Salimos de nuestro hotel, estábamos a unos 20º aproximadamente y yo me encontraba sudando de las manos, tal vez eran los nervios que me estaban traicionando. El chico me tomo de la mano, sentí una pequeña ráfaga de electricidad pasar por todo mi cuerpo. Caminamos derecho con el Valet Parking que al momento de ver a Carlos le ofreció un juego de llaves mostrándonos un ferrari color rojo enfrente nuestro. ¿Los pilotos siempre viajaban con un carro o que mierda?.
El chico me volteo a ver antes de caminar asintiendo con la cabeza preguntándome si todo esta bien. ¿Se me notaban los nervios tan lejos?.
Aun con su mano entrelazada con la mía caminamos hacía el Ferrari rojo, el chico me abrió la puerta para entrar en este y cuando estuve adentro la cerro con cuidado, subió al piloto y nos fuimos.
Verlo tan concentrado mientras manejaba era un martirio, el hecho de tenerlo cercas y querer besar sus labios... No, Gen, no pienses en eso, son amigos. No necesitaba salir lastimada de nuevo creyendo que pasaría algo cuando tal vez esto no era así. ¿Porque el corredor de Ferrari de la formula 1 quisiera salir conmigo teniendo cientos de modelos y chicas detrás de el?. Las inseguridades podían jugarme siempre en contra y esta vez estas estaban ganando.
- ¿A donde iremos?- le pregunte para mantener mi mente ocupada en otra cosa.
- Un restaurante que se que te gustará - me dijo aun sin mirarme.
Comencé a ver por la ventana, ¿Ustedes habían visto Bareín alguna vez en su vida? Por dios, nada que ver con México. Carlos poso su mano en mi pierna haciendo girar mi vista a su mano y luego hacía él que me regalo una mirada tierna.
Llegamos al restaurante donde el valet parking me abrió la puerta, para mi suerte el restaurante no era tan elegante, si no hubiera muerto de pena al no estar vestida de manera adecuada. El español no me dejo caminar ni un segundo sola al momento que llego a mi lado y tomo mi mano dándome más seguridad al caminar. Al chico no le estaba importando que lo vieran a mi lado.
Llegamos con un chico que amablemente nos llevo hacía nuestra mesa, estábamos un poco más alejados del publico en general y como no lo estaríamos si estaba con una figura pública y les gustaba su privacidad, aunque no creo que fuera mucha al ver un ferrari ultimo modelo afuera del restaurante.
- Te tengo una propuesta - me dijo el español juntando sus manos y poniéndolas encima de la mesa.
Mierda, esto ya lo había vivido anteriormente en México, quería pensar que esto no era así pero sonaba a un deja vu.
- No es lo que piensas G, es sobre la cena - dijo riendo un poco para quitar lo serio al asunto.
¿El chico me lograba descifrar con solo ver mis gestos?
- ¿Cual es esa propuesta entonces Mr. España? - le pregunte. Me daba curiosidad su propuesta.
- Tu no verás el menú en ningún momento, yo pediré todo - subió el menú para taparlo completamente y lo bajo rápidamente - ¿Eres alérgica a algo?-
- No Carlos, pero adelante pide entonces - le dije riendo.
El chico se quedo analizando el menú unos minutos, mientras aveces bajaba este y me volteaba a ver, parecía que analizaba si algo me gustaría o no.
Llego el mesero y pidió en italiano, el chico tenía mil y una cualidades que no dejaba de sorprenderme. Volvió el muchacho que nos atendía con una botella de vino, llenando nuestras copas.
- ¿Brindamos? - me dijo alzando una ceja.
- ¿Porque brindaremos? - le dije tomando mi copa mientras aun lo seguía viendo.
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Dímelo - Carlos Sainz
FanfictionSu nombre es Carlos, Carlos Sainz. El destino nos junto, pero todo era tan perfecto para ser verdad que el mismo destino se encargo de meter a un tercero en esto. ¿Podremos más que el? Dímelo. 2/3 de la saga "Las Chicas del Paddock".