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<<Actualidad.>>

Desperté con ganas de hacer nada, pero tan pronto como volvía a cerrar mis ojos oí a mi pequeño hombre balbucear en su habitación, me levanté poniéndome el albornoz encima de mí pijama para ir con él.

—Hola, mi bebé.—dije dándole un abrazo y un beso, lo llevé a la bañera para cambiarlo de ropa y alistarlo.

Bajamos hasta la cocina para desayunar, preparo su desayuno cuando veo a Lucas bajar con una taza de café en su mano.

—Buenos días.—dije cocinando huevos en una sarten.

—Buenos días.—Lucas me da un beso en la mejilla y después hace lo mismo con Jack—Tengo malas noticias, tengo turno todo el día.

—Esta bien, hoy no trabajo hasta el lunes.

—Bien, entonces pediré mis fines de semana libres.

Asentí dejando el plato de huevo revueltos en la encimera para Jack y lo vi comenzar a comer mientras me preparo una taza de café.

—Me iré, voy tarde. Nos vemos luego.—dice Lucas dejando la taza en el lavaplatos.

Media hora después llego mamá acompañada de Marina, Ed y Sam, como ya tenía quien mire a Jack aproveche para ir a ducharme y vestirme, me di una ducha de diez minutos y después me vestí con un vestido suelto y sandalias, peino mi corto cabello y bajo las escaleras para ver de nuevo a mi familia.

Jamás pensé estar aquí después de tanto tiempo pero aquí estoy, disfrutando de nuevo de toda mi familia junta y feliz. Tampoco pensé en que ellos aceptarían a mi bebé.

—¿Irás al trabajo?—pregunta Alisa.

—No, solo iré de lunes a viernes, los fines de semana pertenecen a ese hombre hermoso que esta ahí.—dije señalando a mi bebé jugando en el piso junto a Sam.

Tomé asiento en la sala junto a Marina y Ed, mamá esta atendiendo unas llamadas en mi oficina de suma importancia.

—¿Y cómo fue que pensaste en Jack, para darle el nombre a Jack?—pregunta Marina.

—Me gusta ese nombre.—respondí con simpleza.

—¿Si?—cuestiona Ed.—Es el nombre del abuelo de Ax.

<<¿Puedo tomar su cuello y apretarlo?>> Me cae bien mi amigo pero a aveces solo tiene que cerrar la boca y todos felices. Puede que haya escuchado un par de veces a ese ser nombrar a su abuelo, pero jamás lo había planteado así.

—Quizás.—dije evitando mirarlos.

—Es su hijo, ¿verdad?—pregunta Ed, lo miro y observo como Marina le da un codazo en las cotillas por ser tan sutil.

Tomo aire antes de responder, si alguien debe saber quien es el padre de mi hijo son ellos, ellos siempre me apoyaron cuando éramos adolescentes y jamás se me olvidará todo lo que hicieron por mí.

—Si no quieres responder, Lev, lo entendemos.—dice Marina.

Hice un gesto con la mano.

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