permítame servile - Diluc / Scaramouche

capítulo 10, heraldo vulnerable

Diluc tuvo que hacer uso de todo su esfuerzo sobre humano para no ir a por directo hacia el científico para buscar venganza, tenía cosas más importantes ahora que hacer eso, como asegurarse de que su ave no muera.

Aún seguía sin identificar a quien pertenecía aquella sangre formada en charco en la cual el baladista se encontraba sentado, no tenía las palabras necesarias para articular alguna oración coherente, por lo que permaneció en silencio, perplejo por el repentino suceso, su cuerpo reaccionó por su cuenta antes de que su mente lo hiciera por completo, envolviendo su brazo alrededor del hombre más pequeño.

Cinco minutos, tal vez diez, incluso podría decir que fue eterno ese silencio antes de que Scaramouche se removiera en la protección de sus brazos, dando quejidos lastimeros, los sentidos del pelirrojo se alertaron ante eso.

- y-yo lo siento - quejó en un tartamudeo mientras liberaba de a poco al animal de su regazo, desviando su mirada - Su ala está bien, lamentó lo de sus plumas - aseguró mientras le daba al animal, intentando luego de eso gatear fuera de su alcance, casi temeroso de cualquier acción que pudiera hacer el pelirrojo contra su salud.

El cantinero mordió su labio mirando a su animal, no parecía herido, ignorando el hecho de sus plumas perdidas, lo movió suavemente notando que estaba dormido, pero sano, proceso la información luego de recordar que el baladista era poseedor de catalizador, por lo que era de esperarse que pudiera curar a personas y animales con relativa rapidez.

Pero no podía decir lo mismo de él, podía notar como intentaba contener sus hipidos mientras temblaba, estaba en posición fetal, abrazando con tanta fuerza sus piernas, en completo silencio, casi temeroso de provocar otro ataque solo por existir. Su mirada recorrió la espalda de el heraldo hasta llegar a su trasero, teniendo que contener el jadeo de sorpresa al ver como su prenda inferior estaba teñida de un fuerte rojo carmesí, mismo que aumentaba con cada mínimo movimiento que hacía la marioneta intentando volverse más pequeño en su lugar.

- Mi señor, por favor, necesita atender su herida - intento acercar su mano, intento tocarlo, no sabía que hacer, ¿De qué forma estaba herido?, Y aunque su mente tuviera la respuesta, nunca pensó que al aceptar está misión iba a tener que lidear con una agresión como esa.

Pero antes de que su mano alcanzará a tocar la tela de la camisa del baladista, un fuerte rayo llego a él, sus sentidos se apagaron completamente, su cuerpo cayo al suelo poco después de eso, quedó inconsciente luego de que su visión borrosa captará la imagen de las piernas temblorosas de Scaramouche corriendo directamente a lo que creía sería su baño personal, luego de eso todo se volvió negro.

Un grito hizo presencia en toda la habitación mientras el baladista intentaba torpemente poner a funcionar su bañera, maldiciendo en voz baja a Dottore por su estúpida mañia de agredirlo cada semana, había aprendido a soportarlo es verdad, le iba a mejor cuando aceptaba sumisamente sea lo que quisiera hacerle, pero no espero que continuará con eso cuando adquirió a su subordinado.

Se quitó como pudo su pantalón rasgado, una lágrima bajo por su mejilla quedando perdida entre su cuello, su camisa no tardo en ser removida con prisa, otra lágrima se llevó su maquillaje cuando la removió con rabia, se metió con rapidez a la tina y entonces todas sus lágrimas de odio se volvieron una con el agua que ahora limpiaba su cuerpo.

Pero aún así se sentía sucio, no importaba que hiciera, siempre estaría sucio por él, tomo una esponja y comenzó a frotar con tanta rabia su piel, pudo sentir la sangre brotar, pero no le importó, tampoco le importó el agua carmesí que lo rodeo, solo quería sentirse limpio.

Su mente estaba deshecha, de cierta forma agradecía que para cuando llegó su adquisición Dottore ya se había retirado, hubiera sido humillante ser visto usado como un simple muñeco que el científico usaba a placer.

Dejo que el tiempo corriera mientras el se quedaba hundido en el agua, dejando que el silencio enloqueciera su mente, solo logrando salir de su ensoñación cuando recordó que había electrocutado a su sirviente.

Salió de prisa luego de bañarse, algo adolorido mientras tomaba una de sus batas, agradecía el poder curarse a si mismo pero estaba seguro que no podría sentarse correctamente por unas horas, se acercó tomando suavemente la mejilla del más alto, iba a despertarlo hasta ver una prueba de lo que pasó.

Una arcada llegó a él, sintiendo la bilis subir por su garganta y darle una sensación agria a su boca, camino hasta quedar al frente del cuchillo ensangrentado que Dottore dejo caer luego de "jugar con él".

Lo tomo con rapidez, nadie debía saber sobre eso además de él, lo boto en la cesta de la basura mientras tomaba algunos paños que debía de mantener con regularidad, eso facilitaba todo luego de que Dottore lo usará.

- Estará bien, no lo mate - siseó al ave luego de ver como intentaba reanimar a su dueño del suelo.

Se acercó al ver como Diluc hacia el intento de levantar su mirada, deslizó suavemente su mano en su mejilla, dejando que se apoyará en la misma mientras pasaba algo de su poder curativo para ayudar a aliviar el dolor de sus articulaciones.

- Lo siento, debí limitar mi poder - susurró tan dulce como pudo, aunque sabía que apenas viera que estaba en todos sus sentidos, lo sacaría de su habitación, lo que menos quería era estar acompañado.

Mordió su labio suspirando pesadamente, aún se sentía adolorido y sus ojos volvieron a picar, amenazando con dejar escapar lágrimas de dolor mientras el sentimiento del abuso volvía a él, odiaba tanto sentirse así de vulnerable.

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Headcannon del día: Scaramouche solo acompaña a una aventura al viajero si Diluc va a ir, no está dispuesto a hacer equipo con alguien más que no sea él.