Choi BeomGyu, ¿qué decir de Choi BeomGyu que no sepamos ya? El arriesgado motorista maleante, alcohólico, celoso, peligroso y lujurioso... Pero, ¿hay algo más que pueda esconder el desagradable chico? Quizá lleve años pero _____, la chica que intent...
Habían pasado unas dos semanas aproximadamente desde que BeomGyu salió del hospital y honestamente no supe mucho más de él más allá de los viernes. No respondía mis mensajes y siempre tenía que acabar preguntándole a YeonJun, cuyo tono apenado al responderme me hacía pensar de más.
Cada viernes pasábamos un rato juntos. Me recibía con un costoso abrazo que yo siempre creí que era estrecho y daba un par de besos en mis labios antes de irse. Pero mi gran duda surgía entonces. Si estaba lesionado y no podía montar en la moto aún... ¿Dónde iba?
De nuevo era viernes y en efecto aquella estructura volvió: me abrazó, comenzó por aquello tan simple que a mí me hacía sentir feliz e importante, pero definitivamente para él no era nada del otro mundo.
—Hoy has llegado antes.—Dijo él. —Así es, las chicas quisieron venir antes para ver a YeonJun. —¿Tú también?— Me miró alzando a una ceja.
Negué con una pequeña sonrisa coqueta y coloqué su cabello detrás de la oreja, logrando causar una pequeña sonrisa incómoda en su rostro.
—Yo he venido a verte a ti.— Sonreí ladeando mi cabeza.
Dejó escapar una pequeña risa en un suspiro, yo reí al oír aquel sonido que para mí era tan dulce que me era imposible diferenciar la saciedad de mi en su voz.
—Voy a ir ya con YeonJun, ¿vale, preciosa?
Yo asentí con una sonrisita más tenue en mis labios, que se fuera con YeonJun significaba que no volvería a verle en toda la noche, más bien, en toda la semana. Sentí unos labios sobre los míos que me hicieron salir de mis pensamientos, cambiando mis labios en un pequeño piquito disfrutando de aquel .
—Ten cuidado por aquí, si necesitas algo, no dudes en llamarme a mi y a YeonJun.
Asentí lentamente ayudándole a ponerse en pie y vi como se alejaba lentamente con cuidado de caer en aquellas, aún inestables, muletas.
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Estaba con TaeHyun de nuevo mientras trataba de olvidar la desaparición de BeomGyu. Él fue el único en fijarse en las ojeras que llevaba bajo mis ojos de adorno y trató de darme el trato más suave que pudo pero entonces apareció un chico vociferando el nombre de BeomGyu. YeonJun fue el primero en acercarse y contarle la situación pero el chico se negaba a colaborar, él quería la revancha, por su culpa había perdido a su chica "trofeo". YeonJun se ofreció a correr con él a cambio de una considerable cifra de dinero y el tipo aceptó, pero ahí no acabó la cosa al ver que tomaba a una chica cualquiera.
—Será una carrera de eslabón, es un trato. Si tu ganas te daré el dinero, si no, me quedaré con la chica que elijas.
Era la primera vez que oía hablar de ese tipo de carreras. Me giré a mis amigas y la mayoría trataron de evitar que YeonJun siquiera las mirara sin embargo, a mí me podía más la empatía que el miedo.
—Yo seré tu eslabón, Jun.
YeonJun se acercó apuntándome con un dedo acusador.
—Tú no vas a hacer nada, ¿me oyes?
El chico nos miraba expectante con una sonrisa sarcástica.
—¿Qué? ¿Tienes miedo de perder, no? Escógela, me gusta.
Sentí un escalofrío de repulsión recorrer mi cuerpo y yo misma me dirigí hacia la moto de YeonJun. TaeHyun trató de pararme.
—No hagas esto _____, es peligroso, si YeonJun pierde a saber qué puede hacer contigo ese hombre... —Sí, pero si gana YeonJun, ese hombre dejará en paz a Beom.
TaeHyun palideció al oírme pues sabía que ya era demasiado tarde para mí. YeonJun discutió por un momento con el hombre y se acercó con la vista nublada de ira hasta mí. TaeHyun tomó una banda, la colocó sobre mis ojos y yo fruncí el ceño al sentirlo.
—TaeHyun, ¿qué es esto? —¿No sabes las normas? —Tomó una gran bocanada de aire. — la chica va amarrada de espaldas con los ojos vendados. No puedes agarrarte a YeonJun y debes mantener todo el equilibrio que puedas o podéis volcar juntos.
Tragué con dificultad y miré a YeonJun quien ya había arrancado la moto. TaeHyun me ayudó a subir de espaldas y en esos momentos agradecí mentalmente el haberme puesto falda pantalón ese día. Tomé aire tratando de calmarme.
— Eres una idiota, ______. Una completa idiota, lo estás haciendo todo por un gilipollas de cuidado.— Espetó YeonJun.
TaeHyun volvió con la cuerda que nos iba a unir a YeonJun y a mí. Pegué mis brazos a mi cuerpo y comenzó a pasar la cuerda repetidas veces por el torso de YeonJun y por el mío junto con mis brazos. Sentí que mis manos en ese momento si que comenzaron a temblar y noté como la moto se movía lentamente: se estaba colocando en la salida. YeonJun habló.
—No me conoces de nada, y lo sé, pero confía en mi. No voy a dejar que te pase nada, solo... armoniza conmigo. —¿Cómo que armonice contigo?
No le dio tiempo a responder cuando la moto ya se había puesto en marcha a toda velocidad. Una fuente de adrenalina recorrió desde mi pecho hasta todo mi cuerpo. Me costaba respirar y cerré mis ojos con fuerza a pesar de llevarlos cubiertos. El otro chico nos sacaba ventaja y podía notarlo por el sonido a lo lejos de la moto. Mordí mi labio tomando aire suficiente para gritar.
—¡YeonJun, acelera sin miedo!
Supe que me oyó cuando sentí la moto acelerar por el cosquilleo que recorría mi estómago y entonces entendí a lo que se refería con armonizar con él: yo debía hacer un poco de contrapeso para no volcar. Cuando se dio cuenta de que logré entenderlo comenzó a acelerar.
Curvó la moto sorpresivamente en una curva, cosa que me pilló de imprevisto y la moto se tambaleó por unos segundos. Aspiré con miedo a caer pero YeonJun mantuvo lo más rápido que pudo la moto de nuevo recta y logramos pasar la meta los primeros, lo deduje puesto que todo el mundo gritaba y YeonJun golpeó el tanque de la gasolina gritando.
Comenzó a bajar la velocidad de la moto y sentí mi mundo dar vueltas. TaeHyun corrió a desatarnos y quité mi venda de los ojos. Mi vista se nubló por unos segundos y traté de apoyarme en TaeHyun para bajar pero perdí el equilibrio y la fuerza, haciendo que Tae me cogiera en brazos antes de estrellar con el suelo. BeomGyu en lugar de preocuparse por mí, simplememente se quedó allá donde él estuviera.
TaeHyun me llevó caminando torpemente en brazos hasta el coche, donde me apoyé en el capó y me dejé caer al suelo. Segundos después llegó YeonJun hasta nosotros con el rostro decaído.
