Marcos tiene 100 problemas en su vida y Diego puede ser la solución, o un problema más.
Todo depende de qué tan buen compañero de baile sea y de si será capaz de dejar su actitud cautivante y coqueta al menos por dos semanas.
Una personalidad enam...
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No estaba realmente seguro de cuándo es que pasó tanto tiempo, los meses habían pasado casi como un suspiro.
Estábamos por finalizar octubre, la brisa del otoño nos acompañaba cada día, al igual que la cuenta regresiva para los estatales. En poco más de un mes tendríamos que estar en un teatro repleto de personas y otras tantas mirando por televisión. Las coreografías estaban listas, o eso creíamos, pero eso no implicaba que dejáramos de ensayar, sobre todo Ingrid y yo, los puntos extras de nuestros solos podrían ayudar de sobre manera al equipo.
Los ensayos eran cansados, no los de la compañía A, sino los del solo y también los del grupo J; les había conseguido varias presentaciones y concursos estos meses, Ángel estaba logrando sobrellevar mejor lo de estar en multitudes, claro que sólo se quitaba los audífonos a la hora de bailar, pero igual iba mejorando, según Carlos verdad. Lu se encontraba tranquila con ellos, incluso había aceptado bailar en un par de presentaciones.
Todo iba mejorando.
No era consciente del tiempo que había transcurrido desde aquel día en el que un chico rubio de ojos color miel se presentó frente a mí, no hasta que este mismo chico me había invitado a una cena por los 4 meses que llevábamos de conocernos. Sí, a Diego le gustaban esas cosas; al primer mes me llevó a conocer su lugar seguro, a los 2 meses me dijo que nunca me soltaría, a los 3 volvimos al parque los girasoles y ayudamos al padre de Claudia a cultivar vegetales, con los cuales preparé la cena más tarde; y ahora me encontraba peleando con mi armario por no tener nada para ponerme esta noche, porque claro, un pequeño detalle que se debe mencionar es que no cenaremos solos.
Ayer volvió Nessa, la novia de su hermano y a la cual al parecer Diego adora como una hermana, así que, Nessa quiere conocerme, porque Diego le habló de mí, y cenaremos en su departamento, el cual comparte con Axel.
Si bien Claudia es como la madre de Diego y he convivido infinidad de veces con ella en los últimos meses, nunca me sentí incomodo o aterrado, a pesar de la importancia que ella tiene en su vida. Claudia tiene la capacidad de hacerte sentir seguro solo con una mirada, pero Axel es... Más complicado. Desde la primera vez que nos vimos se respira una especie de tensión entre nosotros, sé que no le agrado y él no podía importarme menos, pero sé que tanto Nessa como él son importantes para Diego, así que no quiero arruinar esto, si tengo que ganarme a Axel de cualquier manera lo haré.
— Mar, te has cambiado 15 veces ya ¿no crees que estás exagerando? —dice Lu, con sus dedos masajeando su sien.
Le hablé a mis amigos hace unas 2 horas para que vinieran a auxiliarme porque sentía que nada me quedaba bien. No quería hablarle a Diego porque estaba seguro que terminaría con 10000 stickers de corazones mientras me decía que me veía precioso en cada foto, eso no me servía, quería una opinión objetiva y claramente Diego no me la daría.
— ¿No entiendes lo importante que es esto? —cuestiono, algo alterado, mientras desabotono los primeros dos botones de la camisa porque siento que me asfixio con ella.
