Marcos tiene 100 problemas en su vida y Diego puede ser la solución, o un problema más.
Todo depende de qué tan buen compañero de baile sea y de si será capaz de dejar su actitud cautivante y coqueta al menos por dos semanas.
Una personalidad enam...
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—Díganme una cosa ¿por qué vine aquí tan tarde? — pregunta Iván entrando a mi habitación.
Apenas llegamos a mi casa, Lu dijo que necesitaba ver a Iván también, así que le llamamos para que viniera. Ha tardado un poco porque estaba trabajando.
Estoy un tanto nervioso por mi mejor amiga, no ha dicho prácticamente nada desde que llegamos y tengo miedo de que me diga que ha matado a alguien.
—Son apenas las 8, relájate — le dice Lu —. Necesito tu aura de papá para poder relajarme — Iván suspira y se acerca sentándose tras ella y abrazándola por la espalda.
—Cuéntame, pequeña — y Lu comienza a llorar.
Iván y yo sólo podemos escucharla y verla sollozar.
Parece que su mente ha sufrido un colapso, porque no ha dejado de repetirse lo mal que está todo y que ella no debería de pensar esas cosas.
Descubrir sentimientos nuevos y verdaderos en ti mismo es algo que sin duda asusta, sobre todo cuando sientes que es incorrecto.
Me pasó cuando descubrí que me gustaba más Peter Pan que Wendy, pero lo ignoré, o que admiraba el cerebro de Hermione, pero no me gustaba de otra forma, a diferencia de Draco.
Cuando descubres todas esas cosas surgen cuestionamientos que no sabes controlar, cómo saber si eres diferente a lo que la sociedad impone como normal, o sólo estás confundido.
Escuche esa palabra muchas veces y hasta el momento sigue haciéndome sentir nauseas.
—Lu — habla Iván.
—Estoy mal, sé que lo estoy, no debería, soy una mala hermana, una mala amiga y una terrible persona — habla rápidamente y sus manos están hechas puños.
—¡Lu! — la detengo y hago abra sus manos. Ella me mira en cuando lo hago, tiene marcas de sus uñas en las palmas —. Debes tranquilizarte.
—¿Han oído lo que he dicho? — pregunta alterada —¡Me gusta Angie, mi mejor amiga y la novia de mi hermano! ¡Es una chica! ¡¿No lo entienden?!
—Y a mí me gustan los chicos, ¿hay algún problema? — cuestiono.
—Es diferente — masculla.
—¿Por qué? — pregunta Iván.
—Porque Mar siempre lo supo. No lo entienden. — niega intentando separarse de Iván, pero él no se lo permite.
—El que lo hayas descubierto mas tarde no lo hace menos real o válido, Lu. Y qué yo me haya dado cuenta más joven, no quiere decir que no haya sido difícil para mí.
Ella baja la mirada y lleva sus manos a la cara ocultándose ahí.
Comparto una mirada con Iván y sólo se encoge de hombros. Creo que ninguno de los dos podemos hacer demasiado, lo sé porque entiendo lo que ella está sintiendo y es algo que debe resolver con sí misma.
