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Las cosas entre ellos escalaron aún más y cada uno mantenía una idea diferente y errónea de lo que estaba pasando en su relación. La gente a su alrededor creía firmemente que eran amigos, tanto las personas conocidas como las desconocidas. De hecho, Jungkook dejó de ser la comidilla de la universidad en cuanto comenzó a juntarse con más personas que solo Taehyung y Hoseok. Nayeon se volvió su principal defensora y los argumentos que Yugyeom daba acerca de que no servía de nada burlarse de él cuando podía ayudaron a que la gente poco a poco se fuese olvidando del tema.

Así que, curiosamente, la gente volvía a estar mal: ellos dos no eran simples amigos. Mas no estaban en una relación amorosa y ni siquiera tenían límites. Ni siquiera pensaban en ellos, o al menos Jungkook no pensaba en ellos. Siendo totalmente inexperto y acostumbrado a vivir ese tipo de conexión, a Jungkook le parecía completamente normal lo que hacía con Taehyung.

La única diferencia es que no estaba siendo escondido, Taehyung daba la cara por él y que realmente lo quería. Y estaba tan enfrascado en su burbuja de felicidad que no podía ver más allá de eso. Pasó mucho tiempo hablándole a su psicólogo acerca de Kim y el señor Kung le había hecho una serie de preguntas que terminó por Jungkook concluyendo que Taehyung realmente le gustaba.

— Dime cinco cualidades que te gusten de él sin que tengas que mencionar su físico o su decencia humana.

Si hubiese sido otra persona y otra época, a Jungkook le hubiese costado responder, pero le hubiese dado miles de respuesta a él. Ahora, para Jungkook fue bastante sencillo responder.

— Me gusta la forma en la que se expresa —comenzó, mirándole a los ojos—. Me gusta que tenga iniciativa. Me gusta que me apoye. Y me gusta que sea gracioso.

— ¿Crees que él pueda aportar cosas positivas a tu vida?

— Ya lo está haciendo —respondió con una gran sonrisa y el doctor Kung le dio el visto bueno.

— Entonces, confiésate.

Ahí fue donde Jungkook se congeló. Y no pudo dejar de pensar en ello día tras día, con muchas opiniones de personas diferentes rondando por su cabeza.

Confesarse.

¿Estaría bien? Él sabía que le gustaba a Taehyung; sus besos, sus caricias y sus miradas lo delataban. La forma en como lo sostenía mientras follaban. Porque sí. Follar se volvió algo habitual entre ellos, no siempre lo hacían, pero a Jungkook le derretía demasiado como Taehyung siempre estaba dispuesto a conocer cosas nuevas, a entregarse e intentando seguir el ritmo.

El sexo entre ellos era magnifico, Jungkook no pensaba negarlo. Sin embargo, la sensación incomoda luego de tenerlo a los dos siempre los acompañaba y ninguno tenía una respuesta clara para ello. Con ambos siendo tan inexpertos en cuanto a relaciones, no tenían la menor idea de cómo mejorar aquello.

¿Qué pasaba si se confesaba y terminaba por arruinar su amistad con él? Jungkook no quería perder a Taehyung, pero tampoco quería seguir en aquel tipo de relación.

Nadie más que ellos mismos sabía lo que estaba pasando, así que Jungkook llegó a la conclusión de que necesitaba otra opinión. Y esta vez no fue a llamar a Hoseok, si no a Nayeon.

La chica había aceptado verle en una plaza y ambos pidieron unos licuados junto a unos postrecitos de los puestos que se encontraban ahí. Bajo la sombrilla encima de la mesa, ambos se refugiaron del sol para comer uno de los pastelitos, y Nayeon lo miró un tanto recelosa.

— No me invitaste precisamente para pasar el rato, ¿no es verdad?

Jungkook le dio una mirada antes de dirigirla hacia unos niños jugando sobre un tobogán.

¿Cómo ser un buen novio? ♥️  𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora