—¿De qué querías hablar, Jungkook? Me has alarmado con ese mensaje.
Estábamos sentados en un banco. Él había llegado extremadamente puntual y cuando lo vi sentado, mis manos comenzaron a temblar y mi respiración a cortarse.
—Sí, disculpa. Es que... últimamente he estado pensando en muchas cosas y necesito contártelas. —mordía y arrancaba con nerviosismo toda la parte interna de mis mejillas.
—¿Pasa algo malo? ¿Te esta yendo bien en la escuela? No, espera, ¿es el box? ¿No te gusta?
—Jimin. —podía escuchar cómo de fuerte latía mi corazón en este momento—. No es nada de eso.
—Entonces, ¿qué es?
—He estado... pensando en lo que siento. —lo miré de reojo, me observaba atentamente—. En cómo me siento, con lo que hago y lo que me rodea.
—Y... ¿qué sientes? —suspiré.
No sabía cómo explicarlo. Era como estar en una montaña rusa, o caminar por un puente a metros del piso, o peor, por una cornisa, al borde del abismo. Miedo. Eso era. Miedo por el qué diría Jimin de mí, ya que solo me importaba lo que él pensase. Miedo por ser rechazado y alejado. Miedo a volver a ser la persona que gracias a él había dejado de ser. Tenía miedo de que él me devuelva a ese lugar donde nada ni nadie podía sacarme. Eso... era lo que más temía, porque me haría darme cuenta de que yo estaba en lo cierto; todas las amistades eran pasajeras, no para toda la vida, como quise ilusionarme con esta nueva oportunidad.
—Lo siento, estoy muy nervioso. —admití riendo bajo, refregando las palmas de mis manos en mi jean desgastado.
—Tranquilo, veo lo complicado que es para ti. —soltó—. No te preocupes, no voy a juzgarte.
—¿Lo prometes? —lo observé a los ojos, sabiendo que los míos estaban inundados en lágrimas, pero me negaba rotundamente a soltar alguna. Quería mantenerme firme. Los suyos estaban brillosos como siempre, pero sorprendidos, quizás por mi estado. Me sonrió cálidamente, llegando a abrazar mi corazón y tranquilizarme un poco.
—¿Cuándo lo he hecho, Jungkook?
Y era verdad. Jamás se había reído o burlado de los temas que me abrumaban, al contrario, siempre intentaba encontrar una solución conmigo o me daba algún consejo. Nunca me había juzgado.
—¿Recuerdas cuando adivinaste que me gustaba alguien?
—Sí. No me quisiste decir quién era la afortunada. —sonrió—. Aunque yo creo que es Yeonsoo, sinceramente, y no lo quieres admitir. —suspiré cerrando mis ojos, quizás si no lo veía a mi lado, se me hacía mas fácil.
—Jimin... no es una chica.
—Oh... —lo observé, miraba el piso en silencio y con pena—. Lo siento. —dijo al fin.
—No te disculpes.
—N-nunca pensé que... bueno... —ahora él se veía mas nervioso que yo—. Eras...
—Ni yo. De hecho, es la primera vez que me pasa.
—Entiendo. —silencio. No era incómodo, pero no me gustaba, porque sabia que mi confesión estaba incompleta y en mi mente debatía en si decirle o no justo ahora—. Imagino que él no lo sabe. —asentí—. ¿Se lo has dicho a alguien más? Tu madre o...
—Solo a Taehyung, aunque el señor Song y Yeonsoo lo adivinaron.
—Ok...
Soltaba pocas palabras en comparación a otros días. Mi confesión lo había cambiado.
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﹗𖥻 ˖𓍯 𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑒, 𝐼 𝐴𝑚 𝑌𝑜𝑢 » 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥
Teen Fiction✾ཻ̊•̩̩͙◌̊━ Jungkook necesita algo que lo haga feliz, algo que lo distraiga y que mejore sus días. Algo que sea tan suyo que nadie se lo arrebate. ¿Algo o Alguien? ✎. . .❬°˖✩ 𓄸 JiKook 𓄸 Prohibid...