Lex tenía 20 años en ese entonces. A pesar de su corta vida, había pasado por mucho; y estaba dispuesto a contarle a Stanley la historia de su pasado.
-Verás, nací en Orela. Un planeta común. Pese a lo bueno que es, no es un planeta afiliado a la Alianza. No es gobernado por ningún imperio, sino que sus territorios están repartidos en diferentes naciones. En cuanto a mí, pertenecía a una tribu y habitabamos en zonas rurales, alejados de las ciudades grandes. Una vida tranquila. Me gustaba. Un día, al planeta llegaron piratas. Era una nave grande e increíble. Se mantuvo en los cielos bastante tiempo, hasta que una nave de exploración descendió de ella y aterrizó cerca de nuestra aldea. Supongo que no querían tener contacto con civilizaciones grandes como las de las otras ciudades. Inmediatamente, los guerreros de mi pueblo tomaron las armas. Llegaron los piratas, también armados, y pensé por un momento que habría un gran conflicto. Pero no fue así. –Lex y Stanley pidieron otra ronda de tragos y él continuó con la historia. –El capitán de la tripulación declaró que venían en son de paz. Que no tenían intenciones de saquear. Solo querían comida, agua, entre otras provisiones y que pagarían por todo. En un principio nosotros no confiábamos en ellos. Pero les dejamos entrar y en efecto, no hicieron nada malo a nadie.
-Pero eran piratas ¿no? –interrumpió Stanley.
-Sí eran, pero no lo admitieron al principio. Dijeron que eran exploradores. El líder de mi pueblo preguntó el por qué exploradores llevarían tantas armas con ellos. Obviamente el capitán de la tripulación supo persuadir la pregunta y no respondió correctamente. Mintieron, todos les creímos, pero daba igual, nunca nos hicieron nada malo. Al final, todaa tripulación bajó, y vivieron aproximadamente un año en nuestra aldea. La escogieron como base. El capitán era muy bueno. Enviaba a sus oficiales en naves más pequeñas que guardaban en su crucero a comprar cosas extravagantes de otros planetas para mostrárnoslas a nosotros los niños y nos regalaba cosas como juguetes y objetos de colección. Era un buen hombre. Yo tenía catorce años en ese entonces; un año después cuando cumplí quince, ya estaba decidido lo que quería hacer. Quería unirme a la tripulación.
-Por supuesto, tú no sabías que eran piratas.
-Aún no lo sabía. ¿Y qué si lo eran? A mí no me importaba. Solo me hacía ilusión el imaginar que podía explorar los confines del espacio y salir de mi planeta. Por eso, el día en que me enteré que la tripulación se iría de nuestro planeta, corrí lo más rápido que pude hasta donde estaba el capitán y le grité que quería unirme a su tripulación. Yo solo tenía quince años, pero estaba decidido. No tenía dudas de nada. Él me dijo que no, que solo era un niño. Pero yo insistí. Así que fue a hablar con mi madre. Ella no objetó, asegurando que mi sueño era conocer el espacio. El capitán lo pensó, hasta que uno de sus oficiales le sugirió que yo podría ser un buen tripulante, ya que podría hacer labores de limpieza y esas cosas. Entonces él aceptó. Me advirtió que sería un mundo lleno de peligros y yo de todas maneras acepté. Fue así como me convertí en pirata a los quince años.
-Pero ¿Cuándo te enteraste de que eran piratas?
-En cuanto subí a la nave. Me llevaron a la oficina del capitán y ahí él me dijo la verdad. Eran piratas. En un principio me asusté y me decepcioné, pero luego sentí calma cuando el capitán me explicó que ellos no eran piratas comunes. Aun así eran criminales, pero que solo atacaban a otros piratas. Me explicó que no invadían ciudades, ni planetas, ni saqueaban estaciones espaciales. Me sentí aliviado cuando me lo dijo. Aunque tenía mis dudas. Entonces ahí me dijo su nombre. ¿Sabes cómo se llamaba mi capitán?
-¿Cómo?
-Aiden Bryant.Al escuchar el nombre, Stanley abrió los ojos sorprendido y se mantuvo mudo por unos segundos.
-¿Aiden Bryant? ¿El pirata Aiden Bryant y la tripulación de los Piratas del Eclipse? ¿Estuviste en el Meteor Storm?
-El mismo. Los piratas que visitaron mi aldea eran los piratas del eclipse; los originales.
ESTÁS LEYENDO
Saturno Dorado - Un Deseo entre las Estrellas
Science FictionLa vida es un constate viaje, lleno de vicisitudes, positivas y negativas. La vida está llena de emociones que queremos experimentar, y nuestros sueños más ambiciosos son los que más queremos cumplir. ¿Has tenido un sueño, o un deseo imposible? Es i...