v e i n t i n u e v e ;

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Acabé en el estacionamiento de V-MO. Necesitaba pensar dónde ir, de noche era peligroso y complicado encontrar una pared abandonada para pintar. Aunque esa adrenalina que sentía al haberme escapado de casa, nadie iba a quitármela y negarme su disfrute. Sabía que mi madre se preocuparía y en cuanto me encuentre, sabía que me daría uno de los peores castigos. Pero poco me importaba. Ella... ¿realmente pensaba casarse con su jefe? Un hombre con dos hijos, probablemente también divorciado y seguro a causa de esta relación extraña. Mi madre es una de las secretarias de ese señor en la empresa en la que está trabajando, que de hecho, ese hombre tan asqueroso e indecoroso, estoy seguro que la ha aceptado como su secretaria solo por su apariencia y no por sus habilidades. No dudo de la capacidad de mi madre para trabajar, pero no me sorprendería que él haya actuado de esa manera. Aunque bueno, nunca lo sabré.

No tenía muy claro a dónde ir. En la mochila llevaba unas latas a medias y una campera, no había traído ni siquiera mi teléfono. Lamentable. Me pasa por no pensar bien las cosas antes de hacerlas; por hacer las cosas cuando estoy en caliente. El único lugar que se me ocurría ir, donde sabía que no podía pasarme nada y que seguramente cerca habría algún sitio para pintar, era casa de mi padre. Él vivía cerca de una zona donde habían algunas casas sin habitar, el barrio no era el mejor. Recordemos el día que me asaltaron. 

Jimin... 

Si no hubiese dejado mi teléfono, lo habría llamado para que viniese conmigo o... no se, al menos estar con alguien.

Me encaminé a casa de mi padre. Intenté apurar el paso cuando recordé la calle del incidente, pero por suerte, todo estuvo tranquilo. Entré al edificio y en frente de su puerta, a punto de llamar, comencé a pensar; ¿y si mi padre está con esa mujer? Sería llegar y empeorar la situación. 

Él me recibirá de todas formas, soy su hijo. 

Toqué dos veces.

¿Y si esa mujer resulta ser igual que el jefe de mi madre?

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y cuando escuché pasos acercarse a la puerta, me escondí detrás del muro. No. No quería conocerla. Podría decir cosas de las que luego me arrepentiría. La situación iría de mal a peor.

Abandoné el edificio cabizbajo, con las manos en el bolsillo de mi pantalón. Miré hacia atrás, observándolo, y suspiré. Esto es una mierda. ¿Estoy siendo muy inmaduro? no puedo controlarlo. ¿Por qué ellos no se molestan en pensar en cómo puedo reaccionar ante sus decisiones pero yo debo cuidar mis palabras y mis acciones cuando se trata de ellos?

Caminé por un buen rato en esas calles, buscando alguna zona poco iluminada y que se viera solitaria para poder dibujar tranquilo, dando con una casa... a medias, de ladrillos, derrumbada. No me sentía inspirado, a decir verdad. Me sentía triste. Y solo. No tenía ninguna idea de algún dibujo o algo que pudiera representar. Así que con la lata blanca que llevaba en mi mochila, sin proteger mi rostro o mis manos, comencé a trazar algunas líneas sobre esa pared. Y una oruga mal dibujada y deforme saliendo de detrás.

"Huérfano"

ReíMi vida es un chiste de mal gusto.

Siempre soy yo el que debe adaptarse, el que debe comprender la situación, el que debe obedecer y bajar la cabeza, el que tiene que cambiar la cara cuando algo no le gusta y el que debe sufrir las malas decisiones de sus padres. Estoy cansado. Amo a mis padres, pero creo que este es mi límite.

Con rabia y lágrimas en los ojos, acabé tachando lo escrito en el muro y aventando la lata lejos de mí, sintiendo detrás mío unos pasos.

—Yo te conozco...

Una voz masculina, acompañada de algunas risas. Estoy muerto

[...]

Mi visión estaba nublada y el dolor invadía mi estómago y espalda. Mis mejillas ardían y sentía ese sabor metálico en mi lengua en todo momento. Con dificultad noté que, mientras dos de ellos me pateaban sobre el suelo, los otros se adueñaban de mis pocas cosas. Bueno, agradezco no haber traído el teléfono.

—¿¡Dónde está tu novio, eh!? ¡Maricón! —¿n-novio?

Intenté cubrirme con mi brazo pero uno de ellos me lo aplastó con ambos pies, haciéndome gritar intensamente.

—¡Llama a la policía ahora, a ver si puedes! —ambos estallan en risas.

No tenía manera de escapar, estaba rodeado y con uno de ellos sobre mí, que intentaba golpearme en el rostro.

—Este niñato no lleva una mierda. —uno dejó caer mi mochila al piso.

—Qué pérdida de tiempo... —en el lugar solo se oían aquellos golpes secos sobre mi rostro y mis quejidos de dolor, y de fondo, una tenue sirena que llamó la atención de todos—. ¡Vámonos! 

Todos toman lo que quedó a mi alrededor y comienzan a huir del patrullero, que se acercó con cuidado hacia donde me encontraba. ¿Quién los habrá llamado?

—Hay un chico tirado en la vía pública, parece inconsciente. —oigo decir alterado a un oficial desde el auto.

Por mucho que quisiera gritar por ayuda, no tenía las fuerzas para hacerlo..

—Quizás sea el chico que estamos buscando. —decía el compañero.

Veo de reojo cómo se acerca uno de los oficiales y se acuclilla a mi lado.

—Chico, ¿estás bien? —me mueve apenas la cabeza para intentar despertarme. 

...

Tengo morado un ojo, golpes en mis mejillas y boca, un dolor indescriptible en mi abdomen y espalda, probablemente un brazo roto, ¿y este señor realmente duda en si estoy bien o no?

Solo pude reír sin fuerza y negar con la cabeza.

—¡Es Jeon Jungkook! —gritaba el compañero—. ¡Súbelo!

—Necesito... ayuda. —musité.

Y desde ese momento no pude ser consciente de nada más. 



﹗𖥻 ˖𓍯  𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑒, 𝐼 𝐴𝑚 𝑌𝑜𝑢 » 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora