Choi BeomGyu, ¿qué decir de Choi BeomGyu que no sepamos ya? El arriesgado motorista maleante, alcohólico, celoso, peligroso y lujurioso... Pero, ¿hay algo más que pueda esconder el desagradable chico? Quizá lleve años pero _____, la chica que intent...
Había pasado aproximadamente un par de semanas desde aquella propuesta por parte de Jay. Llevábamos el proyecto del córnico adelante y las clases parecían transcurrir con toda la normalidad del mundo, a decir verdad, demasiada y se hacía aburrida.
Seguía hablando con YeonJun y con Hyuka, pero podía sentirme lejos de ellos. Por supuesto sabía que YeonJun había asumido el no estar conmigo y Huening Kai parecía haberse acosumbrado a mi ausencia. En realidad me entristecía la idea de que ellos pudieran estar mejor sin mí.
La buena noticia es que BeomGyu ya no era un problema ni en mis pensamientos ni en la realidad. Había vuelto a centrarme en mis estudios y hasta cierto punto Jay me parecía bastante atractivo. A pesar de eso, tomarle cariño sería para nada porque tenía muy claro que cuando acabara la carrera volvería a casa con mis amigos si es que ellos me seguían queriendo allí.
Y entonces un balde de agua fría cayó sobre mi: ¿Y si cuando vuelva no significo nada para ellos? Esa pregunta retórica encogió mi corazón. Fijé mi mirada en la pantalla que proyectaba los apuntes sin leer nada, únicamente veía las imágenes y las letras pasar de diapositiva en diapositiva hasta que se puso en blanco y una mano se agitó frente a mi cara.
—Kevin llamando a _____, Kevin llamado a _____. —Am, sí sí, dime Kevin. — Levanté mi vista para mirarle. —Vayamos a comer, los del club ya están allí esperándonos.
Me levanté cogiendo mi portátil y juntos fuimos hasta la cafetería donde efectivamente ya estaban los demás y de pura casualidad, un sitio al lado de Jay estaba libre, cosa que me resultaba sospechosa.
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Me senté junto a Jay quien me recibió con una bonita sonrisa que le devolví. Varias conversaciones se establecieron en la mesa gracias a la confianza que había entre nosotros en ese momento. Jay giró su vista hacia mi, ausentándose de la conversación.
—¿Quieres venir hoy para empezar a tomar medidas? Me queda poco tiempo y ya tengo el diseño en mente. ¿Te apetecería o estás muy ocupada?
Ladeé mi cabeza tratando de hacer memoria sobre si tenía algo que hacer o no. SinB ya me había dicho que en realidad no necesitaban una modelo como tal, cosa que me hizo sonreír sabiendo que en realidad lo había hecho como una excusa. Yo asentí lentamente dándole a entender que si quería y su rostro se iluminó con una sonrisa.
—Nos iremos a la salida del club, mi casa no queda muy lejos de aquí. —Está bien, iremos a la salida del club. Pero no puedo volver muy tarde al apartamento, eh. —No, no, no. Yo te llevaré de vuelta antes de las diez lo prometo.
Sonreí satisfecha con su contestación y asentí mientras llenaba de nuevo mi boca de comida. Jay dio un suave apretón a mi pierna de emoción y continuó comiendo e interactuando enn la conversación de los demás más animado que nunca, cosa que me causó gracia.
Tras eso nos dirigimos al club, cruzándome de casualidad con EunHa. Me paré a saludarla mientras los demás chicos seguían caminando y le avisé de que no iría al piso después del club. La curiosa mirada de la más bajita se dirigió al chico que estaba a unos metros esperándome y sonrió traviesa mientras asentía.
—Entiendo, entiendo... ¡Pásalo bien!
Su tono y la manera tan alta en la que lo dijo me hizo enrojecer levemente y chasquear la lengua y tras eso volví a dirigirme a Jay para seguir caminando juntos hasta el aula del club. Íbamos en silencio (nada incómodo) escuchando los pasos del otro hasta llegar al aula y sentarnos. Yo estaba en busca de un estudioso de la lengua al que poder hacer una entrevista cuando mi teléfono se iluminó, dejando ver un mensaje de Jay.
[Jay]
—Oye ¿Nos vamos? Yo ya he acabado mi parte.
[______]
—A mí aún me queda un poco. Estoy buscando a alguien más para entrevistar y terminar con mi parte del trabajo.
Un resoplido se escuchó en toda la habitación y Kevin se giró a mirarlo con la ceja alzada mientras le veía con el teléfono en la mano.
—¿Acabaste su parte? —Hace un rato, Kev. —Confesó el moreno.— ¿Podría salir antes? —Claro, claro, ve.
Jay se levantó de la silla terminando de recoger y pasó por mi lado, dando un pequeño golpe en mi mesa que me hizo mirarlo. Sonrió al ver que había cumplido su cometido y salió del aula dejando la mirada de Kevin clavada sobre ambos.
—______, si quieres ir con él, yo puedo encargarme de buscar un entrevistado. —No. Yo haré mi parte del trabajo. Ya encontré a uno de todas formas. —¿Y para qué más? ¡Venga recoge tus cosas y ve con él!
Solté una pequeña risita y me levanté de mi sitio cogiendo el portatil. Salí del aula y ahí estaba él esperándome. Se acercó a mi y tomó la mochila que llevaba en un hombro para quitarme peso de encima.
