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—¿Me dirás lo que pasó anoche?—me siento a su lado tomando la copa de vino.

Le conté absolutamente todo, sin omitir un solo detalle, después de todo no fue algo que quisiera recordar pero es demasiado porque se trata de mi bebé, si me hubieran dado a escoger el papá de mi hijo hubiera escogido a uno mejor que el que le tocó, mi pequeño no tiene la culpa de nada, y su padre es un cobarde de primera por no afrontar su realidad, piensa que está evadiendo sus problemas cuando está creando más.

—Lo siento tanto, mi hermosa.—me toma de la mano.—Jack no se merece esto, es un pequeño que no tiene la culpa de nada.

—Lo sé. —digo asintiendo.—Es solo que me da rabia que lo haya negado, es su hijo, sangre de su sangre. Sé que él seguirá insistiendo, y no quiero a mi hijo cerca de esa mujer, después de todo se van a casar.

—Nosotros también.—dice sonriendo.

—Sabemos que es mentira.—le digo bebiendo de mi copa.

—Sé que es una locura, pero quiero intentarlo.

—¿Intentar qué?—lo miro sin comprender sus palabras.

Las ideas de Lucas no siempre son buenas, una vez me hizo fingir que era su novia, fue divertido mientras lo dijimos pero sus amigos idiotas lo expusieron al público, en redes sociales se expuso la identidad del doctor y se volvió viral en cuestión de segundos, él no es chico de redes sociales así que salí a aclarar que solo somos amigos, que le dejaran en paz porque había muchas personas preguntándole cosas y acosandolo. Como consecuencia de eso, el doctor tiene sus redes sociales privadas.

—Hagamos esto realidad.—alzo una ceja—Cásate conmigo de verdad, así no estarás jamás sola y yo tampoco, podría cuidar de ti y de Jack, harás lo mismo también conmigo.

—¿Perdiste la cabeza?

—Cásate conmigo, Lev, de verdad.

—Pero...

—Solo será hasta que encontremos a alguien especial, no será un matrimonio real no seremos fieles podremos salir con quien queramos, una relación abierta y solo compañía. Es todo.

—Es una mala idea.—digo dejando la copa en la mesita de centro.

—Quizás, pero lo llevamos haciendo desde hace años, ¿qué podría salir mal?

—¿Y si las cosas salen de de control? Sé que lo hacemos de juego, pero si metemos papeles y firmamos cosas legales se pondrá raro. Estamos hablando de un matrimonio, cosa que no se puede tomar a la ligera, ¿qué pasará cuando encuentres al amor de tu vida y se entere que estás casado?

Lucas piensa unos segundos en mis palabras, después me mira acercándose más a mí, toma mi cara entre sus manos y acerca mi rostro al suyo hasta quedar a milímetros de sus labios. Mi corazón empieza a latir fuerte, mis manos sudan y la sensación de querer ser besada por él son fuertes. Sin más une nuestros labios en un beso lento pero apasionado, un beso real. Cierro mis ojos dejándome llevar por la sensación de sus suaves labios acariciando los míos, su dientes mordiendo mi labio inferior y su lengua tocando la mía.

Se siente demasiado bien para decir que se siente mal. El aire comienza a faltar y se separa de mí, sigo con los ojos cerrados disfrutando de la sensación, sus manos siguen en mi mejillas y mis labios entreabiertos, pasa su lengua por mi labio inferior una vez más y me vuelve a besar al separarnos abro mis ojos, él me sonríe.

—No quiero encontrar a nadie más, te tengo a ti y es todo lo que quiero y necesito.—dice tomándome por sorpresa.

—Lucas, yo...

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