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—Se firma aquí y Jack está registrado con mamá y papá.—dice el abogado.

Hice lo que me dijo, Jack está jugando unos metros más allá en mi oficina. Había tenido que venir conmigo porque Alisa saldría de la ciudad junto a Sam, y no hay nadie que pueda cuidarlo, Jack es muy tranquilo así que no da problemas y puedo tenerlo bajo mi vigilancia todas las horas posibles.

—Ya esta.

El abogado recogió los papeles y los puso en una carpeta, antes me tendió la nueva partida de nacimiento y la guarde en un cajón para después llevarla a casa con los demás papeles de Jack.

—¿Quieres almorzar junto a mí? Digo, los tres..

—No, mi prometido vendrá por nosotros. Pero podrías llevar a Jack, no creo que sea un inconveniente.—tercie.

—En ese caso será mejor que vayan ustedes, Jenny quiere verlo, ¿podría llevarlo yo en la tarde? ella también quiere verte.

—Sí, me parece bien, pero no te puedo asegurar quedarme, tengo trabajo.

—Esta bien, debo irme.

Se despide de nuestro hijo y se va, me quedo hablando con mi bebé, realmente no entiende nada pero solo escucha y asiente.

Después de unos segundos más hablando, la puerta es tocada por alguien, Drake asoma la cabeza.

—¿Se puede?—pregunta.

—Entra, mira quien esta aquí, Jack. Ha venido el tío Drake.—le digo a mi hijo.

Jack se levanta de donde está y corre a abrazarlo, mi manager se muestra emocionado y lo levanta del suelo para darle muchos besos, los veo sentarse en el sofá, mi pequeño le muestra un libro que estaba viendo con dibujos. Siento mi teléfono vibrar en mi bolsillo, así que cojo la llamada.

—¿Hola?

Hola, mi hermosa.—sonrío mientras les doy la espalda, es Lucas.

—Estoy sonrojada.—le contesto y escucho su risa por el teléfono.

Que no se te olvide que iré por ustedes para pasar una tarde increíble después del almuerzo.

—Acerca de eso, el papá de Jack quiere llevarlo con su madre, me invitó también pero le dije que no era seguro que yo fuese.

Seguro, entonces te veo en casa, amor. Tengo la sonrisa más grande en mi rostro.

—Me alegra, porque yo también.—le contesto sincera.

Nos vemos en casa. Adiós, mi hermosa.—cuelga la llamada.

Dejo el teléfono en mi escritorio siguiendo con mi trabajo sentada en mi silla, Drake deja jugando a Jack con sus carritos y se sienta frente a mí.

—¿Con quién hablabas?—pregunta.

—Lucas.—hablo lo más normal que puedo.

—Por Jesucristo, Lev, atrévete a negar que no sientes algo por él porque te entierro de cabeza en el inodoro, pareces una quinciañera.

Le sonrío sonrojada hasta las orejas, puede que siempre haya sentido algo por él, o quizás no quería verlo de esa manera pero ahora se siente diferente al saber que él si me quiere y expresa lo que siente por mí.

—No lo negaré.—admití.

—¿Entonces?

—Por algo me voy a casar con él, esta vez de verdad.—le muestro mi mano.

Drake mira de cerca el anillo y me mira a mí.

—Es del color de tus ojos.—dice asombrado.

—Una pieza única, fue hecho especialmente para mí. —dije presumiendo la joya.

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