Choi BeomGyu, ¿qué decir de Choi BeomGyu que no sepamos ya? El arriesgado motorista maleante, alcohólico, celoso, peligroso y lujurioso... Pero, ¿hay algo más que pueda esconder el desagradable chico? Quizá lleve años pero _____, la chica que intent...
Al lunes siguiente, un lesionado BeomGyu estaba frente a la universidad seguido de un grupo de chicos que no daban buena espina de nignuna de las maneras. Pasaban por aquel patio que daba hasta la puerta de entrada como si fuera su lugar, marcando territorio y ganándose todas las miradas de alrededor. Nadie por supuesto nadie se esperaba qué iba a pasar después, era algo digno de una película de Hollywood.
Esos chicos entraron junto a BeomGyu a la universidad y se quedaron analizando alrededor disimuladamente mientras esperaban aquella señal de su "lider" que pronto giró su cabeza sonriendo a todos y a cada uno de los chicos.
—Bueno, chicos, vamos a ello.— Sonrió caminando por el pasillo introduciendose cada vez más y más en la institución.
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Un fuerte estruendo se escuchó en el pasillo que me hizo espabilar al momento de aquella clase en la que me estaba adormeciendo. Miré a Kai buscando alguna explicación sobre qué había sido ese ruido y pronto se escucharon gritos y movimiento en el pasillo.
La profesora y varios alumnos más se asomaron, entre ellos Kai, que me pidió que me quedara sentada. Le miraba buscando alguna mueca que me explicara qué estaba pasando pero en cambio perdí de vista a Kai que salió al pasillo dejándome en la clase exclamando su nombre.
Golpes en las taquillas y en las paredes que hacían eco por los pasillos, el sonido de sprays de graffiti acompañaban todos los golpes y las risas que se oían a lo largo del corredor. Los pasos fuertes se escuchaban cada vez más cerca mientras que la palabra "seguridad" retumbaba en todas partes por los gritos de los profesores que trataban de calmar la situación.
Desesperada y preocupada por Huening decidí salir, arrepintiéndome al momento al encontrarme de frente con uno de los chicos que estaba con BeomGyu en el hospital aquella vez que sopló mis ojos. Abrí mi boca sintiendo una mala impresión en mi pecho tras eso y corrí a buscar a BeomGyu para parar todo aquello que estaba haciendo.
Las paredes tenían pintadas, las taquillas, los trabajos de otros cursos, las pizzarras de anuncios e incluso el suelo. Varias taquillas estaban tiradas por el suelo, mochilas, la fuente de agua estaba rota y mojaba el suelo de la universidad, logrando que casi resbalara en el gran charco.
—¡Choi BeomGyu!
Grité su nombre con una fuerza que podía desgarrar perfectamente mi garganta.
—¡Querida ______! —Oí de vuelta con una risa burlesca.
Busqué de donde venía y logré encontrar a aquel chico que aún con muletas estaba garabateando otra pared con el pseudónimo de Ben. Cogí aquel spray y lo tiré lejos de él.
—¡¿De qué cojones vas?! ¡¿Qué coño estás haciendo?! —Grité al borde de la ansiedad. —¿Yo? Hacer que te arrepientas de no haber estado a mis pies como debías.
Mi nombre hizo eco por los pasillos, sabía que no era la voz de Kai por lo que cuando me giré me encontré con el director y dos policías a su lado. BeomGyu trató de escapar pero de obvia manera con muletas no iba a llegar muy lejos. Redujeron a BeomGyu en el suelo mientras que el director se acercaba a mi para pedirme explicaciones, a lo que yo apenas atinaba a responder.
Ambos fuimos llevados a dirección junto a los chicos que estaban allí, excepto los que lograron escapar. BeomGyu y yo estábamos delante del escritorio mientras que el señor, con sus manos en la cabeza buscaba respuestas.
—Señor, yo... de verdad, ni siquiera entiendo por qué este ser ha querido hacer eso, pero yo no tengo nada que ver, se lo prometo. —______, ______, deja de mentir.—Habló BeomGyu mirándome con una sonrisa.— Me pediste que hiciera esto porque querías acción en tu vida.
El director dio un fuerte golpe que me hizo sobresaltarme al oírlo, BeomGyu estaba completamente tranquilo y eso me repugnaba.
—______, necesito que seas completamente honesta o tendremos que tomar la peor decisión para ambos.— Un silencio incómodo llegó a la sala.— ¿Qué relación tienes con él? —Ninguna. —Respondí completamente segura de mis palabras. —¿Cómo que ninguna? ______, estamos en esto juntos, no puedes dejarme solo en esto ahora... Señor, yo soy su novio.
El director volvió a llevar sus manos a su cabeza sin saber qué hacer en aquel momento. Negó tratando de llegar a un veredictojusto a pesar de que todos sabíamos que iba a pasar por mucho que yo tratara de justificarme: lo más fácil, expulsarme, y eventualmente fue así.
—Señorita, me temo que no hay pistas suficientes para corroborar su versión, no más allá que los destrozos que este chico ha hecho en la universidad... Tendrán que pagar una multa de 5,000 euros cada uno para arreglar los desperfectos y... queda expulsada permanentemente de esta universidad. Lo sentimos mucho... su matrícula queda anulada desde este momento.
Mi corazón en aquel momento se rompió en mil pedazos y me levanté saliendo de aquel lugar lleno de destrozos mientras veía todo lo que habían hecho. BeomGyu venía detras mía gritando mi nombre hasta que me giré y hablé con toda la furia que tenía en mi interior.
—¡Cállate! ¡Cállate, cállate, cállate! ¡Te odio tanto! ¡Te odio, vete lejos de mi vida, fuera!
Me acerqué hasta él, que ni retrocedió ni adelantó y crucé su rostro con un fuerte golpe.
—Mi mayor error fue conocerte, me has arruinado la vida.
Tras eso logré oír las voces de Kai y SooBin llamándome, pero yo no tenía ganas de hablar, al menos no en ese momento.
