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Hoseok no sospechó nada de lo que hizo ni había decidido. Tampoco iba a dejárselo saber, conocía a su mayor; le diría que estaba exagerando y que algún día llegaría a alguien que lo miraría con los ojos adecuados y sería feliz.

Pero aquellas palabras siempre eran repetidas cada que lo botaban, así que, Jungkook había perdido el optimismo por completo. También sabía que le recordaría que a Taehyung le gustaba y que, aparentemente, de buena forma. Jungkook no podía ver a Taehyung de esa forma; como un simple recordatorio que lo amaba.

No creía que mereciera usarlo de esa forma con lo amable que había sido con él.

Así que, solo observó a su mayor entrar brillando con los ojos echando chispas y una gran sonrisa. Jungkook se sintió verdaderamente contento con su apariencia y lo escuchó, como siempre, de forma atenta acerca de los avances que había tenido con Yoongi y la velada tan maravillosa que habían tenido.

Se sentía tan contento por él, pero como ya habíamos mencionado antes; el corazón era un traidor. Uno con el que convivías todo el día, todos los días, hasta tu muerte... Uno que iba en tu contra siempre y rara vez se ponía de tu lado.

Por ello, su traidor compañero de vida le entregó diversas punzadas de celos combinadas de dolor porque... Porque él no podría vivir lo de Hoseok jamás.

Jungkook no tenía una personalidad chispeante como la de su hyung, no tenía una buena reputación ni tampoco un cuerpo o un corazón que valiera la pena ver y cuidar. 

— ¿Qué cenaste? — Hoseok cuestionó entrando a su habitación, seguido por Jungkook. Jung dejó su mochila sobre su escritorio y se lanzó en la cama, palmeando justo a su lado para que su mejor amigo se acostara a su lado— ¿Qué hiciste?

Jungkook soltó una risa divertida antes de montarse en la cama, cayendo justo a su lado.

— Masturbarme —confesó y sonrió aún más cuando Hoseok arrugó la nariz.

— ¿Solo lo haces cuando yo no estoy? ¿Cómo aguantas? Porque yo no salgo mucho.

— Claro que lo hago, pero es más... Discreto y en silencio —se encogió de hombros.

— Ah, o sea que, ahora que me fui, ¿te masturbaste por todo el apartamento gimiendo para espantar a los vecinos? ¿O cómo?

El menor se carcajeó de forma natural, sintiendo que su corazón salía de la conversación, dejándolo respirar por un momento. Hoseok se cruzó de brazos mirándole desde su lugar y Jungkook solo dirigió su mirada hacia el techo.

Se sintió agradecido.

Al menos, en toda esa desgracia, su esperanza existía.

— No, claro que no. Solo no gemí en silencio, además, no soy muy escandaloso —confiesa sin mirarlo, tomando una gran bocanada de aire luego—. Además, me lo merecía; desde Mingyu nadie me toca.

— Gracias al cielo ya no lo hace, mas bien, no merecía algo tan bonito como eso —gruñe mirando el techo también—. Ni siquiera se merece a ese chico.

Recibió un silencio. Jungkook se imaginó a ese chico; seguro follaba con Mingyu, como él lo hacía. Pero había una gran diferencia: Mingyu lo miraría con ojos de amor mientras se desnudaba frente a él, y no con lujuria. Seguro se tomaría un momento para admirar su bien parecido, su cuerpo moldeado y lo besaría con ternura antes, durante y después. Seguro también le diría lo mucho que lo amaba. Seguro que le diría y le haría todo lo que jamás le dijo y le hizo a Jungkook.

— Es lindo, ¿no?

— Igual que tú; también eres bonito —Hoseok añadió rápidamente y Jungkook solo pudo reír, muy fuerte.

¿Cómo ser un buen novio? ♥️  𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora