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En cuanto llegaron a la casa de Taehyung, se sorprendieron por encontrar a los padres del mayor esperándolos en la mesa con tazas de té en sus manos. Los señores Kim habían sido informados acerca del noviazgo de ambos chicos, por lo que su madre no tardó en empujar a su marido a que conociera a Jungkook.

Jungkook se sentía un poco apagado por el altercado del mediodía, pero de pronto su... ahora suegra y su suegro le hicieron preguntas acerca de lo que le gustaba, sus sueños y qué tipo de música lo hacía bailar. Sentado al lado de ellos, su mal humor disminuyó por completo y se río hasta que no pudo más. Antes de irse, ambos señores volvieron a felicitarlos y a bendecir su noviazgo antes de retirarse diciendo que volverían otro día.

Taehyung se quedó un momento más hablando con ellos mientras Jungkook se excusaba con desear tomar un baño. Una vez listo, tomó su cuaderno y sentado en la cama de Taehyung continuó un dibujo acerca de un diseño de interiores que llevaba tiempo rondando por su cabeza.

Su novio subió a la habitación, tomando sus cosas para ducharse e informándole que hablarían después. Jungkook aceptó en un suspiro, algo renuente a querer hablar, pero recordaba la conversación que habían tenido antes de ser pareja así que... No había remedio.

Taehyung salió un rato luego, se sentó junto a él en la orilla mientras se secaba el cabello y comenzó a hablar.

— Hay cosas que puedes pedirme y yo las haré gustosamente—su voz es tranquila, pero firme—. Pero si me pides que no te defienda, voy a fallarte.

— Vas a cansarte y luego te cansarás de mí.

Jungkook ni siquiera lo miró cuando dijo y Taehyung se adentró más a la cama, acercándose lo más que podía hacia a él. Con sus dedos tamborileó el cuaderno del menor, pidiéndole que lo dejara de un lado y lo mirara a la cara. Jungkook lo hizo y su premio fue un beso en la nariz y otro en la línea de su mandíbula, provocando un suspiro en sus labios.

— ¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti? —Jungkook negó—. Cuando hablas de algo que te gusta o interesa, te ves tan precioso mientras te emocionas. Y hablar es tan simple, pero me fascina eso de ti. ¿Crees que algún día tendré suficiente cuando tu simple hablar me enternece?

— Tae...

— Jungkook, sé que tú y yo no tenemos experiencia en esto, pero algo me dicta que es contradictorio permitir que te dañen y luego proclamar que te amo. Nada en mí soporta que alguien diga palabras tan horribles sobre ti. No puedo permitirlo...

Jungkook bajó la mirada y recordó el feo sentimiento que sintió cuando Mingyu le tiró la comida a Taehyung. Incluso cuando el chico lo miró suplicante, lo único que Jungkook fue... Ira. Nada de lo que alguna vez sintió por Mingyu lo detuvo o apareció en ese momento para no sentirse completamente furioso con él.

Entonces, su cerebro creó escenarios donde lastimaban con palabras o golpes a Taehyung y se sintió estúpido al entender que él no podría quedarse sin hacer nada. Así que alzó de nuevo la mirada hacia a su novio y se abrazó a él con fuerza, logrando que cayeran en el colchón con Taehyung de espaldas. Se enredó a él lo más que pudo y lo miró a la cara.

— Tienes razón... Lo lamento.

— No pidas disculpas —Taehyung le acarició el rostro—. ¿Estamos bien?

— Estamos bien.

— ¿Seguro?

— Seguro.

Taehyung picó su nariz con un dedo y luego sonrió.

— ¿Qué quieres de comer? Cocinaré lo que quieras.

— ¿Puedes hacer sushi?

— Uhm... Veré que puedo hacer.

¿Cómo ser un buen novio? ♥️  𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora