capítulo 16, pasos para cuidar a un heraldo

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Para cuando la consciencia de Scaramouche fue capaz de recobrar, sus ojos apenas tenían la capacidad de enfocar algunas manchas, sobre todo una gran mancha carmín que no podía reconocer.

Dio un gemido de dolor, intento levantarse, se sentía como si estuviera flotando, no podía saber si la suave tela que estaba tocando era real, o solo una alucinación consecuente del fuerte dolor de cabeza que azotaba su mente.

- Mi señor - Pudo reconocer la voz de su subordinado, estaba desorientado, así que no pudo identificar de donde venía.

Antes de poder enderezarse mejor, sintió como era empujado de nuevo hacia abajo, quejó débilmente mientras sus manos se aferraron a aquello que evitó que se levantará, pequeñas lágrimas escaparon de él, la sensación amarga de la angustia cubrió con su manto sus pensamiento de nuevo, suaves sollozos brotaron de su temblorosos labios, no podía expresar en palabras el dolor que sentía, pero sentir unas manos algo callosas frotar dulcemente su mejilla dieron un alivio a su dolor que no pensó que pudiera recibir, Realmente estaba tan hambriento por sentir amor.

- Mi señor, por favor cálmese - arrulló una voz cálida, las lágrimas empañaron su vista hasta que un suave pañuelo de tela limpio las gotas perladas de su llanto.

Tuvo que esperar a poder enfocar bien su vista para poder pronunciar algo más allá de lastimeros lamentos, su boca se abrió en una delicada "O" ante la visión que se mostraba en sus ojos, pudo observar a su subordinado con una coleta alta, su cabello parecía haber sido lavado recientemente, por lo que el carmín de su cabello parecía más opaco de lo que recordó en primer lugar haber visto.

Una máscara de la que debían usar todos por protocolo de uniforme en la organización hacia presencia en su rostro, cubriendo sus rasgos principales para evitar que incluso los heraldos pudieran saber su identidad, era una regla en la organización, una vez ingresaban gran parte de su vida e identidad pasada debían ser abandonadas, para quedar solo como un peón a servicio de la Zarina, quién los renovaría con una nueva identidad y objetivos.

- Sufrió un ataque de pánico, por favor guarde reposo - suplicó tomando una almohada para ponerlo detrás de la cabeza de Scaramouche, intentando darle más comodidad.

El baladista quejó cerrando sus ojos con fuerza, su mano se dirigió a su frente, notó un paño húmedo en la zona, quería creer que no tenía fiebre, pero no pudo concentrarse mucho tiempo en eso antes de que una punzada de dolor interviniera sus pensamientos, impidiéndole pensar por unos minutos.

Se removió de nuevo dando quejidos, aún seguía sin saber que pensar, o que mencionar para iniciar una conversación.

- ¿Por qué tienes tu cabello tinturado? - exigió saber luego de una pequeño lucha interna para poder formular la pregunta.

Pensó que no obtendría una respuesta a su pregunta hasta que sintió como su inferior uso el paño de la frente para limpiar el sudor que aún estaba generando.

- Mi cabello... Es un tema sensible - comenzó la mentira el más alto, sabía lo sensible que era el heraldo con el tema de la traición y los espías, tenía su confianza, no podía perderla.

El más bajo bufó cruzándose de brazos, sus ojos de vez en cuando se desenfocaban y los residuos del pánico causaban suaves temblores en su ser.

- ¿Por qué? - exigió la respuesta, para este punto de su desesperación cualquier respuesta sería satisfactoria para él.

Un silencio momentáneo hizo presencia, la espera lo inquietaba pero antes de poder volver a hablar Diluc le interrumpió.

- Mi cabello es igual al de mi padre - comenzó con un suspiro pesado, casi cansado, odiaba hablar de su padre, sobre su accidente, sobre su muerte - comencé a tinturarlo unos meses antes de entrar, realmente no quería porque es uno de los pocos recuerdos que tengo de él....desde su muerte, por eso uso tintura temporal, me dijeron que no podíamos tener rasgos muy llamativos siendo subordinados, debemos vernos iguales a él resto para no poder ser identificados en misiones - termino su explicación, era sincera, realmente era uno de los motivos por lo que lo hacía, solo omitió la parte de que al ser un espía no debía darse el lujo de ser reconocido - si fuera por mí, preferiría no tinturarlo - un suspiro pesado fue lo que terminó su pequeño monólogo, de verdad esperaba que fuera suficiente para convencer al heraldo, por lo menos mientras lograba acabar su misión.

Scaramouche mordió su labio inferior, conteniendo su respiración un momento, su mente estaba cansada, le dolía la cabeza y lo único que quería era escuchar una justificación para calmar el dolor de su corazón, así que sin importar que tan estúpido pudiera ser la excusa que le dio, la acepto.

El silencio hizo presencia de nuevo, poder ver un poco más del rostro del contrario, así fueran solo sus labios brindó un poco de confianza, el que le permitiera conocer aunque sea un poco más de su rostro era algo que apreciaba en silencio.

Los minutos volvieron a volar, notó como luego de limpiar su frente de nuevo su subordinado se encaminó a preparar un baño para él, observó su ventana con más tranquilidad que antes, ya estaba cerca de anochecer, podía deducir que duró unas largas horas noqueado por su pánico.

- ¿Volverás a tinturarlo? - cuestionó rápidamente, mordiendo su labio antes de que su segunda pregunta escapara de sus labios, "¿Podría ayudarte a aplicar la tintura?" Era lo que deseaba a preguntar, pero no se atrevía.

- Claro que sí mi señor, si me permite el descaro, me gustaría que me ayudara a colorar de nuevo mi cabello - ofreció como si hubiera leído sus deseos.

Una sonrisa suave escapó de sus labios junto a un breve asentimiento, sintiendo como tocó suavemente sus manos, entrelazó con cuidado sus dedos, antes de sentir como le daba el impulso para poder levantarse.

Se apoyó tranquilamente en su contrarío, caminando a su ritmo hacia el baño, había un silencio cómodo entre ellos que no se interrumpió hasta que un suave suspiró salió de sus labios.

- Retírate, voy a lavarme primero, luego me haré cargo de tu cabello - ordenó mientras dejaba deslizar coquetamente la bata con la que solía dormir - claro, a menos que desees ayudarme a lavarme - un coqueteo desvergonzado salió de sus labios.

Rió suavemente al ver como una parte del sonrojo de Diluc hizo presencia por debajo de su máscara, fue cómico verlo huir avergonzado del cuarto luego de rechazarlo amablemente, no le molesto, realmente no hubiera sabido que hacer si hubiera dicho que sí.

Con su subordinado, comenzaba a hacerle cada vez más difícil la tarea de mantener escondida la parte de su personalidad que era gentil y delicada.

Y no pudo evitar que el miedo volviera a él, estaba arriesgando mucho en un camino de peligrosa penumbra.

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Headcannon del día:

Todos los hijos de Scaramouche sacaron el mal carácter del mismo, así que es un martirio para Diluc cuando los cuatro entran en su modo "odio a todo el mundo y todos son inferiores ante mí".

Diluc tardo un tiempo en aprender a lidear con los dos caracteres que tiene Scaramouche, así que cuando se trata de él siempre piensa cada palabra antes de hablar.

permítame servile - Diluc / ScaramoucheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora