Marcos tiene 100 problemas en su vida y Diego puede ser la solución, o un problema más.
Todo depende de qué tan buen compañero de baile sea y de si será capaz de dejar su actitud cautivante y coqueta al menos por dos semanas.
Una personalidad enam...
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Mi idea inicial era hacer una pequeña celebración por el cumpleaños de Diego, pero después de una charla profunda con mi madre sobre el respeto ante las decisiones de los demás y como no debo intentar forzar a nadie a hacer o disfrutar nada, decidí que era mejor dejarlo así.
Aunque aún seguía con la idea de hacer ese día especial. No dejaría que siguiera creyendo que era un día cualquiera cuando era el día de su nacimiento.
Las palabras de Ally habían causado estragos en mi cabeza. Al parecer nadie, además de Claudia, Axel y Cora, sabían la fecha de cumpleaños de Diego. Lo cual me parecía sumamente extraño, pero me preocupaba en su mayoría.
¿Qué tan malo era alguien se enterara del día de su nacimiento?
-No sé nada sobre ello - dijo Ally -, pero recordando días pasados. Esa fecha Diego siempre desaparece en las tardes y no vuelve hasta el siguiente día - expone.
Frunzo el ceño entendiendo cada vez menos lo que ocurre con Diego.
-Gracias por decirme la fecha - pone su mano sobre la mía y da un apretón -. No diré que has sido tú, tranquilo - asegura -. Ni siquiera estoy segura de decirle algo, a veces está de malas, pero intentaré que disfrute un poco - sonrío al escucharla.
-Quiero hacer algo especial. Quiero que deje de creer que es un día cualquiera - hablo, más para mí que para ella.
-Si necesitas ayuda con algo dímelo. Aunque a estas alturas creo que lo conoces más tú que yo - bromea, pongo los ojos en blanco.
Se levanta en cuanto Diego aparece por la puerta del café.
-Hola, ¿me invitan a la conversación? - inquiere.
-Ni te topo. - Ally se mofa de él -. Además ya me iba. Adiooos - se despide. Abraza a Diego con fuerza antes de irse.
Diego me mira con el ceño fruncido y me encojo de hombros restándole importancia al comportamiento de Ally.
-¿Quieres hacer algo hoy? Podemos ir a comer o al cine, hay una película que me interesa ver - propone sentándose frente a mí, en el lugar que antes ocupaba Ally.
Ya se ha cambiado la ropa de ensayo por una más formal. Lo cual aún no termino de comprender, pero Diego siempre luce como si fuera a una pasarela.
Es lindo. Y me gusta mucho.
-¿Por eso te has cambiado? - cuestiono. Se encoje de hombros - No puedo. Tengo un par de cosas que hacer - hago una mueca al tener que rechazarlo. Y más aún al ver su expresión decaer.
Parece querer cuestionarme sobre esas cosas que haré, pero se abstiene a solo asentir con un pequeño puchero en sus labios.
Dice que puede acompañarme para que no tenga que andar en taxi y me río internamente porque en verdad parece mí chófer. Cruza los brazos sobre su pecho y me mira como niño regañado cuando me niego, pero le ignoro y simplemente me marcho.
