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No tomaron ni taxi ni autobús, solo caminaron unas cuantas aceras y cruzaron una calle hasta doblar en una esquina y entrar al parque más cercano del centro comercial donde estuvieron.

Por un momento, Jungkook creyó que Taehyung estaba loco porque faltaban diez minutos para las 10, así que dudaba mucho que vendieran comida callejera esa hora. Sin embargo, mientras más se adentraban al parque y se acercaron al centro donde había una fuente, descubrieron vendedores ambulantes con sus pequeños negocios móviles vendiendo desde comida hasta objetos como globos, regalos artesanales, juguetes y demás.

El olor a comida era agradable y el vapor que salía de las cocinas en los carritos lograba abrigarte en una sensación hogareña que te hacia ignorar lo frío de la noche y aquello enterneció el corazón de Jungkook, sacándole otra sonrisa.

— No tienes que comer pastel de pescado, de hecho —Taehyung dijo—. Hay más opciones, te dije lo del pastel porque es lo que a mí se me ha antojado.

— No hay problema —es su respuesta y lidera el camino hasta los puestos, acercándose para ver qué opciones tenía.

Un par de minutos luego, se encontraban sentados en una banca, no demasiado lejos de la fuente. Jungkook se había decantado por un sundae, sujetándolo por el palillo y disfrutando del sabor único que solo los vendedores ambulantes podían darle mientras que Taehyung tenía su palillo con el pastel de pescado. Ambos alimentos estaban calientitos y olían exquisito, por lo que ambos muchachos disfrutaron demasiado la comida.

— ¿Tienes alguna canción favorita?

La pregunta fue improvisada y Taehyung se quedó un largo rato pensando en alguna canción favorita. Jungkook esperó pacientemente, hasta que Kim sonrió con los labios sellados y asintió.

Home is far away.

Jungkook no la conoce, pero piensa, por un momento, que ha de ser bonita porque Taehyung es bonito, así que luego de tragar el bocado que tenía en la boca, le sonríe a Kim.

— Voy a escucharla.

— ¿Cuál es la tuya?

— No tengo una en específico, pero mi cantante favorito es Justin Bieber —responde con sus mejillas sonrojándose levemente y Taehyung asiente.

— He escuchado alguna que otra canción de él.

Jungkook y él siguen parloteando de cualquier cosa, hasta que Taehyung señala que tiene sed, así que se levanta para ir por un par de sodas, aunque Jungkook le dice que para él no es necesario.

Cuando se queda solo, Jungkook alza la mirada al cielo, observando detalladamente las estrellas. Inclina su espalda hacia atrás, sentándose perezosamente en la banca y sonriendo tontamente hacia la luna. Suspira contento y sabe que nada podría arruinar ese momento.

Taehyung regresa a él quejándose levemente porque las sodas están demasiado heladas y le queman la mano. Jungkook lo mira sin enderezarse, frunciendo el ceño un segundo antes de reír melodiosamente.

Mas su risa se detiene de golpe cuando ve que la otra mano, que debería estar libre, sostenía un pequeño muñeco blanco, parecía un conejo rechoncho y también se asemejaba a un pastel de arroz glutinoso. Le costó un par de segundos, en los que tomaba la bebida ofrecida y al muñeco también, darse cuenta de que se trataba de Molang, un personaje animado famoso.

Lo tomó con cuidado, dejando que Taehyung se sentara a su lado, abriendo la lata y, analizando al pequeño individuo, notó que sobre su cabeza había una cuerda lo que lo hacía un llavero. Miró a Taehyung que tomaba de su bebida con parsimonia.

¿Cómo ser un buen novio? ♥️  𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora