Martes, 25 de Octubre del 2022.
Austin, Texas.Estoy ayudando a las hermanas de Carlos a recoger todo lo de la habitación, después del accidente trajeron casi todas las maletas y sus cosas acá porque "Necesitaban desocupar el cuarto de hotel". Cosas que solo hace un hotel cuando te encuentras en el hospital obviamente.
La enfermera ha traído algo de la ropa que todavía sirve cuando llegó al hospital en una bolsa de plástico. La abro y veo el nomex de Carlos un poco manchado de humo recordándome una de las peores sensaciones que he vivido. Tener al amor de mi vida en esa situación sin saber que pasaría está en el top 3 de peores cosas que me han pasado.
Traigo la mochila de Carlos del estante y la pongo sobre la cama del hospital. Estoy apunto de meter el nomex pero algo llama mi atención, lo conozco.
—Necesito explicaciones chicas— les digo en el momento que sacó a Carlos Sainz de crochet.
Lo mandé hacer especialmente para su cumpleaños número 28. Sus hermanas me juraron que este individuo aún seguía en la caja de regalo en España, junto con la carta.
Las dos hermanas se miran cómplices y no puedo evitar comenzar a negar con la cabeza. Mi Carlos Sainz de crochet estaba aquí, paseaba con él en su mochila de día de carrera, ¿Cuánto tiempo más estuvo con él?. Lo tomó y lo dejo en mi bolsa mientras comienzo a guardar sus demás cosas.
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Volamos directamente a México esa noche, la escudería le ha dicho a Carlos que puede tomar esta semana para descansar pero él insistió en que quiere ir a México, que es una de sus carreras favoritas en el preciso momento que las personas comienzan a hablar español. Vamos en el jet privado de Ferrari y yo solamente puedo decir, WOW en mayúsculas, nunca de los nunca esperé estar volando aquí mucho menos en un jet privado.
—Oye, tenemos algo muy serio que discutir tu y yo— le digo a Carlos mientras lo miro de reojo.
He estado acostada casi por 15 minutos en silencio mientras él lee y yo escucho música intentando dormir pero recuerdo que tengo un pequeño acompañante en mi bolso.
—¿Ah sí corazón?, Dime que es, me llena de curiosidad saber— me dice con ironía mientras me mira con una sonrisa boba marcada en su cara.
Me gusta y me gustas Carlos Sainz.
Me levanto de su hombro y tomó mi bolso mientras saco el pequeño crochet.
—¡Ahh!— grita en el momento que entra en su campo de visión.
Me lo ha quitado de las manos, tan simple como eso.
—Jure que se había perdido, había quedado en mi cabina y te lo juro que estaba buscando alguna forma de que lo buscaran por todo el Autodromo—
Mis mejillas se enrojecen y se que son por las palabras que acaba de decir el español. Ver como lo toma con ilusión me ha matado, no puedo creer que estuve tanto tiempo alejada de él.
—¿Cómo ha llegado a tus manos?— preguntó levantando una ceja.
Se que fueron sus hermanas, ellas fueron mis cómplices y las primeras que al parecer me echaron por la borda.
—Culpa a mis hermanas, me lo dieron como si fuera de su parte y ¡Boom!, llegó un Carlos Sainz chiquito que adoro—
Mis mejillas quieren explotar de la sonrisa más grande que tengo en mi rostro, quiero llorar de la alegría porque se que le ha gustado su regalo y aún más lo aprecia con todo su corazón.
—Estoy enamorado de ti en esta y mil vidas más— me dice la frase con la que cerré su carta de cumpleaños, misma frase que no me he cansado de repetirle desde que estamos juntos.
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Dímelo - Carlos Sainz
FanfictionSu nombre es Carlos, Carlos Sainz. El destino nos junto, pero todo era tan perfecto para ser verdad que el mismo destino se encargo de meter a un tercero en esto. ¿Podremos más que el? Dímelo. 2/3 de la saga "Las Chicas del Paddock".