14 - Lara

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Unas horas antes

Mientras Irina, Jack y Paul preparaban la comida yo me tumbé en la hamaca a tomar el sol y disfrutar de estos pequeños momentos de tranquilidad, los cuales empezarían a escasear en una semana, cuando empezase el nuevo curso.

Mientras yo tomaba el sol, mi hermano, Marco y mi novio jugaban con el balón de fútbol que tenían mientras hablaban. Apenas estaba pendiente de la conversación hasta que nombraron esa chica, la odiaba sinceramente.

Elisabeth Taylor.

Esa chica fue una de las muchas que se me acercaron por interés, pero la cosa no quedó ahí. Siguió intentando ligar con mi novio, lo puso en tantas situaciones incómodas que todo el mundo pensó que me había puesto los cuernos con ella. Lo siguió, lo acosó, lo intentó chantajear... lo peor de todo, es que ella sabía que era mi novio y ella mi supuesta amiga.

- ¿Habéis oído lo que dicen de Eli Taylor? – Preguntó Jason.

- No, pero la verdad, no me apetece escuchar nada de ella – Me alegró que Jackson dijese eso, aunque confiase plenamente en él, me seguía gustando saber que me elegía a mí.

- No yo tampoco, pero esa poco me importa ahora mismo, nos hizo mucho mal a todos. – En parte, Marco tenía razón, en el momento que intentaban joder a uno se metían con todos.

- Joder, para una vez que tengo salseo no os importa – Replicó Jason.

- A mí sí, yo quiero saber – Hablé, aunque ninguno se esperó que estuviese en la conversación, ninguno dijo nada.

- Dicen que Eli se quedó embarazada, pero como no era de uno de nosotros o de alguno de los ricachones con los que se acuesta abortó, por eso ahora quiere que nos la tiremos uno de nosotros para embarazarla y tener un hijo nuestro y que nos veamos obligados a estar con ella. – Relató mi hermano.

- Esa chica está loca, aunque sé por qué hace lo que hace, nunca lo entenderé. Yo que vosotros tendría cuidado en las fiestas que vayáis y ella esté presente, os lo digo como consejo – Opiné.

- ¿Por qué? Si nosotros decimos que no, no nos la vamos a tirar – dijo Marco.

- Porque igualmente os puede drogar o qué se yo y puede acabar por hacer algo que o es del todo ilegal.

-Entiendo por dónde vas, pero no te preocupes, este año no va a haber mucho tiempo para fiestas, tenemos que recuperar las asignaturas del año pasado y acabar la temporada para que podamos pasar a la universidad – Dijo Jackson tratando de clamarme, había notado a rabia contenida que había en mi voz al hablar de ella.

Pasaron unos veinte minutos cuando un móvil empezó a sonar. No era el mío ya que no era mi tono. Era el de Jackson. Fui a avisarlo de que lo estaban llamando, pero vi el nombre y me paralicé.

Solté el móvil y no dije nada más.

Comimos la tortilla que habían estado preparando y la verdad es que estaba muy buena. Disfruté mucho comiendo con todos juntos, me traía muchos recuerdos estar con ellos, aunque tuviese que fingir mi cara de pocos amigos hacia mi novio.

En el momento en el que acabamos y recogimos todo, Irina y yo nos salimos al jardín y estuvimos charlando un rato sobre el suceso de esta mañana. De vez en cuando, les echaba una mirada a los chicos, pero no decía nada. Pero en el momento en el que se nos acercaron no pude seguir fingiendo y les hablé de forma borde y cortante.

- ¿Puedo hablar contigo, Lara? – Me preguntó mi novio preocupado por el tono que había empleado.

Sin dudar, le dije que sí, necesitaba aclarar el motivo de la llamada. Sabía que Jackson es incapaz de ponerme los cuernos, igual que yo a él, pero esa chica nos había hecho tanto daño, que necesitaba saber por qué ahora lo llamaba.

Simplemente, Miami. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora