Al toque de campana salimos todos despavoridos hacia la salida. Jimin estaba esperándome, apoyado en el capó de su auto. Sonrió en cuanto me vio y levantó su mano a modo de saludo, haciendo que varias chicas de mi alrededor chillen ante su hermosura. ¿Hermosura? Bueno, sí. El chico era atractivo, no vamos a negar cosas obvias.
—Jungkook, ¿cómo te ha ido? —me preguntó cuando me acerqué.
—Bien. ¿Vamos al médico?
—Sí. Ya le avisé a tu madre, para que no se preocupe. —me señaló el asiento del acompañante para que me subiera, mientras él hizo lo mismo en el del conductor—. Por cierto, debo contarte lo que ocurrió anoche cuando te fuiste.
—¿Qué pasó?
—La pareja de tu mamá soltó un comentario sobre ti.
—Sí, lo oí.
—Y tu padre lo tomó del cuello del saco y comenzó a decirle mil cosas. Que es un idiota, un desubicado, que no tenía derecho de decir nada sobre ti porque ni siquiera era tu padre, y luego de que unos oficiales los separaran, le dijo a tu madre que eligiera bien a su pareja para que cuide bien de ti, de lo contrario iba a hacer lo imposible para quedarse con tu custodia. Tremendo.
¿Habla en serio? Me sorprendí. Aunque me alegré. No por lo de la custodia, sino porque papá se enfrentó a mamá debido a su pareja. De alguna manera hay que abrirle los ojos a mi madre.
—¿Y luego? —pregunté observándolo.
—Luego tu papá se fue con su pareja, enfadado, y tu madre se fue con la suya, algo cabizbaja.
—No la he visto hoy. —comenté—. No he querido cruzármela.
—Se la veía arrepentida anoche. Quizás debas hablar con ella. —aconsejó.
—Hablar no me ha servido de nada, Jimin. Si me hubiese servido de algo, probablemente no tendría que estar viniendo al hospital en estos momentos, o tener que escabullirme para hacer las cosas que me gustan.
Y con eso di por terminado el tema, ya que no obtuve respuesta. El viaje de ida estuvo silencioso, solo se oían los autos a nuestro alrededor y el propio motor del Mercedes gris de mi vecino.
Al llegar al hospital, me hice anotar en la administración y luego de unos momentos, un médico de guardia me atendió. Revisó mi brazo derecho con cuidado y me hizo un par de preguntas, para luego guiarme hacia la zona de rayos para una radiografía. Temía que mis huesos estuvieran en mal estado. Aunque no creía que estuviera roto o algo así, no dolía tanto, solo un poco al moverlo.
No tuvimos que esperar mucho, no había tanta gente a aquellas horas. Apenas obtuvimos los resultados, regresamos con el doctor.
—Muy bien, veamos... —tomó el plástico sin cuidado y lo colocó frente a la lámpara central del consultorio, observándolo desde abajo, luego empezó a reír suave—. Solo es un esguince, Jungkook. No hay roturas ni nada de lo que nos debamos preocupar. Vas a tomar estas pastillas, solo si sientes mucho dolor —escribió en un papel—. y te pondrás hielo para bajar la hinchazón. Te recomiendo que vendes la zona de tu codo para dejar el brazo mas inmovilizado y reposar, al menos, por unas dos semanas.
—Nada de box, Jungkookie. —Jimin pasó un brazo por mis hombros, sonriéndome con tristeza.
¿"Jung-kookie"...?
—Exacto. Intenta no realizar movimientos con ese brazo. Te diría que hasta evites cepillarte los dientes con él. Por lo menos por dos semanas. —asentí.
—Muchas gracias, doctor. —Jimin y yo hicimos una reverencia.
—Cuídense, chicos. —sonrió.
Regresamos al auto. Habían pasado algunas horas y ya tenía hambre. Jimin conducía con tranquilidad hasta mi casa. Su expresión era calma y observaba con atención cada cosa que ocurría en la carretera. Bajé la mirada. ¿Por qué cuando me llamó de esa forma sentí esas cosas en mi estómago? Recuerdo que mi madre solía llamarme así cuando era niño, aunque no me gustaba mucho en su momento. Quizás... me llevó a esa época de manera inconsciente y me produjo nostalgia. No lo sé. Estoy dándole mucha vuelta a algo que no tiene importancia. Me resulta extraño que cada nombre que Jimin me coloca o cada buena acción que tiene para conmigo, me produzca sensaciones extrañas en mi estómago o en mi pecho. Pero realmente no quiero enfocarme en eso, no tiene sentido. Es solo gratitud. Sí, eso es.
—Te noto pensativo. —decía, estacionando frente a mi casa. Lo observé—. No te preocupes por el box. Le diré mañana al señor Song que has tenido un inconveniente pero que iniciarás tan pronto como te recuperes. —sonrió.
—Gracias, Jimin.
—¿Te preocupa otra cosa?
¿Me preocupaba? No me preocupaba, solo estaba curioso. ¿Por qué me siento así cuando estoy contigo, Jimin?
—No... no es nada.
—¿Seguro?
—Supongo que solo estoy desanimado. —me encogí de hombros.
—Te entiendo. Yo tuve un accidente también, hace unos años, y me costó bastante caro. Casi voy a cirugía. —comenzó a reír y yo lo observé sorprendido—. Un compañero quiso recrear un paso de una coreografía, muy complicado para nuestro nivel de ese entonces, y ambos nos golpeamos muy feo. Estuve sin asistir a baile como por tres meses. Pero todo salió bien, al final.
—Imagino que fueron los peores meses de tu vida. —comenté, recordando fácilmente la pasión con la que él bailaba en ese salón de prácticas junto a sus compañeros. Sonreí sin querer.
—Es verdad. Estaba tan aburrido y decaído que sentía que iba a morir de la depresión. Aunque hubiese sido peor si esa lesión hubiese tenido repercusiones a día de hoy. Si me hubiera quedado sin bailar para toda mi vida, creo que moriría, ¿sabes?
—No exageres. —reí.
—No exagero. Bailar es todo para mí. Es una manera de expresar mis sentimientos sin palabras. Es mi escape. Como tú con tus pinturas. —me observó—. Tenemos cosas guardadas que no podemos decir y las manifestamos con nuestras actividades, en nuestro caso, con nuestras favoritas.
Miraba tan directamente a mis ojos que sentía sus pupilas como flechas clavándose en las mías, como si fueran dianas. De nuevo esa sensación en mi estómago, mi corazón golpeaba mi pecho con fuerza y mis manos comenzaron a sudar levemente. No podía quitar mi mirada de la suya, tampoco entendía la razón. Jimin ladeó su cabeza y con ese movimiento, bajé mi vista a mis piernas.
—Uh... gracias por lo de hoy, Jimin.
—¿Te sientes bien, Jungkook?
—Sí. —abrí la puerta—. Nos vemos mañana.
Entré casi corriendo a casa, sin siquiera escuchar si Jimin me saludó de vuelta, para encerrarme en mi habitación y dormir hasta olvidarme por completo de lo que acababa de suceder. ¿Hambre? Ya se había ido totalmente. No podía comer con ese sentimiento extraño en mi pecho.
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﹗𖥻 ˖𓍯 𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑒, 𝐼 𝐴𝑚 𝑌𝑜𝑢 » 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥
Teen Fiction✾ཻ̊•̩̩͙◌̊━ Jungkook necesita algo que lo haga feliz, algo que lo distraiga y que mejore sus días. Algo que sea tan suyo que nadie se lo arrebate. ¿Algo o Alguien? ✎. . .❬°˖✩ 𓄸 JiKook 𓄸 Prohibid...