Capítulo XII.

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Cada que su boca se abría, un mal presentimiento abarcaba su pecho y el ambiente se tensaba de una manera desagradable.

Era conocedor de que las personas solían expresar sus sentimientos a través de las metáforas, y por lógica no era tan literal lo que ellos decían en algunos momentos, como que sus corazones estaban rotos o iban a morir por un impacto fuerte en sus vidas. Pero de todas maneras, esto les ayudaba a expresar de alguna manera, con oraciones extrañas, lo que no podían hacer con simples palabras en ciertas circunstancias.

Pero con Choi San aquello casi nunca era así y por ende, no sabía si lo que venia a continuación era bueno o era malo, debido a que nunca sabían si este hablaba en serio o si era una metáfora la que estaba usando para expresarse. Lo que agravaba el asunto era que todos sus Altern eran similares en ese aspecto. Cada uno de ellos usaban algunas frases que los dejaba helados, tensos y con un mal presentimiento en sus estómagos y pechos que duraba todo el tiempo de interrogación o en casos como este, todo el día o durante más de 24 horas. Aunque claramente, el que más tenso los ponía era Heesung sin duda alguna, quien de cierta manera se sentía más que atraído por la expresión de matar por conseguir algo. Era aterrador.

-No es lo mismo pero no me quejo- afirmó Heesung al fin con una sonrisa de lado, viendo la paleta que le habían dado en lugar del cigarro. Ni siquiera sabe como Heechul logró convencerlo de probar con un dulce en su lugar mientras le explicaba con simplicidad que habían alarmas de humo en aquella sede y el cigarro las podría activar todas. Heesung aceptó aquella excusa e incluso pidió una de sabor uva.

No sabía porque Heechul tenía dulces en su consultorio de la sede pero se lo agradecía de todas maneras.

-realmente eres el más aterrador y me haces sentir tenso e incómodo- confesó Jung sin poder evitarlo mientras lo veía saborear la paleta en sus labios. De todas maneras, su humor aún andaba por los suelos luego de lo sucedido esa mañana con San.

-Jung Wooyoung- lo regaño Heechul con su ceño fruncido.

-Me alegra saber que causo ese efecto en ti- sonrió Heesung tomando los restos de la fotografía que Was había roto con anterioridad, restándole importancia a lo que fuera que saliera de su boca mientras comenzaba a armarla como si fuera un rompecabezas sobre la pequeña mesita que estaba frente a él- es interesante como la sola presencia de alguien te causa tantas cosas, ¿No?- preguntó cambiando de lugar la paleta en su boca- o con solo verlo- sonrió al ver la foto hecha, recostando su espalda en el sofá mientras cruzaba sus piernas, tomando la paleta en su mano y sacándola de su boca, viéndola con interés pero su postura relajada, como si nada importara.

-¿Podemos iniciar?- preguntó Heechul pese a todo, Heesung asintió.

-Era una pequeña casa, ahí vivían dos mariposas- murmuró Heesung con una sonrisa, ganando que el ceño de ambos se frunciera confundidos por aquello tan repentino- las mariposas tienen un tiempo de vida limitado. Pero había una mariposa decidido a vivir más tiempo y entonces, comenzó a tomar la vida de otras mariposas, como un vampiro- narró fingiendo escalofríos.

-¿De qué hablas aho...?

-Entonces a esa mariposa se le ocurrió un increíble plan: tomar todas las mariposas que pudiera y hacerlas trabajar para él- recordó con una sonrisa- Hubieron muchas mariposas que se unieron a él porque también querían vivir más tiempo, entonces obedecían a todo lo que esta mariposa ordenaba, no le importaba nada en realidad. Cortar las alas de las demás y dejarlas morir en agonía, desangrados sin poder intentar volar, ni siquiera podían correr porque sus cuerpos eran bañados con agua y así, las debilitaban tanto, que morían en ese lugar. Solas, sucias, sin alas y sin fuerzas, agonizando hasta que dejaban finalmente de respirar.

🅃🄷🄴 🄱🄾🄾🄺: ᴏᴘᴇɴ ʏᴏᴜʀ ᴍɪɴᴅ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora