HER ✔

18

—Y gracias, de verdad.

Lo miro sin entender.

—Si no le hubieras dicho la verdad, hubiese seguido ahí viviendo una mentira y culpandome de algo que no hice.

—Esta bien, es normal sentirse así, créeme.

Me dirijo a mi silla de nuevo, ahora que se ve más tranquilo puedo alejarme, suspiro sentándome.

—¿Cómo pudiste con todo esto? Yo siento que me ahogo, que todo está matandome por dentro y no puedo hacer nada por detenerlo.

Mi cabeza comienza a recordar cada noche llorando por mi futuro y el de mi bebé, el miedo y la angustia de no saber que hacer, preguntarme si sería una buena madre o al menos una buena persona críando a otra persona, también me ahogaba, me la pasaba trabajando hasta el cansancio para no recordar y no pensar. Entonces recordé a la persona que siempre estuvo conmigo en todo momento recordándome que soy una mujer fuerte y segura de mí misma, que podría con todo y con todos, mi Lucas.

Una sensación refrescante se extiende por todo mi pecho, es como si pensar en el me diera la fuerza necesaria para continuar, y me gusta.

<<Lo amamos, es eso, lo amamos demasiado.>>

El sonido de mi teléfono me hizo salir de mis pensamientos y también cerrar la boca cuando me disponía a contestarle, abrí la llamada.

—Hola, mamá, ¿pasa algo con Jack?—pregunté inmediatamente.

—Oh, cariño, con Jack no pasa nada. Es Lucas.—dice angustiada.

—¿Lucas? ¿Qué le pasa a Lucas?—pregunté preocupada con el corazón latiendo a mil por hora.

—Ha tenido un accidente, y estamos en el hospital...

—¿Qué? Voy para allá.—cierro la llamada tomando mi bolsa y mi abrigo.

Es que ni siquiera puedo pensar en nada, solo lo tengo en mi mente a él sonriendo y diciéndome que todo estará bien, ahora entiendo esa presión en mi pecho, le iba a suceder algo a él y no hice nada o siquiera pregunte.

<<Cálmate o vas a tener un accidente también.>> me dije mientras conduzco el auto, en la autopista hay mucho tráfico, avanzamos a velocidad media más o menos pero no la suficiente como para llegar rápido.

<<Por favor, que él esté bien, que no le halla pasado nada malo, por favor. No podría soportarlo, Lucas es mi todo, por favor.>>

Llegando al hospital deje el auto estacionado y entré rápidamente al lugar, me voy a morir de los nervios, hay mucha gente pero la recepcionista me logra decir en que piso esta Lucas, le di las gracias y voy al ascensor para subir hasta la habitación.

Corro cuando las puertas se abren, en el pasillo y sala de espera, esta mamá junto a Sam y Jack en sus brazos dormido.

—Mamá, mamá, ¿qué pasa? ¿Dónde está Lucas?—le pregunto preocupada, ansiosa, angustiada, es una mezcla de todo lo que estoy sintiendo ahora.

—Un auto lo impacto por detrás, al parecer no es grave, pero en breve saldrá el doctor que lo está atendiendo.

El alma me vuelva al cuerpo, saber que no se está debatiendo entre la vida y la muerta me devuelve el aire. Me siento junto a Sam, apreté mis manos unas con las otras para no llorar de los nervios, ojalá y todo este bien con él.

—Está bien, solo una frente partida y solo sufrió  con los dos puntos de sutura, el doctor solo debe descansar.—dice el doctor cuando ha salido de la habitación. —Ya pueden pasar a verlo.

Mamá me mira y asiente con la cabeza, entre a verlo y lo encontré sentado en la cama poniéndose la camisa, tiene dos suturas como dijo el doctor, siento el alivio en mi sistema.

Él me mira, me da una pequeña sonrisa y entiende su mano.

—¿¡Eres idiota!?—es lo primero que le digo con un nudo en la garganta y mis ojos llorosos—Tú.

—Lev...—no lo dejo hablar y me abrazo a su cuerpo sollozando del terror que sentí. —Sshhh, mi hermosa.

—Casi me da un ataque de los nervios y preocupación que sentí cuando me llamaron.—alzo mi cabeza para ver su rostro—Por favor, prométeme que no volverá a pasar.

—Tranquila, Lev, estoy bien, no me pasó nada.—me da un beso en la mejilla y seca mis lágrimas con sus pulgares.—No te vas a librar de mí tan fácil.

Tome sus mejillas dándole un beso en los labios, porque me moriría si no lo beso, me separo sonriendo y vuelvo a darle otro beso más lento que el anterior.

—Lo acepto.—digo después del beso.—Acepto casarme contigo.

Él me mira sorprendido, lo he estado pensando, demasiado, y creo que es momento de darle la oportunidad y de darme la oportunidad de poder amar a alguien después de tanto tiempo.

—¿Realmente quieres esto, Lev? Me moriría si llego a saber que no es porque lo quieres sino porque te sentiste presionada.

Niego con la cabeza, jamás podría hacerle algo así a él, jamás a él.

—¿Cómo puedes pensar en eso?—acaricio su mejilla mirando sus ojos—Sabes que te quiero, te quiero mucho y creo que si debo darme la oportunidad de volver amar a alguien es contigo.

—No sabes lo feliz que me siento por esto, mi hermosa Lev. —me besa la punta de la nariz.—Te haré la mujer más feliz del mundo, mi amor, seré tu todo por siempre.

Sonrío ante sus palabras y le vuelvo a besar, más lento que otras veces, solo quiero acariciarlo, después de unos segundos nos separamos, él me toma de la mano y pone un anillo, este es diferente al que antes había utilizado, tiene una piedra turquesa que se asemeja al color de mis ojos.

—¿Qué...?—me quedo sin palabras al ver la preciosa piedra en mi dedo, es a mi medida.

—¿Te gusta?—pregunta—Lo hicieron especialmente para ti, tus ojos son lo que más me atrajeron desde el primer instante, mi hermosa.

—Es precioso, Lu.—le doy un beso.—Gracias.

—Lo mejor para mi futura esposa.—sonrió.

Quiero sentirme de otro modo, pero es una sensación linda y me siento feliz, se siente bien, se siente seguro.

Somos interrumpidos por mí madre y Sam que entra con Jack molesto, puedo notarlo en su carita, así que lo tomo en mis brazos para calmarlo, ellos comenzaron hablar, puedo notar como Lucas habla atentamente con las dos personas que me han dado todo, es cuando me doy cuenta de que es genial, es real, no podría ser más perfecto ahora.

<<Tomé una buena decisión, ellos lo aman.>>

Al final de día volvimos los tres a casa, deje a mi bebé en su habitación dormido después de una ducha, fui a mi habitación para darme un baño antes de bajar a la sala donde esta Lucas sentado en el sofá con ropa de dormir también.

—¿Te sientes bien?—pregunté.

—Más que nunca.—contesta.—Ven aquí.—me acomodo a su lado poniendo mi cabeza en su pecho, entrelazando nuestras piernas.

—El abogado mañana le pondrá su apellido a Jack.—musite.

—Bueno, menos mal, ya era hora.—dice acariciando mi hombro.

—¿No te molesta?—cuestione llena de duda.

—¿Por qué debería? Es su padre, Lev, Jack no tiene la culpa de nada, ni siquiera de que su padre sea un completo idiota.

—Tienes razón, cariño, gracias.—le di un beso en el pectoral izquierdo.

Él me besa alzando mi rostro con su mano.

———————♡———————