Capítulo IV.

55 8 0
                                    

-Y en las noticias recientes, un nuevo asesinato ha sido señalado en la zona de Ahyeon-dong ayer cerca de las 11 de la noche, las víctimas que aún no han sido identificadas son una pareja de jóvenes que se presunta rodean los 24 y 28 años de edad, según las pruebas forenses las víctimas fueron violadas y desgarradas uno a uno, ambos muestran el mismo patrón que los asesinatos anteriores en los cuales dos de sus dedos en la mano izquierda fueron arrancados, marcas de una fuerte golpiza por la zona de sus costillas y sus rostros totalmente desfigurados, la policía aún no ha dado declaraciones, estamos esperando los informes de la policía... y bla bla bla- Heechul terminó de leer aquella noticia en el periódico en sus manos y miró a todos quienes no decían nada mientras leían los informes en sus manos, se estiro luego de soltar un suspiro cansado y dejar el poco de papeles sobre la mesa.

-¿Quién reportó el asesinato?- preguntó Hongjoong con tranquilidad luego de algunos segundos, tomando nota de todo lo que fuera importante de aquella noticia en su computadora.

-El dueño de un restaurante de pollo hoy a las 5 de la mañana- respondió Wooyoung entregando los documentos a Hongjoong-  Me los entregaron antes de la reunión- murmuró explicando de esa simple manera el porqué no tenían esos datos- ¿Irás?

-Estoy yendo- afirmó Hongjoong poniéndose de pie luego de copiar lo base en su computador, entregando los documentos a los demás quienes comenzaron a pasar la información de igual manera. Un celular comenzó a sonar.

-Es el jefe- aviso Seonghwa revisando su celular- esta pidiendo la cabeza de Choi- mostró el mensaje en la pantalla en grande y Wooyoung solo pudo suspirar mientras negaba con su cabeza, poniéndose de pie.

-Debo ir. ¿Esta en su casa, no? - se apresuró tomando su saco y ver a Heechul quien asintió en respuesta, dando la autorización ya que no lo necesitaría en la cede por el momento.

-Iré contigo- apoyó Seonghwa poniéndose de pie para ir por su saco.

-No, necesito que busques las cámaras de seguridad del restaurante donde encontraron los cuerpos- le pidió y Seonghwa solo asintió comprendiendo de manera inmediata sus intenciones, saliendo de la cede con Hongjoong y Yeosang, quienes eran pareja en ese caso.

-Hani esta revisando los cuerpos, les avisaremos si sabemos algo más- prometió Heechul a los demás quienes se despidieron de Wooyoung mientras comenzaban a armar el informe final.

Al llegar al hogar del menor fue recibido con las puertas abiertas de par en par y mucha gente rodeando la casa, murmurando cosas entre ellos evitándole el paso. Con su ceño fruncido ordenó que se alejaran del hogar mientras mostraba la placa y todos huyeron del lugar dejándole la entrada libre. Al ingresar a aquellas cuatro paredes decidió cerrar las puertas por precaución de que alguien entrara o saliera a sus espaldas. 

La casa estaba destrozada y aquello lo sorprendió, miro a su alrededor y los pocos muebles estaban esparcidos por doquier, habían rosas rojas pisadas que guiaban un camino hasta la cocina y las escaleras. Aquello le dio mala espina, San no tenía flores en su casa cuando lo escolto a esta hace unos días atrás. Sacó y cargo su arma para comenzar a avanzar, decidiendo  guiarse por aquel camino y su primer ruta fue la cocina donde todo estaba en el mismo estado de la sala, sorprendiéndose al ver el horno microondas sobre el lava platos.

-¡San!- llamó al menor en voz alta, no recibiendo algún sonido en respuesta y escuchando un poco de eco al rededor- ¡Choi San!- volvió a llamar alzando su voz un poco más que la vez anterior, al obtener el mismo resultado salió de la cocina y comenzó a subir las escaleras con prisas al escuchar pasos en la zona de arriba de la nada, como si alguien hubiera comenzado a correr. Apunto hacía arriba cuando los pasos se acercaban a él y subió una grada más cuando vio la sombra de una persona acercarse a él- Oficial Jung, salga con las manos en alto- ordenó y solo pudo quedarse ahí, de pie frente a ese sujeto. Un tipo un poco más alto que él le miraba con una sonrisa siniestra, su cabello estaba cubierto por un sombrero y este cubría la mitad de su rostro, su cuerpo cubierto con una capa de color negra que llegaba hasta sus tobillos, dejando ver sus botas militares- manos arriba- le ordenó de todas maneras sin titubear, apuntando con su arma hacia su cabeza pero este a cambio le volvió a sonreír.

🅃🄷🄴 🄱🄾🄾🄺: ᴏᴘᴇɴ ʏᴏᴜʀ ᴍɪɴᴅ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora