bolsas en la cocina, así que fui a ayudarlo para ver que traía.

—¿Es comida china?—le pregunto.

Asiente.

—Un poco de sushi, ramen, arroz frito y galletas de la fortuna.—dice sacando una gaseosa de color rosa.

Mi amigo abre una bolsa, de ella sale un olor nauseabundo que me hace mucho asco, así que corro al baño más cercano para depositar todo lo que he comido en el día, es como si hubiera destapado un ataúd, el olor fue insoportable.

—Lev, ¿éstas bien?—pregunta desde la puerta.

Limpio mi boca jalando de la cadena para que se vaya todo, abro la puerta y asiento mientras voy a enjuagar mi boca en el lavabo.

—¿Qué abriste? Olía horrible, me dio mucho asco.

—¿Asco? Lev, solo abrí el sushi.—me responde frunciendo el ceño.

—¿Sushi? Eso no olía a sushi, Lucas.—salí del baño.

Lucas me siguió de nuevo a la cocina y me mostró lo que contenía la bolsa, efectivamente es sushi pero a mí me huele horrible, es como si estuviera pasado, pero él me dice que no es así.

—Cometelo o no sé, tira eso, huele horrible, no lo soporto, por favor.—dije tapandome la nariz porque sino de nuevo iría al baño a depositar mi estómago.

Segundos después Lucas seguía mirándome raro, creo que yo también me siento rara porque a mí si me gusta el sushi, es uno de mis platos favoritos y que ahora me sepa horrible es sumamente raro.

—Lev, ¿qué has estado sintiendo estos días?—cuestiona comiendo ramen a mi lado.

—Cansancio, sueño y ascos.—dije tranquila.

—¿Un antojo?

—La semana pasada quería fresas con helado, también quería comer camarones, todo revuelto, espera que se me hace agua la boca.—conteste sonriendo.

—¿Algún otro síntoma más?

Fruncí el ceño, ¿síntomas? ¿dijo síntomas? Yo no he tenido ningún síntoma, Lucas esta loco.

HER ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora