﹗𖥻 ˖𓍯 𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑒, 𝐼 𝐴𝑚 𝑌𝑜𝑢 » 𝙅𝙞𝙠𝙤𝙤𝙠 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥

d i e c i s i e t e ;

Entré a mi casa luego de la charla con Jimin, preocupando a mi madre por el semblante que traía. Y aunque quise evitar otra charla emocional y sentimental, mi madre me arrastró, prácticamente, al sofá, me trajo mis aperitivos favoritos y se quedó a mi lado, abrazándome y meciéndose de un costado hacia el otro, mientras yo intentaba embocar los palillos con ramen en mi boca. Ella sabía que me habían asaltado y que nunca me había pasado nada similar, por lo que supuso que podía estar nervioso, asustado, traumado. Y me consentía con comida. Pero eso no era lo que me inquietaba, sino las palabras que me decía. Que, supuestamente, eran para aliviarme, relajarme, pero hacían todo lo contrario. 

—Por eso debes decirme en todo momento en dónde estás, para que pueda ayudarte a regresar si estas perdido o si estás en problemas. No soportaría que algo pueda ocurrite, bebé. —abrazó mi cabeza y me acarició los cabellos, dejando algunos besos.

—Estoy bien, mamá.

—Lo sé, estás en casa ahora. —sonrió con calidez.

Acabé mis aperitivos y subí a mi recámara, a cambiarme el uniforme y acostarme en la cama. Estaba por soltar el tema de papá hace un momento, pero me arrepentí. ¿Qué ganaría? Quizás mi imaginación volaba demasiado y ya ninguno de los dos se querían, por eso se separaron, y contarle a mamá que papá estaba con otra, probablemente no le afecte en nada. Probablemente al único que le afectaba era a mí.

Intenté dormirme, para no darle más vueltas al tema, pero la verdad es que temía soñar con él, así que me entretuve con mi consola un rato, para despejarme un poco. Recordando también que Tae quería regresar a V-MO, en cuanto acabasen sus exámenes de la universidad, así que le quise hablar para concretar un día, pero en cuanto abrí su casilla, la cerré al instante. Jimin quería que nos viéramos también en V-MO, o en otra parte, pero aún no habíamos intercambiado números. 

—Tendría que habérselo pedido en el parque... —dije para mí mismo.

Ni modo, debía esperar hasta mañana en la mañana, que me acompañaba a la escuela. Aún no lo consideraba mi amigo, pero prefería pasar tiempo con él a pasar tiempo solo, con mis problemas y mis tormentos. Aunque, en el parque parecía haber sido sincero. Pero no, no me quería hacer ilusiones. Al momento de ir a la escuela, Jimin pasó trotando frente a mi puerta, como era su costumbre, por lo que me acerqué a él y seguimos el trayecto juntos, luego de saludar a mamá. Solo hubo un saludo de por medio, el resto del tiempo nadie dijo nada. Cerca del Instituto, suelto mi primer frase del día.

—Perdón por lo de ayer.

—¿Qué cosa?

—El abrazo. —rio con fuerza.

—No debes pedir perdón por un abrazo, Jungkook.

—Mmm... de todas maneras, lo siento. No quería hacerlo.

—Parecía que lo necesitabas. —se encogió de hombros—. Por eso de lo devolví.

No dije nada, pues estaba algo apenado. Sí necesitaba un abrazo, o alguna muestra de afecto, que me hiciera dar cuenta de que no estaba solo, que alguien estaba ahí para apoyarme, ayudarme, consolarme, comprenderme. Necesitaba a alguien. A un... amigo.

—Sí... oye, tú querías ir a V-MO, ¿no? —me observó, ya habíamos llegado a la escuela—. Este fin de semana no tengo nada para hacer. —elevé mis hombros, dándole a entender que podíamos ir si él quería.

—Genial. ¿Quieres que lo hablemos mejor en la tarde? O... ¿debes salir a hacer de las tuyas? —me observó con una media sonrisa. Reí.

—Podemos ir juntos, si quieres. ¿O me acusarás con tu padre? —rio, yo sonreí.

—Si no me gusta lo que dibujas, probablemente lo haga. —estaba sonriendo—. Bien, nos vemos. Suerte hoy.

Me saludó con su mano y yo entré al establecimiento. Entré... con una sonrisa. Nunca entraba sonriendo a la escuela, no había razón para estar feliz yendo a un lugar por cinco o siete horas, donde no podemos hacer más que actividades pedagógicas con poco descanso de por medio. Pero hoy estaba feliz. Contento, más bien. Iría con Jimin a algún lugar para pintar algo, arreglaríamos para juntarnos este fin de semana, no estaría en casa en la tarde, lo cual era grandioso; todo estaba bien hoy. Al menos hasta ahora, que no nos habían anunciado ningún examen.

—Jungkook. —Yeonsoo se me acercó y siguió caminando a mi lado—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿tú?

—Bien. Uh... espera. —me tomó del hombro y se colocó frente a mi para que pudiera prestarle toda mi atención—. Ten. —con una reverencia y ambos brazos extendidos, me dio un papel rosa pálido, que por un momento pensé que era una carta romántica, hasta que me lo aclaró—. Este sábado es mi cumpleaños y me gustaría que vinieras, mis amigas me organizaron una pequeña fiesta. 

—Mmm... lo pensaré, no me van mucho las fiestas...

—Lo sé, pero por si querías hacer algo diferente. —se encogió de hombros—. Puedes traer algún amigo de tu salón, si quieres.

Dudé.

—Está bien, mañana te diré si voy o no. —le sonreí y se marchó.

Jimin quería salir el fin de semana, quizás le apetezca venir conmigo al cumpleaños de Yeonsoo.

Pero bueno, como dije antes, todo era felicidad hasta la publicación de las fechas de exámenes. Ya tenía dos para dentro de dos semanas, de Literatura y Geografía. Fácil. De todas maneras, si quería conservar a mamá de buen humor, no debía dejarme estar, así que me prometí a mí mismo estudiar toda la semana siguiente, con o sin ayuda.

A la salida, veo al Señor Respeto esperándome en la puerta, como si fuera un padre esperando a su hijo, observando a todos los chicos que salían y sonriéndole a todas las chicas que veía, haciendo que estas chillen. Rodé los ojos con eso.

—Vámonos, galán. —lo tomé del brazo—. Debo comprar un par de latas.

—Jungkook, no te había visto. —rio.

—Pues no, no suelo salir junto con las chicas de segundo...

—¿¡Son de segundo!? —estallé en una carcajada—. Mierda, ahora me siento mal.

Pasamos por la tienda donde compraba las latas y tuve que esperar a que el señor pague todo lo que había juntado por los pasillos, sin que yo me diera cuenta. Creo que es peor que mi madre.