capitulo 6

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Helga se había quedado dormida, el sol entraba en su habitación que era demasiado femenina para su gusto. Se levanto curiosiando el gran Tocador Praga de madera en su habitación, el espejo enorme, un montón de cajones.

El primer cajón era nadamas que ropa interior nueva, se sonrojo y rapidamente lo cerro, el segundo tenia un monton de cosas que podía usar como maquillaje, algunas cremas para cuidar la piel, el terce cajón tenia una plancha de pelo, una secadora y otros aparatos como accesorios para el cabello, el cuarto cajón tenia toallas sanitarias, tapones y esas cosas. El quinto estaba vacio al igual que el ultimo.Encima había un joyero pero ese lo veria despues.

Su cuarto tenia una alfombra comoda, un pequeño balcón con puertas de cristal corredizo, una chimenea incrustrada a la pared, una televisión enorme y un gran armario lleno de ropa nueva.

--¿Qué hago con tanta ropa?--Helga nunca había tenido algo bonito o nuevo en su vida, todas sus cosas eran heredadas.--Oh por dios, ¿Quien soy ahora? ¿Soy una Pataki?--Helga se dejo caer derrotada, el pensamieno de que los padres que ella pendo que eran suyos toda su vida resultaban ser sus abuelos y ahora ella estaba en otra ciudad, lejos de su mejor amiga y el chico de quien siempre estuvo enamorada nunca la quiso.

Helga comenzo a sollozar, se sujeto las rodillas , ahi en el suelo estaba confundida, triste y varias emociones se arremolinaban dentro suyo.

--¿Olga es mi mamá? --Helga no podía parar de llorar--Toda mi vida es una mentira--Helga nunca en su vida de había sentido tan pequeña, fragil, desprotegida y confundida en toda su vida.

Alguien toco la puerta, Helga se quedo callada repentinamente esperando que la persona que tocaba ls puerta se fuera pero otra vez tocarón la puerta.

--¿Estas bien? --la voz de Olga al otro lado de la puerta hizo que Helga se quedara congelada en el lugar.--¿Puedo pasar?

Helga no sabia como debia decirle, a Miriam nunca la llamo mamá ya que ella siempre le impido que la llamara asi pero a Olga, ella siempre buscaba una manera de acercarse pero siempre la odio por ser la favorita de sus padres que ahoran eran abuelos y ahora entendia por que siempre la odiaron, ella le destruyo la vida a la unica hija que tenían.

--Por favor, ¿Puedo pasar?--Olga volvio a tocar la puerta, Helga se sento mirando la puerta con varios sentimientos encontrados.

--Si, pasa--Helga espero a que OlgA abriera la puerta pero esta nunca se abrio.

--¿Puedes abrirme la puerta?--la voz de Olga hizo que Helga se diera cuenta que había cerrado la puerta. Se levanto con pesades, intentando quitarse las señales de que estuvo llorando en el camino para abrir la puerta.

--Pasa--Helga no tenia animos de discutir ni mucho menos de hablar.

--Te amo--Olga abrazo a Helga, ante los ojos de Olga podía ver lo confundida y mal que se encontraba su hija. --No importa lo que ellos te hayan dicho, tu eres alguien muy especial Helga.

Helga al sentir la calidez de ese abrazo, aquellas palabras que aun que no tranquilizaban su alma atormentada lograban adormecer un poco sus penas, comenzo a llorar como una pequeña niña pequeña.

--¿Soy una Pataki? Yo te arruine la vida a la perfecta tu--Helga lloraba como una pequeña niña y no podía dejar de parar de llorar ni de balbucear lo que pensaba.

--Eres una pataki cariño y nunca eh pensado que arruinastes mi vida--Olga intentaba consolsr a su hija, nunca habia visto a Helga llorar de aquel modo y sentía como su corazón se estrujaba por aquello. --Eres una niña dulce e inteligente--Olga continuo para despues csrgar a su hija con algo de esfuerzo y llevarla a la cama--Tu eres mi hija y siempre eh estado orgullosa de ti--Olga le dio un beso en la frente.

--¿Por que me odiaba Bob y Miriam? Acaso...es mi culpa que no pueda ser feliz. No soy bonita, ni tengo el mejor caracter y aun si lo intento....realmente intento ser una mejor persona--Helga se acordaba de toda su vida que había vivido con los que ahora eran sus abuelos.

--No te odian. --Olga no sabia que decir, le dolia que por su culpa, Helga se sintiera de aquella manera--Es solo que ellos aun estan confundidos.

--Olga, ¿Cuantos años tenias cuando me tuvistes? Eras ...pequeña y ...perfecta.--Helga recordaba aquella vez en la que fue por primera vez al preescolar, estaba pequeña y ...miro a Olga.

--No soy perfecta, yo solo tenia doce años, estaba confundida y asustada--Olga abrazo más fuerte a su hija.

--¿Quien es mi papá?--Helga se sintio mal por Olga, ella tan solo era un año menor que ella cuando ya estaba embarazada y con una hija. Entendia la razón por la cual Bob y Miriam siempre la habían tratado asi.

--No importa, la verdad él nunca supo que nacistes--Olga le seco las lagrimas a Helga--Pero si hay una cosa y es que jamas en mi vida me eh arrepentido. La primera vez que te vi, sabia que eras la niña más hermosa del mundo.

--Yo no soy hermosa, ni tengo cosas buenas...nadie me ama y nunca le gustare a nadie--Helga no podía controlar sus sentimientos, sentía que si no sacaba en ese momento todo lo que sentía, se ahogaria en todo lo que sentía.

--Eres hermosa y te lo voy a demostrar todos los diás mi hermosa niña--Olga se arrepentía de aquellos días en donde obedecía ciegamente a sus padres por temor a fallarles de nuevo, se arrepentía enormemente ya que Helga no crecio siendo alguien feliz y su brillo estaba opacado por Bob y Miriam.

--¿Como?--Helga estaba curiosa.

--Mañana vamos a ir de compras, pasaremos por un salón de belleza y tendras todo lo que deseas mi niña--Olga estaba comprometida a recuperar todos los años perdidos con su hija y empezar una nueva vida con ella.

Enamorada Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora