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Es increíble que haya personas en las que tú confías y ellos dicen darlo todo por ti y acaben abandonándote. O personas que dicen que están ahí para ti y lo único que quieren es lograr algo a costa tuya. O también personas que tú creías que jamás podrían hacerte daño y se supone que están para salvarte de él, te lo causen en peores grados. 

He perdido la confianza en la gente muy rápido, tanto que he llegado a quedarme totalmente solo. En mi familia solo somos mi madre y yo. No tengo mascotas, no me llevo con mis vecinos, no tengo amigos, no salgo a muchos lugares como para conocer a alguien. Las únicas personas que visito con regularidad son mis primos, pero tampoco es que hable mucho con ellos. Todos los sábados o viernes en la noche estoy en mi computadora o teléfono, me parece mas entretenido que salir de fiesta sabiendo que luego terminaría destrozado y con menos ganas de vivir que ahora. No eso, definitivamente, no era lo mío. La única que puedo considerar mi amiga fiel, la que me escucha, testigo de mis llantos, furias, ataques, y resto de actividades es mi almohada.

Me siento solo, aburrido y cansado de todo el mundo. Incluso de mí mismo. No puedo disfrutar una vida la cual no estoy orgulloso de tener, o siquiera agradecido. Le he perdido el sabor a las cosas muy pronto y... creo que recuperarlo no será sencillo. Y a decir verdad, no tengo ganas de hacerlo.

Es muy curioso cómo tus padres siempre te dicen "no te preocupes, son cuestiones de la edad, ya pasarán" y luego te recriminan en tu puto rostro que eres un vago y que no te gusta hacer nada, solo porque lo que tú quieres hacer, ellos no lo aprueban. Mi madre se ha pasado toda su vida diciéndome que ella estudiaba muchísimo más que yo, obtenía excelentes calificaciones, hacía deportes, podía tener tiempos de ocio, limpiaba la enorme casa de la abuela con su hermana y salía de fiesta todos los sábados, dejándome en claro que yo no servía ni para lustrar un par de zapatos, que lo hacía y ya se me agotaba el día.

Pero a ver, vamos a desglosar un poco: yo no tengo la culpa de que el sistema educativo sea una mierda a comparación con su época; tampoco es que yo tenga malas calificaciones, considero que soy un adolescente normal; no hago deportes porque doy asco en todos y cada uno de ellos, se me dan mucho mejor los golpes que los balones o las raquetas; más que tiempo de ocio, lo llamaría "escape de mi realidad", que intentaba que fuera la mayor parte del tiempo posible; y sobre la limpieza, yo sé que no me doy mucha maña, pero al menos limpio mi habitación.

Mamá cree que soy un vago, bueno para nada, solo porque no cumplo con sus estúpidas expectativas y aunque yo me esfuerce y dé lo mejor de mí mismo, ella jamás podrá ver lo que yo he logrado, porque nunca podré complacerla, pues para ella todo lo que hago siempre estará incompleto o mal hecho. No hay nada que la satisfaga. Nada que provenga de mí. Y no puedo hacer nada para cambiar eso.

Todo era más sencillo cuando papá estaba en casa.

Mis padres se separaron cuando yo comenzaba la escuela, es decir, a eso de los doce o trece años. Él siempre me llevaba a ver combates de box y taekwondo, que si bien no tenían nada que ver uno con el otro, a mí me gustaba pasar ese tiempo con él y pues, a ambos nos gustaban esa clase de deportes. Pero mi madre se enfadó mucho un día que regresábamos de uno, tarde, y comenzó a decirle a mi padre que mi comportamiento y bajas calificaciones eran su culpa, y que para mi mejora, debía alejarse de mí.

Aunque el problema en realidad no esa ese, pues mis notas bajaron cuando él se fue. Él era mi única salida de mi mundo real, con mi padre yo la pasaba realmente bien, siempre hacíamos lo que yo quería y me dejaba ser como yo era verdaderamente.
Pero cuando se marchó, la casa parecía muy sola, muy silenciosa, muy... de mamá. Y ojo, no es que no quiera a mamá, la amo, es mi madre, pero si pudiera elegir entre tener una madre como la que tengo a una madre como era papá... pues, no hace falta que responda.

Mamá no comprende las cosas. Mamá no es de esta época. Mamá no quiere escucharme. Mamá no quiere ayudarme. Mamá me ignora. A mamá solo le interesa mi futuro, un futuro que debo planificar y medir con mucho criterio y dedicación. Un futuro de una vida que yo nunca había pedido y de haber sabido que esto significaba "vivir", jamás lo habría hecho. Y eso que solo tengo dieciocho años. ¿Se imaginan cómo será cuando tenga cuarenta? No, esperen. ¿Ustedes creen que llegue vivo a los cuarenta? Ni me respondan, yo tampoco lo creo.

"Sal y haz amigos". ¿Para qué, para que me acaben dejando o cambiando por alguien más? Paso. Además, los amigos no te sirven de nada, son... solo meras relaciones circunstanciales.
Todas las relaciones que he tenido a lo largo de mi vida, amistosas y amorosas, me han dejado una sola cosa clara: la vida es mas tranquila cuando estas solo.

Aunque también es un poco más triste.

He intentado sustituir esa tristeza probando cosas nuevas, pero no pude seguirlas, pues mamá me obliga a estudiar y no divagar mucho en otras actividades para no desconcentrarme. Pero a decir verdad, nada me ha llenado de la manera que busco. De hecho, de las actividades que he realizado, ninguna me ha hecho sentir parte. Como si no fuera totalmente bueno en eso y sienta que en algún momento vaya a fracasar. Y el fracaso, gracias a la instrucción de mi madre, no estaba en mi diccionario.

Lo único que espero es... poder encontrar algo que me haga abrir los ojos y darme cuenta de que la vida es hermosa, que es el mejor obsequio que mi madre pudo haberme dado y poder disfrutarla todos los días. Algo que realmente me guste y me haga bien. Algo... único y especial, que sienta que esté hecho para mí.

Pero sé que eso no lo encontraré nunca.

Debía prepararme para ir al Instituto, iba a llegar tarde.

No quería ir, quería quedarme en mi cuarto.

Mientras miraba desganado por la ventana, perdiendo tiempo y jugueteando con ciertos objetos entre mis manos, un chico pasó por la acera de mi casa, trotando. No lo había visto antes por el vecindario, debía haberse mudado hace poco.

—¡Jungkook, hijo, baja a desayunar!

Oía a mi madre, pero sentía mi cuerpo pesado y no podía moverme. La oía lejos, pero sentía que poco a poco se acercaba.

—Jungkook, llegarás tarde a la escuela. —no entró a la habitación, se quedó parada frente a la puerta cerrada y al no sentir ningún movimiento, entró—. ¿Jungkook? ¿Estás bien? —se acercó a mí.

—Sí. —escondí los objetos detrás de mí, sin dejar de mirar por la ventana.

—Vamos, llegarás tarde. ¡Se te enfría el desayuno! —canturreó mientras bajaba por las escaleras rumbo a la cocina.

Suspiré fuerte.
Espero que algo cambie hoy.

﹗𖥻 ˖𓍯  𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑒, 𝐼 𝐴𝑚 𝑌𝑜𝑢 » 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora