Choi BeomGyu, ¿qué decir de Choi BeomGyu que no sepamos ya? El arriesgado motorista maleante, alcohólico, celoso, peligroso y lujurioso... Pero, ¿hay algo más que pueda esconder el desagradable chico? Quizá lleve años pero _____, la chica que intent...
Llegué de vuelta a los dormitorios y únicamente había llegado SinB a la habitación. Me acerqué para preguntarle cómo había ido en su día y en qué club se había unido pero no dio tiempo a que contestara cuando una bajita gritona entró en la habitación.
—¡Hola a todas!—Saltó para tirarse en la cama de SinB. —Hola EunHa. ¿Qué tal ha ido vuestro día? —Muy bien, de hecho se hizo hasta aburrido tener las típicas charletas de introducción.—Habló la más alta. —Yo me quedé dormida.— Una pequeña risa traviesa escapó de la de mejillas gorditas. —En realidad con cada nueva introducción yo estaba como que un poco ida también.— Confesé riendo. —¿A qué actividad os habéis unido? Yo me apunté a dibujo.— Añadió EunHa moviendo sus pies de arriba a abajo. —Yo me uní a costura.— Habló SinB mientras asentía. —Hay un chico de mi club que está en diseño de la moda, quizá os lleguéis a ver— Sonreí mientras asentía recordando la intensa mirada del chico— Yo me uní al taller de investigación de idiomas.
Ellas me miraron con cara de sorpresa ¿de verdad iba a unirme a un taller con tan poca actividad de desarrollo creativo? efectivamente sí. Dibujar nunca había sido mi fuerte, coser tampoco, ni siquiera sabía combinar mi ropa, siempre lo hacían mis amigas por mí. Lo único que me gustaba y que además llamaba mi atención era la literatura y las lenguas, y podía sonar cliché, pero era así. Entonces llegó UmJi entre suspiros y alzó sus brazos en señal de victoria.
—Superé el primer día. Mi madre no me creerá si se lo cuento.
Las tres soltamos una al verla tomarlo tan en serio. Le hicimos un sitio a nuestro lado mientras comentabamos de nuevo cosas llamativas de nuestro día, pero lo único llamativo para mi había sido al llegar al club. El pensar en aquel chico de ojos grandes me hizo acordarme de YeonJun y de Hyuka, por lo que rápidamente me levanté para llamarlos y contarles cómo había ido el día y que ellos me contaran igual. Cada "te echo de menos" dolía más que el anterior y me daba aquel sentimiento de añoranza que me causaba el recordar que estaba lejos de ellos y que así sería durante un tiempo, un largo tiempo.
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Al día siguiente de nuevo estábamos de camino para la universidad mientras íbamos tomando un café buscando algo que lograra mantenernos despiertas. Fuimos despidiéndonos según íbamos llegando y entonces a lo lejos logré escuchar que alguien llamaba mi nombre. Me giré y vi a Kevin agitando efusivamente sus manos. Reí por sus expresiones y le esperé para ir juntos a la clase.
—Me parece interesante que estemos en la misma clase y ni siquiera me haya dado cuenta de eso. —Definitivamente, aún así se te ve una persona algo distraída así que creo que es normal.—Comenté divertida. —¿Algo distraído? date tiempo para conocerme mejor, ya verás como no es algo, sino muy.
Ambos soltamos una risita y entonces YuJu llegó, sentándose a mi otro lado. La saludé y le presenté a Kevin para ampliar un poco la amistad que podríamos crear en aquella carrera. Clase, tras clase, tras clase, tras clase... Hasta que finalmente llegó aquel momento del día en el que tendríamos algo de libertad yendo a los clubes.
Kevin y yo fuimos juntos hasta la cafetería antes de entrar al club. Me comentó que habló con los anteriores miembros del club, que eran de cuarto de carrera, y le aconsejaron crear un vínculo más allá de lo que se estudie en aquel club, porque con confianza y esfuerzo podíamos llegar a presentar proyectos u organizar viajes para revivir culturas.
Kevin abrió la puerta por mí, dándome lugar para pasar antes y entonces a lo lejos logré diferenciar la azul cabellera de Alexa. Kevin y yo nos dirigimos hasta aquella mesa donde ya estaban los demás. La mirada de Jay volvió a posarse en mi y me hizo sentir nerviosa. Me senté junto a Alexa, dudábamos que podíamos almorzar, mirábamos la carta una y otra vez mientras nos decidíamos. Yo opté por un plato de pasta y por eso me levanté para ir a pedir, pero algo que no esperaba en aquel momento es que Jay se levantó a la misma vez que yo.
