Dímelo - Carlos Sainz

Capitulo 18

Viernes 28 de Abril del 2022.
Maranello, Italia.

Había volado desde la noche de ayer hacía Italia de la mano del jet privado de Ferrari solo para mi, tenía aun trabajo que hacer pero Charlotte me había dado permiso, y por alguna razón creía que Carlos le había estado rogando casi todo un día para que yo solo llegará, preguntará y esta accediera sin reprochar nada.

Amanecer con Carlos a mi lado era una de las mejores cosas que la vida y la fórmula uno me podía haber dado, no podía quejarme de nada. Pareciera que hable demasiado rápido porque no teníamos ni cinco minutos que habíamos despertado y su celular ya estaba sonando con el nombre de Alessandra iluminado en él.  El chico lo tomó y me hizo una señal de que ahorita regresaba, pareciera que la Italiana tenía un radar para arruinar buenos momentos con Carlos.

Rodé los ojos y me tape casi por completo con las sabanas de la cama, no tenía ganas de hacer nada el día de hoy, volar en la noche aunque pareciera fácil te dejaba exhausta. Sentí como levantaron un poco la sábana de la parte de mis pies para después encontrarme gritando al ser arrastrada por Carlos fuera de la cama y escuchar su risa por todo el cuarto.

-Buenos días corazón- me dijo poniéndose a la altura mía, en el piso.

-Carlos Sainz- dije viéndolo serio.

-¿Te he dicho que me tienes loco por ti?- dijo para después darme un beso corto en la nariz y extenderme su mano para levantarme.

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Habíamos llegado desde hace aproximadamente 40 min y me encontraba trabajando en mi laptop a unos cuantos metros de Carlos que estaba entrenando en el simulador, este era el gran tiempo de calidad que podíamos tener en estos momentos, pero entendíamos perfectamente esa parte.

-¿Tienen cafetería aquí?- pregunte, error número uno porque Carlos normalmente se concentraba tanto en el simulador que no escuchaba los sonidos del exterior.

-Carlos- volví a tratar de llamar su atención pero no sirvió de nada - Si me escuchas saldré por un café-

No parecía que hubiera escuchado eso realmente pero me dispuse a caminar afuera del gran cuarto. Mire mi celular, apenas eran las 11 de la mañana y el trabajo se sentía tan lento. Camine por el pasillo del tercer piso, si yo fuera una cafetería ¿Donde estaría?.

-¿Gen?- Escuché esa voz Italiana que no soportaba en ningún momento.

Agradecía totalmente el hoy vestir con la camisa de Ferrari para que pareciera que trabajaba aquí, porque si no, todo mi disfraz estaría tirado por la borda.

Voltee hacía atrás y vi como la chica vestía un vestido rojo con unos tacones negro, ¿Nunca vestía uniforme esta chica?.

-Alessandra- dije con mi sonrisa más hipócrita.

-¿Qué haces por aquí? No tendrías que estar en Woking con los naranjas- dijo acercandose a mi, lo que menos quería era tener que aguantar cinco minutos más.

-Vine a ver unos temas de negocios- dije girándome y comenzando a caminar.

Los tacones de Alessandra comenzaron a sonar en el piso más rápido haciendo que nomas me lograran estresar más de lo que ya podía estar al lado suyo.

-Ah, ¿Por lo que cenaron la última vez juntos?- dijo poniéndose a mi par.

-Si, por eso mismo-

Vi pasar a los community managers de Ferrari y cada uno de ellos me saludaron, entre nosotros nos conocíamos en el paddock.

-Eres muy popular aquí tambien- dijo mientras pedía el ascensor.

-Si, entre nosotros nos conocemos- le dije moviendo mi pie rápido, ya quería salir de aquí.