- No sé por que actúas así Yibo, aún no me has explicado la relación que tienes con Zhan - Mencionó Cristy mientras tomaba asiento.
- Te lo explicaré pero este no es el momento, si me disculpas tengo algo que resolver - se retiró del lugar sin esperar respuesta de la pelinegra.
- Gracias - decía un adorable castaño saboreando su helado de limón.
- De nada, desde hoy puedes contar conmigo para lo que sea.
- Tú también Yubin, bebé y yo estamos muy agradecidos por el helado así que te debemos una.
- No digas eso - Dijo Yubin mientras se ponía de cuclillas frente al vientre del castaño - ¿Te gusto tu helado de fresa bebé? Zhan.. p-puedo? - pregunto, Zhan asintió.
Yubin puso su oreja en el vientre de Zhan y cerro sus ojos, no pudo evitar sentir su estómago revolverse y los recuerdos tristes llenando su mente.
- Retira tus manos de mi esposo y de mi hijo - Yibo estaba que tiraba dagas filosas con su mirada - No sé que pretendes pero más te vale que te alejes ahora - Yubin se levantó y limpió la única lágrima que salió de él luego de años sin hacerlo.
- ¡No le hables así! No estaba haciendo nada malo.
- Está bien Zhan, de todos modos debo volver al trabajo - Zhan sintió que lloraría al ver a su nuevo amigo con los ojos rojos - Volveremos a vernos bebé - habló al vientre del castaño - permiso jefe - haciendo una leve reverencia se dirigió a la empresa.
- No me gusto que le permitieras tocarlos - habló el azabache tomando la mano de Zhan.
- ¿Por qué eres tan hipócrita? No puedes venir a recriminarme que no haga cosas cuando tu haces lo que quieres! ¿Qué hubiera pasado si yo fuera el que hubiera llegado a las 3 de la mañana después de reencontrarme con mi ex? - se soltó bruscamente de sus manos - y peor aún si me hubieras visto como yo los vi esta mañana?
- Tú tampoco puedes excusarte, estabas con mi empleado desayunando, yo conocí a Cristy desde hace años pero tú apenas has cruzado palabras con ese y le permites invitarte y tocarte y quién sabe que cosas más le has permitido hacerte! - exclamó en un arranque de enojo, pronto su vista se vió borrosa y su mejía ardió, tocó el lugar donde la mano de su esposo había golpeado fuerte.
- Es imposible h-hablar contigo, eres un idiota ignorante a los
s-sentimientos... - el castaño hizo una mueca con su cara y tomó su vientre.- Qué t-tienes Zhan! - el castaño trató de agarrar a Zhan.
- No me toques, llevame a la casa y llama al doctor - trató de hablar lo más calmado que pudo.
•••
- Las emociones fuertes hicieron que Zhan se estresara mucho, recuerden que las emociones que tenga durante el periodo de gestación, afectan al desarrollo del bebé - expreso Mean al terminar de revisarlo.
- ¿Has estado llorando ultimamente? - Pregunto Mean - el castaño asintió acariciando su pancita.
- Esto también va para tí - habló el doctor dándose la vuelta para ver a Yibo - la responsabilidad no sólo es de él, el ambiente en el que este Zhan debe ser tranquilo, no siempre estará todo bien, pero al parecer su esposo ha llorado mucho y eso no debe seguir así.
Tanto Yibo como Zhan sólo se mantuvieron callados cada uno pesando cosas totalmente diferentes.
- Por ahora te recomiendo reposo, trata de estar tranquilo y debes comer más - Mean tomó sus cosas - me retiro, pueden llamarme si vuelve a surgir algo.
- Gracias Doctor, lo acompaño a la puerta - el azabache y Mean se retiraron de la habitación dejando a un castañito con el corazón afligido por su bebé.
- Y-yo debo debo ir al trabajo - anuncio Yibo entrando a la habitación nuevamente - ¿Estarás bien sin mí?
- Siempre había estado bien sin tí - habló el castaño recostado en su cama con la mirada perdida, esas palabras significando otra cosa que el azabache no comprendió.
- Bien, comprendo - Molesto, dió la vuelta y se retiró.
- Idiota, claro que no comprendes! Antes estaba bien sin tí, pero ahora siento que no puedo estar lejos de ti - Susurro para el mismo tratando de retener las lágrimas que querían salir.
•••
Eran las siete de la noche y la puerta principal se abrió.
- Zhan...Ya estoy aquí - anuncio un poco inseguro el azabache.
Sintió horrible al no escuchar la típica risita del castaño y sus rápidas pisadas en busca de su dirección.
Sabía que Zhan estaba mal, y no sabía como arreglarlo. Nunca había estado en una situación así.
Camino hacía la habitación de Zhan abriendo la puerta y viendo a un Zhan acostado boca arriba con sus manos alrededor de su pancita.
- Zhan ya llegué - habló el azabache.
Tan pronto como Yibo dijo eso, Zhan levantó rapidamente la cabeza y abrió exageradamente sus ojos hinchados, Yibo estaba casi en shook, ambos corazones latían a mil por hora.
- D-dilo otra vez - dijo Zhan.
Yibo tragó saliva y volvió a decir.
- ¡Zhan ya... - Su voz cortardose a mitad de la frase cuando el vientre del castaño se deformaba frente a sus ojos.
El castaño tapó su rostro y volvió arrecostarse en la cama no pudo seguir conteniendo las lágrimas, pero esta vez de felicidad.
Yibo camino rápidamente y subió a la cama hablandole a su bebé que acababa de moverse por primera vez frente a ambos.
- Mi bebé no sabes que felíz estoy por saber que ya puedes moverte - Susurro contra el estómago del castaño, no pudo evitar llorar de felicidad también - Dios, me alegra saber que estás bien.
Pronto Zhan se vio obligado a retirar las manos de su cara y reemplazar su llanto por risas.
- B-basta! - apenas podía hablar por las cosquillas que el azabache le causaba - Yibo! Tengo que ir al baño! - habló casi llorando por las cosquillas y por que si seguía riendo pronto tendría un accidente muy vergonzoso.
Yibo se detuvo de besar la bonita pancita del castaño y permitirle que fuera al baño.
- Tu cena la dejé en el microondas - Habló Zhan llegando del baño a acostarse de nuevo.
- Zhan...Me gustaría que habláramos.
- Ya lo habíamos hecho Yibo, hace meses cuando tomamos la decisión de tener al bebé.
Yibo suspiro rendido, era cierto lo habían hecho y ahora volvía a encontrarse perdido en sus sentimientos, claro que le gustaba el castaño y le hacía sentir cosas que nunca pensó sentir por alguien, pero la llegada de su antiguo amor Cristy, le trajo recuerdos y sentimientos que según el azabache significaban amor.
- ¿Ya cenaste? - pregunto Yibo, el castaño asintió - yo también - Mencionó no queriendo dar explicaciones por que sabía que haría sentir mal al castaño.
Sin embargo Zhan no era tonto y pudo ver más allá de las palabras de Yibo.
- Puedo...Dormir aquí? Quiero estar cerca de bebé por lo menos esta noche.
- Está bien puedes quedarte - No sabiendo que esa podría ser de las últimas noches que los tres estarían juntos.
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Descubriendo El Amor
RomanceEl fallecido abuelo de Yibo deja un testamento dónde específica que la empresa y todos sus bienes quedan a nombre de su nieto, sin embargo no se le serán dados hasta que contraiga matrimonio y tenga su primogénito. Su abuelo sólo quería que su niet...