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De nuevo ese sexto sentido se activa cuando dos personas se acercan a nuestra mesa, una de ellas mujer me mira sonriente sujetando la mano del abogado.

—¿Levana?

—¿Disculpa, quién eres?—pregunté haciéndome la desinteresada mientras termino de limpiar a mi bebé.

—¿Ya no recuerdas a tus compañeras de instituto?—pregunta ella.

—Lo siento, es que han pasado muchos años, por eso vuelvo a repetir mi pregunta, ¿quién eres?—le doy una sonrisa pequeña y dejo a Jack limpito dándole un beso en su mejilla rosada.

—María, la novia de Axel, ¿recuerdas?—la vuelvo a mirar, veo de reojo como Lucas sonríe.

—Oh, claro.—digo fingiendo recordar—María, que gusto verte.

Me pongo recta mirándola, ella sonríe tensa.

—Tanto tiempo, ¿Dónde has estado?—pregunta.

—Trabajando, viviendo en New York y viajando a varios países. ¿Y a ti cómo te ha tratado la vida?—pregunto por pura amabilidad.

—Pues de ensueño.—dice con una gran sonrisa en su rostro alzando su mano para que vea el gran anillo en su dedo.—Me he comprometido con Axel después de tanto tiempo, nuestro amor es infinito.—asiento alzando las cejas, y bebo vino.—Estás invitada ahora que ya has llegado, ¿no es así, amor?—besa la mejilla del abogado.

—Oh, que maravilla.—les digo—En hora buena.

Lucas se levanta de su silla y me ayuda sujetando a Jack en sus brazos.

—Bueno, un gusto verlos, mi familia y yo debemos irnos...

—Que desconsiderada.—mira a mi Jack—¿Es tu hijo?

—Sí.—le sonrío—Es mi hijo.

—¿Cómo se llama?—cuestiona con una mirada celosa.

—Jack De Santis.—dije mirando a Lucas, él sonríe al ver que utilice su apellido junto al nombre de mi bebé.—¿Recuerdan a Lucas? Es el padre de mi hijo.

Lucas asiente poniéndose a mi lado.

—Qué lindos.—musita María.—Forman una hermosa familia.

—Muchas gracias, María.—dice Lucas metiéndose en la conversación, me rodea por la cintura con su brazo libre—Mi prometida y yo estamos muy felices por lo que hemos logrado en estos años, solo mírenla, es hermosa, ¿cómo negarme a tener hijos con ella?

—¿Comprometidos?—dice el abogado.

—Por supuesto.—digo sonriendo—¿Quién no se quiere casar después de tener un bebé? O mejor aún, antes de tenerlo.

—¿Hace cuanto tiempo? ¿Cuándo se casan?—María se cruza de brazos soltando la mano de su prometido.

—Hace un año y medio más o menos.—dije mirando a Lucas—Nos casaremos dentro de seis meses, aún no es definitivo porque tenemos trabajo después de la boda queremos irnos de vacaciones, nuestra luna de miel y quizás podamos darle un hermanito a Jack, ¿no es así, mi vida?—acaricio su mejilla.

—Sí, una niña nos vendría de maravilla para agrandar nuestra familia.—Lucas mira a los presentes.—Debemos retirarnos, fue un gustos verlos después de tanto tiempo. Vamos, amor.

—Adiós.—les digo sonriendo y saliendo del lugar agarrada de la mano de mi amigo.

Una vez fuera del lugar explotamos a risas, realmente no podía parar de reír por semejante espectáculo que nos lanzamos en la cara del abogado y sobretodo la de su futura esposa al ver que tengo una linda familia.