Jungkook y Hoseok llevaban ya dos años viviendo juntos en aquel complejo de apartamentos. Era un edificio de tres pisos bastante largo y ancho, con un pequeño parque privado en la parte de atrás. Los apartamentos eran bastante espaciosos, aunque no fueran enormes y estaba, en su mayoría, lleno de estudiantes universitarios.
Claro, no les pertenecían; todo era rentado. Sin embargo, no eran demasiado caros y estaban muy bien ubicados, además que contaban con buenas reseñas por los antiguos estudiantes que alguna vez estuvieron ahí.
Jungkook no era demasiado sociable, no luego de ganar aquella fama. Y a él realmente le impresionaba como un aspecto de su vida arruinado podía afectar a los demás porque a él realmente le costaba mostrarse ante los demás como realmente era. La gente lo llamaría hipócrita, él lo llamaba su mecanismo de defensa.
Así que, si Jungkook no tenía amigos aparte de Hoseok, tampoco tenía amigos fuera de lo académico. Ni siquiera en lo laboral porque tampoco trabajaba. Por ende, no conocía a muchas personas en el complejo. Sabía bien quienes eran sus vecinos, pero no es como si realmente se relacionara con ellos más allá de los saludos cordiales.
Intentaba ser lo más amable posible, pero también pasar desapercibido. Jungkook no intentaba entablar mucha conversación con los vecinos, aún si alguno de ellos hablaba completamente solo mientras él escuchaba y respondía con apenas tres monosílabos. Luego lo soltaban con una bonita sonrisa, él deseaba un buen día y se retiraba a su apartamento.
Ese día, sin embargo, encontrarse con la pequeña Nari hablando con el conserje en la recepción le sorprendió.
— Buenos días— saludó al portero que le sonrió amablemente—. ¿Hay correspondencia?
— Sí, sus facturas — el portero le entregó un par de sobres y Nari notó su presencia, girándose de golpe y acercándose rápidamente.
— ¡Jungkook! ¡Hola!
El azabache se giró, mirándola curioso y con una pequeña sonrisa.
— Hola, Nari, ¿no deberías estar en la escuela?
Jungkook desconocía la verdadera edad de Nari, pero estaba completamente seguro de que no pasaría de los doce años. Por lo poco que habían tratado sabía que la pequeña pasaba la mayoría del tiempo sola, lo que la había vuelto bastante independiente; más de alguna vez la había visto irse sola a su colegio, con su mochila en hombros y tomando el autobús.
Era bastante común encontrar niños de su edad haciéndolo, pero Jungkook sabía que Nari se veía obligada a hacer demasiadas cosas sola. Por ello pasaba demasiado tiempo en la recepción con el portero y los conserjes o pasando el rato en el parque.
Jungkook realmente no podía ignorarla o ser grosero con ella. Y sabía que tenerle lástima estaba mal, mas no podía evitarlo.
— Había capacitación de profesores hoy —ella explica y Jungkook nota la ausencia de su uniforme—. Estoy buscando formas de ganar dinero.
— ¿Para qué necesitas más dinero?
— Quiero una planta —ella responde y Jungkook comienza a caminar con ella a su lado, hacia el ascensor—. Bueno, otra planta.
— Ah, ¿sí?
— Sí; he hecho los deberes de mami en la casa para que ella me pague un poco, pero no podré conseguirlo hasta la próxima semana.
— ¿Y le preguntabas al conserje como ganar?
— Quería saber si ayudándole a limpiar el edificio me pagaba un poco, pero se negó; dijo que era mucho trabajo para mí.
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¿Cómo ser un buen novio? ♥️ 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜
FanficJungkook sabe como coquetear, como besar y como tener sexo, sin embargo, nunca ha tenido un solo novio, ni uno solo. Y este hecho lo único que genera es darle una muy mala reputación, una en la que él mismo se enfrasca tanto hasta hacerlo creer que...