Choi BeomGyu, ¿qué decir de Choi BeomGyu que no sepamos ya? El arriesgado motorista maleante, alcohólico, celoso, peligroso y lujurioso... Pero, ¿hay algo más que pueda esconder el desagradable chico? Quizá lleve años pero _____, la chica que intent...
Pasé una media hora sola sintiendo el coche temblar. Tuve que dejar de apoyarme en el coche si no quería dejarme el cerebro hecho un sorbete. Miré la siguiente canción que venía y sentí una sombra frente a mi. Levanté la mirada y ahí estaba ese tal TaeHyun mirándome con una pequeña sonrisa. Aparté mis cascos rápidamente y fui a levantarme por si tenía algo que decirme pero en cambio él se sentó a mi lado.
—¿qué tal estás? Te ví apartada, ¿tampoco te gustan las fiestas?
Le miré sorprendida y negué varias veces.
—sólo estás aquí por ellas, para cuidarlas, ¿no es así?
Asentí girando mi cuerpo para mirarle directamente.
—¿estás aquí para cuidar a YeonJun?— pregunté entonces yo.
TaeHyun asintió varias veces suspirando y mirando sus manos llenas de aceite carburante.
—De él y de BeomGyu, me encargo de revisar sus motos antes de cada carrera, ellos en realidad son unos buenos chicos pero... necesitan de mi para estar aquí.
Le oí curiosa queriendo saber a que se refería con que necesitaba de él para estar ahí. Él me miraba con ojos inocentes y la luz de la Luna los hacía brillar de más.
—debes tener cuidado por aquí... Cualquier chico puede ficharte para ser su recompensa... Si en algún momento te preguntan con quién viniste, di que viniste con Choi YeonJun o Choi BeomGyu y estarás cubierta. —¿A eso de refería YeonJun cuando me dijo que estaba cubierta? —pregunté curiosa. —seguramente sí, aquí como ya has podido ver hay unos grandes y extravagantes personajes así que trata de tener cuidado... ¿Cuál es tu nombre? —_____, me llamo ______.— dije sin dudarlo al sentir confianza con él. —bien, _____, ten cuidado, ¿vale?
TaeHyun esperó a mi lado hasta que mis amigas volvieron al coche dando tumbos. Entonces y solo entonces el chico que anteriormente había entrado con HwanJo salió y se fue. Todas se montaron de sopetón y me levanté rápidamente para subirme al asiento del conductor antes de que hubiera cualquier accidente. TaeHyun se despidió con la mano, ondeándola suavemente mientras yo arrancaba y hacía lo mismo desde el asiento del piloto.
Conduje hasta casa de DongHak y las dejé allí ayudándolas a entrar una por una. Miré la hora: las seis de la madrugada. Suspiré cansada y tomé rumbo a mi casa a pie. Una moto azul pasó con rapidez a mi lado, derrapando para volver a colocarse a mi lado. Mi corazón se encogió pensando lo peor y entonces le miré, él alzó el cristal de su casco ralentizando su velocidad. Pude ver sus ojos con dificultad pero pude reconocer rápidamente su mirada: Choi BeomGyu.
Decidí ignorarle y seguir caminando hacia mi casa, pero a pesar de eso él seguía acompañándome. Me inquietaba hasta cierto punto hasta que finalmente llegué a mi casa y fue entonces cuando aceleró y pudo tomar perfectamente los 100 km/h en apenas cinco segundos.
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A la mañana siguiente, más bien, ese mismo día ya amanecido, unos diez mensajes aparecieron en la pantalla de mi móvil.
[DongHak] —chicas, hoy fiesta en mi casa por la noche.
[SeoHee] —¿otra fiesta más? No puedo perdermela. —será mi gran oportunidad de estrenar modelito para llamar la atención de YeonJun.
[HwanJo] —yo ya te dije que no cae tan fácilmente pero tu verás.
Suspiré. Apenas acababa de despertar y ya había sido invitada a una fiesta en la noche la cual parecía ser una súper fiesta, pues claro, casa sola... Me metí al baño para comenzar a ducharme quitando todo rastro de maquillaje con el que dormí el día anterior y el olor a gasolina de mi pelo y preparé la ropa que llevaría además de la de la noche.
Todo el día anduve cómoda con unos leggins y una sudadera y entonces ellas pitaron para que yo saliera a montarme en el coche. Me subí con mi bolsa entre mis brazos y las saludé. Ellas me miraban raro ya que no me había arreglado nada, esta vez iba muy yo. Señalé la bolsa para que entendieran y todas asistieron.
Al llegar a casa de DongHak comenzamos a hacer espacio moviendo las mesas hacia las paredes, limpiamos la cocina y el baño y llevamos todo el alcohol que beberían en la noche.
Pronto todas comenzaron a mirar sus outfits en el espejo: ese día ellas solo esperaban que algún chico guapo se acercara. Yo en cambio subí entonces a cambiarme. Mi ropa constaba de unos zapatos de plataforma pequeña, una falda verde neón y negra y un top verde pastel. Me maquillé frente al espejo y bajé cuando ya había un par de personas por la casa. Ya estaban llegando.
